Retorsión

Grandísimo imbécil...

Después de que nos entregaran las medallas por asignación de rango decidimos venir a la casa de la playa que tienen mis padres en el puerto, de eso hace 3 semanas y como son nuestros últimos días antes de regresar a la cuidad a trabajar hemos decidido ir por unos tragos, pero se ha salido de control y ahora estamos cantando y bebiendo como si no hubiese un mañana, pero bueno debemos de valorar esos pequeños espacios para poder divertirnos un poco...

Demonios que apaguen el despertador, me está martillando la cabeza ese ruido horrible, pasan 5 minutos y nadie tiene intenciones de apagar ese maldito ruido, me levanto de la cama y voy a sala apagó el aparato y me quedo en la cocina un momento, antes de ponerme a preparar cafe.

—Ay, buenos días, cómo dormiste amiga— volteo y me encuentro con Ana una de mis compañeras y amigas desde que tengo memoria hemos estado juntas en las centrales.

— ¿Bien supongo, pero no me acuerdo cómo llegamos aquí después de ir a beber, tu recuerdas algo?, antes de que me respondiera sale de la otra habitación nuestros otros amigos.

—Buenos días a todos, vamos a desayunar que me muero de hambre— dice Monserrat y detrás de ella, Andre sale con la camisa a medio poner y se regresa por el celular que está dentro de la habitación, Monse, Ana y yo nos quedamos en la cocina preparando café y unos panes tostados, comenzamos a comer cuando oímos a Andre gritarle a quien sea que esté conversando por el celular.

— ¡No me jodas y me lo dices ahora, hace cuanto que lo sabías... TRES SEMANAS IDIOTA y ahora me dices eso, ¡no se pudo haber ocurrido decírmelo mañana! — dejamos de prestarle atención a la conversación de mi amigo y entre nosotras comenzamos a planear las actividades del dia.

— Bueno que hacemos hoy, bellezas yo pienso que podemos ir a nadar un rato— dice Montse antes de darle un sorbo a su café

 — Les parece que vayamos a dar un paseo por la playa y comemos por ahí— le responde Ana, ambas me voltean a ver y las ignoró por un momento, — Thamar que opinas tu—, las observo un momento antes de tomar una decisión.

— Y vamos de compras también— ambas aplauden como niñas pequeñas, y André sale con el celular en la mano.

— Buenos días hermosas, lamento ser un aguafiestas, pero me temo señoritas que tendrán que cancelar sus planes para el dia de hoy y para lo que faltaba de la semana.

Las tres lo miramos extrañadas, y el frunce un poco el ceño antes de volver a hablar.

— Pero no me miren así, yo no tengo la culpa lo que ocurre es que al idiota de nuestro amigo Leonardo se le olvidó decirnos un pequeño detalle, tenemos que estar en la central esta noche por que hace 3 semanas el dia de nuestra ceremonia de asignación, ocurrió un pequeño problema entre 2 grupos de mafias, y las centrales tomaron medidas de prevención y comenzaron a mover a los más importantes para que se tenga una solución pues prácticamente ya.

— Carajo— se escucha la voz de Samantha, levantamos la mirada hacia ella y nos mira bostezando, — Pero que pasa por qué esas caras—, toma asiento en la barra con nosotros.

—Bueno continuó explicándoles— dice André — Entonces como nuestra central está entre 1 de las 10 más importantes y de ayuda nos necesitan ahi, porque esto se les está saliendo de control a la milicia y los cuerpos de policías.

— Cuales son las otras centrales que se han reclutado Andre.

— Bueno son las siguientes Tham, Primero como siempre es la central de Estados Unidos, Londres, Canadá, México, París, Alemania, Rusia, Israel, Japón, e Italia. Y bueno como nuestra central se basa en inteligencia y operaciones más internacionales que las otras por eso también nos han tomado en cuenta. Pero por lo que me pudo contar Leonardo es de suma importancia que estemos ahí, así que tenemos que irnos a más tardar dentro de 4 horas.

— Genial, nos han arruinado las vacaciones— dice Montse por lo que veo un poco cansada

— Bueno a preparar las maletas y limpiar un poco— dice Ana

— Yo compro los boletos— dice André.

— Y yo que hago o que, estoy pintada— cruza los brazos una muy enojada Samantha.

— Vamos hacer las maletas juntas okey, y ya después nos vamos al aeropuerto, pero André dile a Leo, que por favor ya tenga un coche para todos nosotros en el aeropuerto, por favor.

— Claro que si mi capitana—, me dice y me dedica un saludo militar, le tiro un cojín en la cara, y sale riendo rumbo a el aeropuerto.

Después de unas horas de estar haciendo maletas y prácticamente obligando a Sam que nos ayude logramos terminar todo a tiempo, llega la encargada de la casa de mis padres, y le entregó las llaves, me despido de ella y nos vamos a el aeropuerto, después de unos minutos de hacer el chequeo de nuestros pertenecías abordamos el avión, nos sentamos en el lugar que nos corresponde, estamos esperando que este despegue cuando se sube un último pasajero, está todo listo y comenzamos a volar  así pasa el rato y me quedo dormida, hasta que los gritos de alguien me despiertan.

— Sabes lo que cuesta este traje, no obviamente no lo sabes y lo acabas de arruinar, tirándole lo que sea la mierda esa que traías— veo que le grita un hombre a la pobre auxiliar de vuelo que está temblando de miedo, volteo a ver a los demás tripulantes y veo que nadie hace nada, así que me levanto y voy e intento ayudar a la mujer que está temblando.

— Deja te ayudo, tranquila— le digo a la aeromoza ella me niega con la cabeza un tanto apenada.

— Y tu quien demonios eres, quítate y deja que esta vaya por algo, para limpiarme— niego con la cabeza y levanto la misma y lo encaró 

—Quien te crees tu eh, ella te ha pedido disculpas y fue un error, y si tanto quieres limpiarte la mancha esa ve al baño— y por un impulso le tiro lo que resta de la bebida y si pudiera matarme con la mirada en este mismo instante lo haría.

Terminó de ayudar a la aeromoza y voy a mi asiento, Sam me voltea a ver.

— Joder ese hombre es muy guapo, no lo crees Tham.

Vuelvo a mirar hacia el lugar donde está sentado ese hombre y el voltea a mirar hacia los asientos donde estamos Sam y yo, nos miramos unos segundos antes de voltear a mi hacia mi amiga y responderle.

— Será un adonis para la vista, pero también es un imbécil.

***

Llegamos al aeropuerto y en la sala de espera nos encontramos con Leonardo a quien se le borra la sonrisa que tenía en cuanto observa a un muy enojado Andre, que avanza a paso veloz hacia él.

— Grandísimo imbécil nos has arruinado el descanso que teníamos antes de volver a regresar aquí, y todo porque al pequeño niño se le olvidó decirnos.

— Si ya hasta habíamos hecho planes para lo que restaba del tiempo y lo arruinaste— dice Montse molesta.

— A ver él también tenía cosas que hacer y estoy segura que no quiso arruinarnos a todos los planes, compréndanlo tiene la cabeza en otro lado, como su boda, por ejemplo.

Leonardo me mira agradecido y comenta que el dia de mañana empieza la reunión para dar planes de ayuda con el problema que tenemos encima, nos subimos al auto y llegamos a la central en la cual todos nos identificamos con nuestro nombre rango y comandancia a la que lideramos, salimos y cada uno nos dirigimos a nuestras habitaciones antes que nuestro presidente nos detuviera,

— Capitanes, tenientes buenas noches, me alegro que hayan regresado, me parece que ya están informados de la situación, pero ahora los dejo para que descansen.

—  Permiso para retirarnos, presidente— decimos todos al unísono y él lo concede.

Llego a mi habitación y me tiro a la cama intentando descansar para enfrentar lo que se avecina mañana.