Vampiro. [CON TREMENDO HIATUS]

Capitulo 6: Noticia.

Capitulo 6: Noticia.

-¿¡Q-QUÉ!?- pregunte atónita. -¿M-mi amada hermanita?, ¿Esta en coma?- el esbelto doctor de ojos castaños y cabello hacía atrás, con algunas canas acompañadas con cabello negro asiente con la cabeza.

-Si, por suerte sus signos vitales están de maravilla. No es un caso tan grave, despertará en meses, o años. Lo que Dios mande.- suspiro.

<<Espero que despierte. >> pienso, luego bajo la mirada hacia el suelo. -¿P-puedo verla?

-Si, claro. Te doy una hora. Y te daré los horarios de visita. Aunque tú como hermana puedes venir, ¿Y tus padres?-

-Mi madre trabaja hasta tarde y nunca la veo. Mi padre desapareció. Así que soy la responsable de la casa.-

-Oh, muy bien. Sígame.- me levanto del incomodo asiento y lo sigo. Tengo que memorizar donde esta. –Habitación 318-  

Allí estaba, dormida. Tal como la primera vez que la vi. Su pálida piel al igual que las sabanas, sus largas pestañas de terciopelo, su larga cabellera azabache esparcida por la almohada. Parece tan delicada.

-Las dejare solas, en una hora terminan las visitas. – Veo una sonrisa comprensiva de su parte y cierra la puerta.

Quedo un largo rato en silencio, sin saber a donde ver, no quería ver como Mery estaba golpeada, vendada, tanto sus brazos, cabeza y manos. Con algunos moretones, la mayoría eran color violeta, muy fuerte, veía sus signos, todo bien. Solo que estaba dormida. Cuando me percaté el doctor, por lo que vi se llama “Robert”, acompañado de una enfermera, con una esponjosa melena negra y ojos celestes (muy esbelta) habían vuelto.

-Ya puedes irte, visítala mañana  - me dice mientras me entrega un papel con horarios de visitas. Me acerco a la puerta, echo un vistazo por última vez a Mery y me largue de allí.

Bien, ahora.

 ¿Cómo le explico esto a Marshall?

 Necesitaré ayuda. Cuando llegue a mi casa eran las 14:50, Marshall habría ya llegado de la escuela hacia un buen rato, abro la puerta con temor, cuando entro a la casa no encuentro nada. Veo la escalera y recuerdo el momento. Suspiro. Escucho unos pasos, son los de Marshall. Tímidamente viene hacía mi.

-Esmeralda, ¿Dónde esta Mery?- me pregunta preocupado, esos ojos de perritos abandonado me hace trizas el corazón. No le respondo, luego acaricio lentamente su cabeza.

-Tranquilo, luego te explico, ¿Si?- él mueve la cabeza hacia arriba y abajo en señal positiva.

Llame a unas antiguas amigas de Mery. Angelina, Megan, Ruth y Sophia. Y las cite a un café al otro día.

Al otro día, a las 13:40 en la puerta del café, estaba algo neutra, estaba tratando de elegir las palabras “adecuadas” para contar lo ocurrido. Con Marshall tomado de mi mano.

-¿Esmeralda?- me pregunta Marshall. Tratando de despertarme. Lo miro en señal de que me diga que quiere. –Allí están las chicas. –  señala con su dedo índice a cuatro muchachas.

La primera, la más mayor. Ruth, tiene veintitrés años. Mirada seria pero a la vez aliviada, llena de diversión. Algo delgada, tal como una modelo. Cabello largo y suave como algodón color negro y ojos celestes que ocultan muchísima locura dentro de su interior. Llevaba unos pantalones cortos de jeans, botas marrones hasta la rodilla y una musculosa blanca con una frase que decía “Keep Calm and Love and Peace” en letras doradas. En su cuello había un collar con el signo de la paz en dorado. Pulseras multicolor, su tatuaje de un atrapa sueños en su hombro y celular en mano.