Capítulo 4

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Había pocos lugares en la academia en los que me gustaba estar, uno de ellos era el jardín en un rincón donde había sombra y nadie molestaba, dentro de la academia todos se encontraban haciendo sus cosas y yo estaba en ese rincón leyendo, pero también pensando.

Hace un mes que TN llego a la Academia, se había unido inevitablemente a Ben, Vanya y a mi en nuestros momentos de lectura, con Allison charlaba sin parar, pasaba gran parte del tiempo con Luther, a veces estaba con Diego, con Klaus hacia algunas locuras, pero ella y yo sin darnos cuenta haciamos cosas juntos, bajabamos juntos al comedor, los entrenamientos, las clases que tomaba con nosotros y regresamos de igual manera.

Y aun así, casi no hablábamos, disfrutamos del silencio y eso es algo que pocas personas saben hacer; aquello que me hacía querer mirarla me había traído algunas consecuencias y más en los entrenamientos, yo era el mejor y eso no iba a cambiar, pero solo era cuestión de mirarla aunque sea por error y me quedaba mirándola al menos unos segundos antes de lograr enfocarme en lo que hacía. En solo una semana ya había notado que no solia sonreir, pero sí que lo hacía cuando leía, mantenía la vista fija en los párrafos y su atención en el ambiente, un pequeño problema es que solía leer hasta tarde y por las mañanas salía corriendo para poder bajar a desayunar.

La primera vez que ocurrió yo no pretendía esperarla para bajar, pero el pasillo estaba demasiado silencioso así que llame a su puerta al menos unas cuatro veces antes de que abriera, vestía una pijama que no era de la academia y el pelo como una maraña.

- ¿Si? - me dijo bostezando
- Se que no eres tal cual parte de la academia, pero hasta donde se, nuestros horarios son tus horarios
- Eh sí, eso creo - me observó de arriba abajo
- El desayuno es en cinco minutos
- Mierda - murmuró y me cerró la puerta en la cara, frunci el ceño, cuando iba a irme abrió la puerta - Gracias - sonrio y volvio a cerrar

No sabía que sonreía ni que me había quedado al inicio de las escalas hasta que ella había salido de su habitación y se sorprendió de verme, entonces quite la sonrisa y bajamos juntos y siendo los últimos en llegar al comedor. Ahora eran así casi todas mis mañanas principalmente pues al esperarla solíamos ser los últimos y rara vez bajábamos puntuales.

Entonces recordé que estaba leyendo y que había estado pasando las páginas sin prestar ni un poco de atención al libro, lo cerré frustrado y suspire. Era sábado y lo tenía ligeramente libre, por la tarde solo teníamos entrenamientos y el día estaba agradable.

Cerré los ojos y tome aire intentando alejarla de mis pensamientos, pero fue inutil y aun más inutil cuando senti una mirada y sabía perfectamente de quien era, abrí los ojos y mire a donde sentía que estaba ella y efectivamente estaba ahí, pero intentó esconderse detrás del roble, rei por lo bajo y decidí fingir que no me había dado cuenta, no era la primera vez que la descubria mirándome y tampoco que yo fingía no darme cuenta. Volví a abrir el libro, le daría una nueva oportunidad para prestar atención de lo que se supone quería leer, pero fue inutil ya que un minuto después volví a sentir su mirada, yo la vi por el rabillo del ojo, se asomaba con ligereza por detrás del tronco y no notaba que la observaba yo tambien, me rasque la nuca sintiendo de nuevo esa sensación en el estómago y la necesidad de voltear a mirarla, pero con gran esfuerzo logré no hacerlo.









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Un capítulo para brindar un poco de contexto en la relación que hay con todos.

Gracias por su apoyo hasta el momento <3


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Era ella | CH [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora