Izuku es una chica proviniente de un pueblo fuera de la capital de Francia, lamentablemente conforme pasan los años el dinero de la granja no es suficiente para ella y su madre sin embargo habrá un cambio en la vida de trescientos sesenta grados en...
Izuku no sabía si estaba jodida o algún ser divino poseía algo contra ella. Ahora sabía porque le hacía familiar el timbre de voz y era de sin duda la peor coincidencia de la vida.
Sentir la mirada de una persona en específico la hizo girar nuevamente para encontrarse con su mirada carmesí, tan filosa que parecía asfixiante pero aún así no apartó su mirada esmeralda sobre la chica.
Todas las demás personas parecían notar la furia de Katsuki a excepción de la Nana que seguía hablando sobre que fueran solidarias con Izuku y habría dicho otras cosas más si no fuera porque Katsuki alzó una de sus manos para tener la palabra.
—¿Sí, Katsuki? —Izuku observó de reojo a la mujer mayor y su expresión en su rostro solo le indicaba una cosa.
"Ella lo planeo ¿Cierto?"
Izuku estaba más que segura que eso había sucedido y más cuando la mujer observó la mano alzada de la rubia ceniza.
—Los exámenes de ingreso poseen un cierto grado de dificultad, no obstante están básicamente prohibidos para el último año escolar ¿Cierto? —La pecoso no apartó su mirada de la chica.
—Es correcto. —Nana le dio la razón.
—Tsk, eso significaba que ella ha pertenecido a Montessori desde el primer año pero ¿Cómo sabemos que ella realmente está al nivel de nosotras para estar en la clase A? —Todos sabían que Katsuki era muy meticulosa en muchos aspectos y que su forma deducible era impecable.
La peliverde se encontró sorprendida a pesar de que la chica prodigio no fuese de su agrado, era increíble su intelecto.
—Se que todas tienen varias incógnitas sobre el tema pero seré honestas con ustedes —Nana sonrió levemente al ver cómo Katsuki tomaba las cosas más con clama, al igual que las demás —Las personas de son admitidas aquí, es porque son capaces de estar en su lugar.
La verdad era que Nana debía dejar las cosas claras desde el principio.
—Por ende, si la estudiante Midoriya está aquí es porque tiene el mismo nivel académico de cada una de ustedes poseen—prosiguió, notando la molestia de alguien peculiar —No obstante, espero que la reciban con cordialidad y tengan un buen inicio escolar, futuras graduandas.
(...)
Ochako se sentía un poco extraña o más bien la mayoría del salón lo estaba ¿Por qué? Por la extraña forma de Katsuki en las últimas horas, usualmente la rubia siempre fue reservada y también inexpresiva además de su egocentrismo. La nueva presencia de Izuku parecía ser reprochable por la líder, lo cual no entendía. La pelicastaña estaba segura que en el poco tiempo que converso con Izuku, nunca fue descortés y aunque era nueva no pensaba que era un peligro para nadie.
Mientras estaba sumergida en sus pensamientos ni siquiera noto la manera extraña que Jiro la observaba.
—Ochako ¿Te encuentras bien? —la chica trataba de llamar su atención.
—¿Ehhh? Eh sí, Jiro estoy bien.
—¿Estas segura? —Ochako asintió. —Si es extraño que esto pase, pero no te preocupes, Bakugō no creo que se fije en la nueva.
—¿¡Que carajos dices?! —no pudo evitar sonrojarse y al mismo tiempo fruncir el ceño. Jiro trato de disimular la risa, era gracioso ver cómo las expresiones de Ochako cambiaban casi al instante.
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