Capítulo 35

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Toque la puerta de la oficina de papá y escuche un - adelante -, al entrar lo vi haciendo lo mismo de siempre, sentado en su escritorio escribiendo quien sabe que en esa libreta que siempre lleva consigo. Me quedé parado un momento mientras terminaba de apuntar, cerró la libreta y me señaló la silla frente a mí para que me sentara.

- Tengo dos cosas importantes que tratar contigo Número Cinco - asentí - Como primer punto, está el hecho de que le pidieras a Klaus que invocara a Dalia, ¿por qué? - hizo una seña para que no hablara - Y segundo, ¿qué sabes acerca del novio de TN? ¿Quién es? - me enderece - ¿Algo que deba saber?

Nos miramos un momento en silencio, ambos estudiando los gestos del otro y en especial yo, debía ser cuidadoso con lo que dijera, la forma en que me miraba me decía que ya sabía lo que pasaba entre su hija y yo, lo sabía.

- Creo que sabes bien quién es - no le quite la mirada - Y eso respondería ante la primera cuestión

- Así que mis sospechas son ciertas - se acomodo el monóculo

- Depende de cuales sean tus sospechas

- Ustedes dos son hermanos

- Legalmente tengo siete hermanos, biológicamente... - chasquee la lengua - Ninguno ante mi entendimiento - sonreí levemente

- Entonces lo admites

- ¿Admitir qué?

- Tu y TN estan saliendo - dejó su bolígrafo sobre el escritorio con frustración

- Yo no he admitido nada - sonreí

- Y tampoco lo has negado

- En el hipotético caso - rei - De que estuviéramos saliendo, ¿que tendría de malo?

- Que son hermanos - frunció el ceño

- Pero no de sangre y honestamente a la chica la conocimos hace apenas casi cuatro meses - rei sin gracia - Sería más fácil considerarla una amiga que una hermana

- ¿No la consideras una amiga?

- No - susurre - Es mucho más que eso - asegure - Por eso hice lo que hice hoy, la estaba pasando mal, la vi llorar dos veces completamente aterrada y todo gracias a la culpa de un accidente

- ¿Qué sabes de ese accidente?

- Pues me gustaría saberlo todo, pero ella no ha querido hablarlo - dije rápidamente - Y no voy a obligarla

- ¿Recuerdas la nota que te di junto a la llave? - fruncí el ceño y asentí - Cuando dije que la cuidaras hablaba de TN, pero no me referia a que la hicieras tu novia, dije que era parte de tu familia, debias cuidarla como un hermano, no como un novio - dijo molesto

- Conocido, amigo, hermano o novio - susurre - Planeo cuidar de tu hija por lo que me quede de vida - me puse de pie - ¿Te preocupa el apellido? Quitamelo, te lo devuelvo - sonreí - Pero la quiero y te prometo que no dejare que nadie le haga ni el más mínimo daño, incluyendome - aparte un momento la mirada y volví a mirarlo sonriendo - Esto, confirma mis sospechas

- ¿Qué sospechas?

- Que ella es hija de Dalia, si, pero también tuya - ya sabía la verdad, pero necesitaba dejarle claro algunas cosas - TN trata de negarlo, pero los he visto, por mucho que su madre haya sido tu amiga... - rei - Ambos la queremos, voy a cuidarla, a TN, mi novia - sonreí y ahora fue él quien se enderezó en el asiento - Por eso no te preocupes

Sin esperar a que dijera otra cosa me transporte directo a mi habitación con el corazón latiendo a mil por hora, sobre mi mesita de noche vi la petaca que esta mañana le quite a Klaus y sin pensarlo dos veces la abrí bebiendo su contenido de un trago, no era la primera vez, pero aun así quemó mi garganta. La puerta se abrió dejando ver a mis hermanos y a TN.

Era ella | CH [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora