Me sentí bien al escuchar a mi mejor expresarse así, y no sólo por lo que dijo de mi, sino por que lo dijo en general, él es buen chico, eso me alegraba.
-Disculpame, Ken, no debí haberte hablado así-se acercó el chico misterioso y yo solo le di media sonrisa, él tamien sonrio-Perdoname, mi nombre es..
-Retirate porfavor, no quiero saberlo, te perdono, pero retirate-lo interrumpí, desvaneciendo mi media sonrisa, ya que Roberto casí se me safa de mi mano.
-Adios, Ken-dijo frío y se fue.
Fuimos a sentaros donde estabamos y todo permanecio en silecio algunos minutos hasta que me limité a hablar.
-Gracias-le dije a Roberto tomando su mano.
-No hay de qué, pequeña roja. Si no me hubiera metido habría sido peor para ti-dijo tratando de sonreír, pero a causa de su labio reventado solo pudo soltar un jadeo y yo reí leve.
-Kendra y yo te grabamos-dijo Daniela sonriendo y él tambien lo hizo, ella le pasó su celular y comenzamos a ver el vídeo.
-Por dios, hasta golpeando a los idiotas me veo sexy-dijo y los tres soltamos una carcajada.
Despues de terminar nuestras bebidas, le dimos nuestras bolsas a Roberto, como siempre. Eran aproximamente 25 así que si podría. Las subió a la cajuela y nos dirigimos a mi casa.
Llegamos y al abrir la puerta vi a Lalu besuqueandose con el tipejo encima de un sillon, ellos no nos notaron, ya que el sillon quedaba de espaldas hacia la puerta. Mis amigos sólo reían bajo y yo tomé un florero, le quité las flores, me acerqué a ellos y les tiré el agua encima.
-¿No te sirvió la lección de hace rato, Esúpida? Además, mamá dijo que no podrías traerlo a casa-reí y él tipo salió corriendo de ahí, como si le fuera habentar el florero. Lalu sólo se fue hacía su recamara, balbuceando mierdas dirigidas para mi. Mis amigos rieron por eso, y sí, me enojé.
-¿Qué tantas cosas me dices, estúpidita, que no te escucho?-la miré desafiante.
-Nada, señorita-dijo volteando a mi y volviendo a su camino.
Subimos a la recamara y ahí mis amigos tiraron sus carcajadas que por cierto parecía que se las habían guardado desde hace siglos, yo sólo sonreí.
-Te pasas de mala, Kendry, en serio-dijo Daniela mientras carcajeaba y aplaudía.
-Pobre tipo-dijo Roberto y le dio y ligero codazo y ella volteó- ¿viste como salió corriendo?
Ambos ríeron y yo solo los veía sonriente.
-Parecía que se le había aparecido el mismito diablo, pero femenino y peor-ambos carcajearon más y cocharon los cinco y yo solo bufé divertida.
-Superenlo, por Dios.
Así fue toda la tarde, o al menos lo que restaba, jugamos, cantabamos kareoke, bailabamos, jugabamos, entre otras cosas.
Despues de toda la tarde juntos, Roberyo decidio que se quedaría conmigo, de todas formas, mamá no tendría nigun inconveniente.
De hecho, mamá nos podría encerrar en El Cuarto Rojo y no desconfiaría de él, al contrario, desconfiaría de mi y de que lo espose y le dé con el látigo, hay no, mamá, estás en lo cierto.
-Keny, preciosa, hermosa, la mas bella del mundo-dijo Daniela mirandome como con ojos del gato de Shrek, y sonriendo como la niña buena, que no es.
-Sí, sabes que si te puedes quedar a dormir conmigo-seguía sonriendo-y tambien iremos a casa de tu abuela por ropa.
Roberto rió, Ela aplaudió con la yema de los dedos y yo rodé los ojos ríendo.
-Daniela y sus mañas, ¿vez, Kendra? ¿Vez por qué no quiero que te juntes con ella?-dijo con una sonrisa burlona
-Te callas, taradito, ¿si? Soy mejor influenza que tu-dijo Elita y le pegó en la frente a Roberto.
Dejé que Roberto conduciera y fuimos hasta la casa de la abuela de Dany.
Llegamod y nos abrió.
-Hola niñ.. ¿Que te paso, muchacho?-dijo la abuela de Daniela asustada, nosotras reímos y Roberto no podía hacer nada, ya que si hacia algo mal recibiría un zape de la abuela.
Ella nos quiere a mi y a Roberto como si fueramos tambien sus nietos, nos ha tomado demasiada confianza como para llevarnos a su nieta a un prostibulo sin preocuparse.
Subimos y dejamos a Roberto con la abuela, llegamos a la recamara de Daniela y comenzó a empacar como si fueramos de viaje un mes, mínimo.
Ella siempre ha sido muy... no sé, ¿moderna? ¿vanidosa? Da igual, me gusta su perdonalidad.
-No crees que el tipo era sexy? Estaba como quería, Kendra-Dijo como si se expresara de un principe como una pequeña de 6 años-Le hubieras escuchado el nombre, eres una idiota.
-¿Cómo estar de novia con el tipo que golpeó a tu mejor amigo?-bufé y la miré, ella inmediatamente sonrió y comprendí todo-Oh no, no lo mal imterpretes.
Ella sólo se límitó a poner sus manos al rededor de sus labios y gritar: Kendra quiere fajarse al sexy golpeador, inmediatamente fui hacia ella y le tapé la boca.
-¿Acaso eres idiota?-reí-No, no quiero un faje con él aún que es demasiado guapo, eso ya da igual. Ademas, no lo volveré a ver, ¿sabes?-destapé su boca y sonreí.
-Todo puede pasar, querida Kendra-Dijo canturreando y abofeteandome con su ropa interior.
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Amigo Mío.
Aléatoire“Nunca pensé que yo, Kendra Miller, me llegara a enamorar. Se suponía que no exsiste el amor, ¿que siento en el estómago cuando veo a mi querído Matías: persona de la cual nunca me habría enamorado a pesar de que fuera el único en la tierra? Mi vida...