Amor o deseo, tu decides

Prólogo

"Tengo que llamar a Ian" me recuerdo a mi misma.
Todavía me estoy planteando que ponerme para el viaje y creo que con unos vaqueros azul claro, una camisa de cuadros negros y rojos metida por la cinturilla del pantalón, por encima una chaqueta de lana color crema que me llega hasta los muslos y las botas Panamá esta bien, por que tengo que contar con que incluso dormiré allí, así que con eso me apaño bien. Cuando llego al baño cojo un cepillo y me lo paso por mi pelo castaño claro y me hago una cola de caballo con dos mechones sueltos y rizados "con la plancha".
-Summer ven con tu madre que te queda una hora para irte durante el próximo año- dice mi madre y suelta una risita- Tienes que ver un video que me ha enviado la Tía Bibian- dice y suelta una risotada claramente mayor. Hace muchos años que no la veo hace cinco años, la ultima vez que la vi fue a los once años, ya que yo vivo en Madrid y ella en Barcelona.
Son las 02:15 de la madrugada. Decido bajar y me la encuentro como siempre, es una mujer que de siempre por lo menos desde que ya era consciente de lo que pasaba y veía a mi alrededor la he visto cuidándose mas el pelo y la cara "aunque tampoco tanto como otras mujeres" que el físico, yo como ella no soy súper delgada pero conseguí serlo un poco "ya que a mi si me importa bastante mi físico. Mas o menos" a los trece años, aunque soy de hueso ancho así que soy ancha alta y estoy en mi peso.
Mi madre esta con una cola de caballo de color negro y como siempre su flequillo recto acabado de peinar, lleva una falda negra lisa y pegada hasta las rodillas con unas medias finas y unas botas también negras y una camisa blanca con rayas y una americana negra por encima. Para ser madre e hija tengo que admitir que tenemos gustos muy diferentes.
-Summer ven siéntate aquí- dice dando golpecitos en un sitio en el sofá al lado de ella.
-Mamá ves a la cama, no hace falta que me lleves al aeropuerto yo puedo ir en taxi.
-Cielo, a mi no me cuesta nada son quince minutos en coche y quiero ir a despedirte- dice y suelta una risita suave para sus adentros- imagínate que decides quedarte allí o que...- para de hablar y se le quita la sonrisa de la cara recién maquillada- tengas algún...algún accidente...
-Ven aquí- le digo abriendo los brazos, ella se abalanza sobre mi con un fuerte abrazo- te quiero,te amo, no lo olvides, vales mucho y tienes a Laia... Que a pesar de tener sólo ocho años...te va a acompañar y a querer durante este año y dime...dime que TU te cuidaras y cuidaras de Laia.
-Lo prometo como me llamo Laura, y también prometo que te quiero.
Miro el reloj y...madre mía son las 02:35.
"No llego"