Era ella | CH [✓]

Capítulo 41

Un mes había pasado y no había absolutamente ninguna noticia de su paradero, intente mil veces hablar con papá pero nunca me dejaba decir más de dos palabras; no dormía y me quedaba despierto atento a escuchar si volvía, estaba furioso por no poder encontrarla, incluso en una ocasión me había parecido verla caminando por los pasillos pero termine notando que era parte de mi imaginación.

Yo la buscaba aquí y Jack en Londres, ninguno de los dos habíamos detenido la búsqueda, recurrir a Pogo quien solo me miró apenado y al ver mi desesperación solo me dijo que no estaba en Londres ni Australia, lo cual me dejaba al resto del mundo para buscarla.

- Ya para - en la puerta de mi habitación estaban todos viéndome, yo estaba sentado mirando por la ventana, Luther suspiro - Tienes que descansar

- Lo haré cuando la encuentre

- Cinco, no puedes seguir así, no estás durmiendo bien y comes poco - Vanya se acercó

- ¿Cómo hago eso sí no sé si ella lo esté haciendo correctamente? - mire a Klaus - ¿Estás sobrio? - asintió - Buscala, me da temor que tu la encuentres, pero necesito que lo hagas

- ¿Y que si la encuentro Cinco?

- Al menos podré saber que ella... - me corte - Podría despedirme, todos - Klaus miró a Luther

- Buscala

- Bien, aquí voy - suspiro

Alrededor de las manos de Klaus se formó aquella luz azul, mi corazón comenzó a latir fuertemente con temor, observe la habitación en búsqueda de ella pero no había nada; Klaus lo intento un par de veces y no encontró nada, suspiré aliviado e intranquilo a la vez.

- Al menos sabemos donde no esta - Klaus intento bromear

- La hemos buscado por toda la ciudad

- Ya se Diego, ya me aprendi las calles en su totalidad, pero no puedo detenerme - mire de nuevo la ventana - La gente no se esfuma así como así, no desaparece

- ¿Y donde más podemos buscarla? - miré a Ben - Digo, podemos recorrer el mundo, pero es muy grande

- He estado pensando en algo - suspire y me puse de pie - Encontré este libro en la biblioteca de papá - saqué el libro de la teroria de viaje temporal - Con los cálculos exactos podría viajar al pasado e impedir lo que sea que pasara esa noche

- Papá te dijo que es peligroso - Allison se cruzó de brazos

- ¿Crees que justo ahora eso me importa? - deje el libro en la cama - Voy a hacerlo, con o sin su ayuda - escuchamos la campanilla de la comida

- No lo hagas - Diego me señaló y salió junto a los demás menos Vanya y Luther

- Cinco, no pue...

- Si puedo y lo haré Vanya - suspiro

- Diga lo que diga no podré detenerme - Luther me tomo el hombro - Solo cuidate y cuando todo termine, tu pagas las donas - sonrió

- Lo haré hoy mismo - mire a ambos - Y los vere pronto

Bajamos rápido con los demás, nos colocamos en nuestros sitios en espera a que papá nos dejara sentarnos, lo hizo y comencé a comer un poco, no mentiré, estaba aterrado de hacer el salto temporal pero era por TN. Tan solo había dado dos bocados a la comida cuando quedé mirando a papá quien también me observaba.

- Quiero viajar en el tiempo - nadie dejó de comer

- Ya lo hablamos Número Cinco, no lo harás, no estas listo

- Claro que lo estoy, practique los saltos espaciales - me transporte a su lado

- Un viaje temporal es muy distinto, es como descender a ciegas a las profundidades del agua helada y reaparecer como una bellota - fruncí el ceño

- Pues no lo entiendo

- Por eso no estás listo - mire a Vanya y me pidió silenciosamente que no lo hiciera

- No me da miedo

- Esa no es la cuestión, puede haber consecuencias en tu cuerpo y mente qe no serán predecibles - dejó los cubiertos - Se que estas intentando hacer y te prohibo que lo intentes

- ¿Sabes que quiero hacer? - entrecerre los ojos - Entonces deberías ser el más agradecido de que vaya a hacerlo - me miró en silencio y noté que ya nadie comía, me observaban - ¿No quieres que lo haga? Bien - me incline un poco - Dime dónde está, sé que lo sabes

- Cuando dejes de creer que lo sabes todo Número Cinco, serás capaz de comprender muchas cosas - bufe - Ve a terminar de comer

Lo ignoré y corrí a la puerta de la academia, escuché sus gritos llamándome, pero estaba decidido. Había hecho vagamente los cálculos así que debía confiar en que eran correctos, di un primer salto, todo estaba soleado, di un segundo y un tercero, entonces me di cuenta de lo que había hecho.

- No - susurre viendo a mi alrededor - ¿Qué pasó aquí?

Todo a mi alrededor estaba destruido, había fuego, el aire estaba pesado y no había nada que indicara vida. Corrí en dirección a la Academia y lo que vi terminó de llenarme de miedo, estaba todo en ruinas, la Academia estaba reducida a escombros.

- ¡TN! - me acerque más - ¡Vanya! ¡Ben! - me detuve - ¿Luther? - sentía miedo - Papá - intente volver - ¡Vamos, funciona!

Era inutil, me sentí inutul, no solo no podía volver si no que mis cálculos no me llevaron al pasado sino a un futuro que era aterrador. Si no encontraba cómo volver no podría ver de nuevo a los chicos, a mamá, pogo, a ella. Me dejé caer de rodillas, me sentía completamente derrotado, estaba llorando porque estaba asustado.

No se cuanto tiempo estuve así, pero cuando mire a mi alrededor la luz del sol comenzaba a desaparecer y la oscuridad comenzaba a hacer presencia; necesitaba dónde dormir, camine dentro de lo que antes era la academia y entre los escombros encontré una cobija algo rota pero que de algo serviria. Ahora mismo agradezco las clases de supervivencia que papá nos dio, busque cosas para formar una fogata.

Logre hacer la fogata gracias al fuego que aún ardía a la cercanía, me senté con la cobija sobre los hombros viendo las llamas, la noche había caído y no tenía ganas de dormir, aun así me acosté en el suelo intentando hacerlo con la esperanza de que al despertar todo fuera un sueño solamente.

- TN - susurre cuando desperté y mire a mi alrededor - Mierda - suspiré

Seguía en el mismo lugar, la diferencia es que el fuego que dejé frente a mí se había apagado y el sol había vuelto a salir, me levanté e intenté regresar usando mis poderes pero de nuevo no pude. Comencé a caminar buscando algo de comer, conocía las calles aunque estuvieran destruidas. Encontré una pequeña tienda donde había una carreta roja, deje ahí algunos paquetes de comida, seguí caminando y encontré una tienda de ropa, necesitaba buscar algo para usar que combatiera el frío. Me adentre y vi un maniquí que reconocí enseguida.

- Todo está destruido y tu sigues aquí - suspire y me senté a comer algo de lo que traje - No se que hare y ve, estoy aquí hablando con un maniquí

- Tranquilo, se solucionara

- Genial, ya estoy loco - suspire - Necesito encontrar cómo volver, para estar con ella

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