Capitulo 4: Desperdicio.

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Capitulo 4: Desperdicio.

Luego de irme alejando de ese extraño tipo, me quede pensando. Me recuerda a mi antiguo novio, su cabello, su sonrisa, sus ojos. O sea, no el color ni nada de eso, la forma, el aura.

Ay, termino suspirando.

Me fijo en el reloj de mi celular, son las 12:56 tendría que haber llegado a casa a las 12:05, bueno, por suerte no tarde tanto como disculparme.

Busco una esquina donde pueda pedir un taxi, encuentro uno. Le digo mi dirección y me lleva, yo en la parte trasera del vehículo, me apoyo en la ventana pensativa y nostálgica.

Ese chico...

Me olvide de preguntarle el nombre, esos ojos rojizos que tiene, son muy peculiares, ¿Serán lentes de contacto?

Viendo el “paisaje” por la ventana, pasando por las frías y grises calles hasta mi lujoso barrio, yo la llamo “Calle 88” ¿Por qué?, por que quiero, además el ocho, como es simétrico, es muy elegante (para mi, no se su opinión), tal como la calle.

El chofer me llama, capta mi atención… estuve muy distraída todo el viaje, no soy así. Me pide el dinero le doy los 50 que me dio el tipo raro. Bajo del auto y camino por el largo y recto pasillo de mi casa hasta llegar a la puerta. Abro con mis llaves la casa y escucho un ruido.

-¿Marshall? ¿Esmeralda?- llamo a mis dos hermanos mientras dejo mi bolso y me desabrocho un poco la camisa y la corbata.

Paso a un lado de la larga y ancha escalera de madera hasta llegar a la cocina, veo allí a Esmeralda tomando café, aunque su rostro… ¿Paso algo?

-Pareces preocupada, ¿sucede al…?- me detengo, siento que tengo a alguien rodeándome con su brazo el cuello. ¿Nos roban?

-Shhh, tranquila Mery, amor mío… Soy yo-

E-esa voz, no, por favor… Que no sea quien estoy pensando.

Cuando giro mi cabeza mis sospechas fueron acertadas, un escalofrío me recorrió por toda la espalda y empiezo a temblar, mis ojos están lagrimosos, estas lágrimas… Hace tiempo no salían. Pero las disimulo.

-Chris, ¿Q-qué quieres? – pregunto fríamente.

-No se, ¿Qué será? – baja su brazo y ahora me sujeta por la cintura, su boca, sus labios recorren mi cuello, causándome escalofríos. –Tal vez solo vine a atormentarte- miro preocupada a Esmeralda, ella si que sufre aún más que yo con esto.

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Este chico, de 2 o 3 años más que yo es Chris. Alguien a quien ame, mi antigua pareja.

Todo comienza hace 8 años, cuando siendo la niña tan fantasiosa de tener un verdadero amor que era, fue engañada y atrapada por una bestia.

Que se robo…

Un pedazo de su alma. Y destrozó su corazón, tal como vidrios luego de estrellarse contra un muro.

Fue un desperdicio.

 Volviendo al crudo entorno de mi vida.

-Solo dime que pretendes…- Le dije lo más fríamente posible. De repente hace que me pegue más a él.

-Oye, oye, espera niña ruda- lo odio, lo miro con tanta furia se me sea posible.

-La “niña ruda” va a cumplir 20 años…- hago recordarle que no soy más esa chiquilla idiota de 15 años.

-¿Y aún sigues virgen, verdad? – suelta una gran carcajada burlona. Me sonrojo un poco, odio que hable de ese tema, aunque diciendo la más pura verdad, no me interesa. -¿Qué pasa?, ¿Qué no lo eres ya? – vuelve a reír. -¿Quieres perderla conmigo? – me sonríe maliciosamente luego de tocarme los pechos. Trato de apartarme pero no puedo, me gana en fuerza.

-No, seria una grandísima idiota.- La gran sonrisa se borra de su rostro, para mostrarme unos ojos penetrantes y sádicos.  Me alza como a una princesa y se dirige hacia las escaleras.

-¿Q-que?, ¡BAJAME!-  empieza a subir los escalones. Tan lento. Tengo miedo.

-¿Por qué debería?- Oh, no… No, no, y NO. Odio ese tono de su voz, ese tono tan seco y frío. Percibo un grito desde el inicio de las escaleras. Es Esmeralda.

-¡SUELTALA CHRIS! ¡AHORA!- parece muy desesperada. Tal como el sádico psicópata que es, brutalmente y tan fuera de control, le responde.

-¿¡Y QUE SI NO QUIERO!? ¡VOY A DEMOSTRARLE MI AMOR!- Lo miro asustada, y vuelvo a mirar a Esmeralda, veo esa desesperación y angustia en sus ojos. Dejo de mirarlos, si los observaba unos cuantos segundos más seguramente llorare.

-¿Qué me harás Chris? Odio las sorpresas-  me mira. En serio, esa miradita suya da mucho temor. Esta fuera de si.

-¿Quieres saber? – asiento con lo cabeza. Me mira fijamente. Empieza a alzarme tal como una bolsa de patatas. –Te amo- me sonríe sádicamente. Esa fue la última sonrisa que vi, y el último rostro que observe antes de quedar inconsciente.

Tal y como un desperdicio.

 Me lanzo.

Quede consiente en el aire por unos segundos, cuando baje sentía fuertes golpes en cada fragmento de mi cuerpo, mi vista se nublaba y empece a perder fuerza, me imaginaba que estaba caminando en un pasillo, y miles de personas me golpearan con tablas de madera.

Se sintió como cuando yo lo abandone a él, y también lo que sentí al madurar.

Literalmente.

 -¡¡MEEEEEEEEEEEERY!!- Y este… Fue el último grito, del cual venia de los labios de mi hermana.

Notas de autora: Hola, soy Smiling :D … Es mi primer nota de autora no me culpen. Bueno, muchas gracias por las 135 lecturas. (Creo que se decía así, ¿No? Soy algo nueva en Whattpad). Bueno eso se agradece muchísimo. ¡ESPERO IR POR MÁS! :)

Vampiro. [CON TREMENDO HIATUS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora