Capítulo 14: Francis.

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Capítulo 14: Francis.

Razvan simplemente quedo observándola, tratando de preguntarse a si mismo...

¿Por qué? ¿Por qué estaba tan enamorado? ¿Por qué de Ileana? ¿Por qué de Merianne?

La razón ya existía, lo que le provocaba curiosidad era el punto de vista del destino. ¿Hará que pase algo malo como la última vez? ¿O recompensara todo lo que sufrió una vez en el pasado?

 De tantas preguntas quemando su cerebro decidió calmarse y quedarse a la deriva del destino. Más bien la mayoría de la gente sin saberlo lo esta, pero aceptarlo es otro tema.

Seguía sintiendo esa frialdad en sus labios, los labios de Merianne estaban helados, él recordaba los labios de Ileana. Cálidos y suaves, te daban una sensación de tranquilidad y abrigo, como en esos días de invierno en los que no quieres sacar ni un dedo al exterior de tu refugio de sabanas. Esa sensación de calidez, así se sentían los labios de Ileana, posiblemente los de Merianne.

Era una sensación agradable.

Bastante para ser verdad.

Razvan sin darse cuenta volvió a besarla mientras esos pensamientos consumían su cerebro y cráneo como taladros. Quería sentir esa sensación una vez más, pero hasta que no despertará y sus sentimientos por él renazcan... no podría. 

Deseo con todas sus fuerzas que ese momento llegará.

Los primeros rayos del sol iluminaron la habitación, esa noche fue demasiado serena y cómoda.  A pesar de poder estar bajo el sol, si estaba demasiado tiempo a su merced, se convertiría en algo parecido al puré de papas. Se despidió de Merianne con un beso en su frente, la observo por última vez. Sus graves heridas ya no estaban, las vendas habían desaparecido, algún que otro moretón color verdoso se notaba en sus brazos. Lo que si, lo que seguía intacto era el suero entrando en su brazo. Su rostro plasmaba de paz y neutralidad, tal como siempre y nada de dolor.

Se alejo hacía la ventana, la abrió lentamente, ya notando y escuchando a varias personas que apenas comenzaba su día y para otras que terminaban. Al abrir completamente la ventana una última brisa de la noche invadió su rostro y la luminosidad del sol alumbraba su perfil. Dando la impresión de que sus ojos eran albinos. Se lanzó desde allí hasta aterrizar en un callejón cerca de allí, se saco la capa para no parecer un fenómeno en medio de la ya multitud que se formo en las calles, salió de ese oloroso lugar y se mezclo entre la gente. Bastante fácil.

 Y no, él no brilla con las luces del sol como una mariposa.

<< Todo es por culpa de Crepúsculo... >>

...

ADVERTENCIA: Capítulo no apto para homofóbicos, si estás en contra de la homosexualidad se recomienda no leer. De lo contrario habrá sido su responsabilidad.

Corriendo, corriendo... ¿No sería más bien huyendo? Lo que provoca mi curiosidad es...

¿De qué?

Eso tal vez nunca lo sabré, más bien no quiero recordarlo. A él y a otras personas. La única persona buena en mis memorias es una pelinegra de penetrantes y fríos ojos color gris.

El tic-tac del reloj me aturde.

Un beso me atonta.

Esa sonrisa me alegra el día.

Esos ojos color pardo me hipnotizan.

En un abrir y cerrar de ojos siento como me arde la mejilla derecha, "¡Todo lo cura una curita!" dice una mujer de piel delicada color leche, sonriente rostro y risueños ojos color verde marino que son tapados por un poco de sus extensiones  rubias. Cuando me termina de colocar la curita que supuestamente "cura todo", de tanta paz, cierro mis párpados sintiendo las cálidas manos de mi madre.

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⏰ Última actualización: Apr 13, 2015 ⏰

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Vampiro. [CON TREMENDO HIATUS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora