I
—¿Esa señora no es tu mamá?
—No, ella es mi tía.
—Entonces, ¿quién es?
—Ya la has visto, ella siempre me trae.
Su amiguita de Laura pensaba que Darcy era su nana. Ella le preguntó si era verdad, Laura le afirmó nuevamente. La muchachita no preguntó más porque si su amiga lo decía, entonces debía ser cierto.
Era la primera semana de Laura en el primer grado de primaria, no todos sus amigos del jardín de infantes se inscribieron allí, es por eso que esa compañera recién se estaba haciendo su amiga. Pensaba que Lola era la madre de Laura.
II
Antes del primer año de Laura, Darcy se desvivía por su linda bebé. No había hora donde dejara de atender hasta lo mínimo de su bebé. Lo normal es que los padres se sientan agotados por las atenciones a los bebés, pero ese no era el caso de la morena.
Lincoln tenía que tratar de hacer que descanse en su cama porque ella solía decir que no tenía nada y se quedaba dormida con su bebé en brazos en su silla mecedora. Jamás pensó que una criaturita salida de sus entrañas la haría desvelarse muchos días, tardes y noches.
Darcy sentía que su suegra la trataba mejor debido a que le dio una nieta hermosa y que fuera distinta a ella. Rita solía ir con Lynn y Lily para ver a su nieta.
Más allá de Lola y Lisa, Lily solía ser muy indiferente con respecto a lo que le generaba Darcy a los miembros de su familia. No era grosera con ella, pero tampoco era alguien amable. Ella estaba en su mundo, por así decirlo, tenía cosas más importantes como para estar sintiendo rechazo o aceptación con respecto a la esposa de su hermano.
Lynn con el tiempo toleraba a Darcy, por así decirlo. Solía mostrar un leve rechazo, pero que se fue aplacando con el pasar del tiempo, no como su esposa. Era el que charlaba con su nuera cuando la visitaba o lo visitaba.
Rita se alegraba mucho de ver a la hija de Lincoln porque varios decían, incluso Darcy, que Laura tenía un aire similar a ella. Y sí. Laura tenía cierto parecido a su abuela, pero también a su madre, y las pecas de su padre.
III
—¡Tú puedes, pequeña!
Lincoln estaba enseñándole a caminar sola a Laura por toda su alcoba. La tenía sostenida de sus dos manos mientras él caminaba con lentitud haciendo que ella también diera los mismos pasos.
Laura le ponía mucho empeño y se divertía al mismo tiempo. Pasar tiempo con su papá era casi limitado y distinto. Lincoln tomó horas extras en su empleo hasta que su hija tuviera un año de edad. Tenía que compensar en lo que no podía contribuir su esposa.
Darcy entró con serenidad a su casa después de hacer unas compras y se dio cuenta que las dos personas más importantes de su vida estaban en la habitación de arriba. Se dirigió allí con mucha cautela para darles una sorpresa.
—¡¿Qué hacen mis dos amores?!
Laura apenas escuchó la voz de su madre, quería soltarse del agarre de su padre. Lincoln quiso probar que ella fuera sola donde su madre. Laura empezaba a dar pasos lentos y cortos.
—¡Oh, Dios mío! ¡Está caminando! ¡Mi bebé está caminando!
Darcy estaba hincada de rodillas con sus brazos abiertos esperando a que su hijita llegara donde ella. Laura se mostraba empecinada en ir donde su madre.
—Vamos, bebé, tú puedes.
Unos segundos más y Laura llegó donde su madre que la llenó de muchos mimos mientras la tenía en sus brazos y en el aire. El peliblanco veía muy feliz ese tierno momento.
—¡¿Viste eso, Linky?! Caminó... nuestra bebé caminó —Darcy estaba con las lágrimas saliendo de sus ojos.
—Sí, amor... está creciendo —se acercó para darle un beso en su mejilla.
IV
Darcy salía de su casa cuando su hija tenía ganas de salir o Lincoln le decía para caminar y pasear como familia. Ella solía sentir angustia e incomodidad al salir de sus cuatro paredes, incluso para ir de visita a donde sus padres.
"Nunca había visto una relación tan tierna entre una niña y su niñera", "Eres una nana muy dulce, de seguro los padres de la bebé te estiman mucho", "¿Eres la madre? ¡Sí, cómo no!"... Siempre le decían cosas similares.
Ella recordaba que en el hospital, una chica que también había dado a luz allí, dio el aviso a una enfermera de que ella estaba llevándose a otra bebé, es decir, Laura. Menos mal que no llegó a mayores porque su médico, la enfermera que la atendió esos días y Lincoln intervinieron.
El chico de cabellos blancos la entendía perfectamente. Él sabía que las personas suelen tener prejuicios. Usualmente asumían que Darcy debía ser la niñera o la madrastra de Laura, cuando salía con él. No las culpaba porque todos en sí podemos hablar sin pensar, pero... había veces donde por más que lo aclarara, las personas no les creían y se reían de ellos porque pensaban que les tomarían el pelo.
V
—¡Ella no es tu mamá! —dijo un niño en voz alta.
—¡Sí es mi mami! —Laura respondió molesta.
—Tú eres blanca y ella es negra, no es tu mamá —sentenció una niña que estaba frente a ella sentada en los primeros pupitres.
La maestra les dijo que contaran cosas sobre su familia como un ejercicio de perder el miedo a hablar en público. Laura fue la cuarta en salir al pizarrón y hablar sobre sus padres y ella.
Laura contó lo que hacían ellos y los describió como lo haría una niña de su edad. El problema fue cuando algunos niños no creían que la señora que la llevaba y recogía siempre era su madre.
—¿Es negra? No entiendo —se notaba muy confundida.
—¡Niños, eso está mal! ¡No se dice eso! —la maestra los reprendió de un modo no tan severo.
La campana de la salida sonó y los niños olvidaron inmediatamente aquella discusión. Algunos salieron para irse con sus hermanos que estudiaban allí, otros esperaban a sus padres.
—¿Estás bien, Laura? —preguntó su amiguita.
Laura se sentó muy pensativa por lo que dijo esa niña y otros niños sobre su madre. No entendía por qué su madre no sería su madre. Tampoco entendía eso de que ella y su madre tenían que ver con colores.
La maestra esperaba hablar con los padres de los niños, y hablar con la madre de Laura por lo ocurrido. Sin embargo, tendría que hablar de ello con Lola Loud que estaba entrando al salón de clases para recoger a su sobrina...
01/03/2022
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Prejuicio
FanficSe suele juzgar algo antes de conocerlo del todo, la mayoría de veces. Darcy y Lincoln no eran la excepción antes los ojos sin o con malas intenciones. Sobrellevar aquello era más que difícil, agotador. Pero no para cierta niñita que generará más ju...