Nat hoy no iría a la universidad, no quería, no podía. Su pecho se apretaba fuerte al recordar al menor feliz, no es que le molestara ello, lo que le enojaba en sí, era que fuera por Nunew y no por él.
Se levantó perezoso de la cama, debía hacer su comida o moriría de hambre. Se alborotó el cabello al sentir sus ojos llenos de lágrimas otra vez al recordar a Max feliz porque New había leído su carta.
–Basta, te vas a deshidratar de tanto llorar. —se regañó mojándose de nuevo el rostro, sus ojos estaban hinchados y rojos. Miró fijamente su reflejo y volvió a llorar.
Bajó la mirada y rió sonoramente mientras volvía a observar su reflejo.
–Nunew es más lindo que tú, por eso Max se enamoró de él, sólo basta con mirarte de esta manera para darte cuenta que nadie se fijará en ti. —se dijo cruelmente dejando salir varias lágrimas.—No eres nada comparado con Nunew.
Se alejó de allí limpiándose las lágrimas con las mangas de su pijama, mejor debía preparar su alimento para sobrevivir.
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–Te ves fatal. —le susurró su amigo entrando al departamento. —Y aquí dentro nada cambia. —se cubrió su nariz mirando al dueño del lugar.
–Dejaré todo limpio después, ahora, por favor...¿Podrías irte? —por hoy no quería verle, debía reflexionar sobre sus sentimientos, actos y pensamientos. Quería estar solo y Nunew no ayudaba.
–Pero, Nat, no me puedes pedir que me vaya cuando estas así —le tomó de los hombros y sacudió.—Él no te quiere, por favor, ya deja esto.
Hubo silencio por unos segundos, luego se escuchó una palmada. Los brazos de Nunew dejaron de estar en los hombros del menor.
–Vete, necesitó estar solo. —el castaño suspiró dándose por vencido y se retiró, Nat rompió en llanto en cuanto la puerta fue cerrada.
Hacía una semana no iba a la universidad y Max ni se preocupaba, sólo Nunew le fue a ver. ¿Cuánto le importa al resto? Suponía que nada al no verles allí.
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Volvió, cambiado por completo. Su amplia sonrisa estaba intacta, sólo algo se le hacía extraño a todos, llevaba lentes de sol. Se sentó frente a Max, este no le dejaba de mirar.
–¿Por qué las gafas? —Nat se encogió de hombros.
–¿Por qué no? —sonrió volviendo a su almuerzo, llorar dos semanas seguidas no le habían asentido bien a sus ojos, debía llevar lentes por lo mínimo una semana.
Max seguía en las misma, igual Nat.
Pasó largo tiempo, Nat se encontraba en su último año, Nat en su penúltimo. Aún seguían hablando, aún seguían sus sentimientos.
–Vaya que eres persistente, Maxie. —dijo burlón Nat—A Panich no le va a gustar ver que le entregas rosas y chocolates a su novio.
Max le miró de reojo, el mayor tenía su vista clavada en el suelo. Miró la puerta café de nuevo.
–Tienes razón, mejor vámonos, no quiero problemas. —Nat le miró extrañado. Se dio media vuelta y comenzó a caminar seguido del mayor.
Fueron a un pequeño parque, todo estaba oscuro ya que la noche reinaba en la ciudad. Se sentaron en una banquita del lugar. Nat miraba de reojo a Max, este observaba la caja de chocolates y las rosas.
–¿Las quieres, phi? —negó, sonriendo.
–Son para New, no para mí. —murmuró débilmente, esa noche le diría sus sentimientos al rubio, esa noche vería alejarse a Max.
–Pero estoy seguro de que él no las va a aceptar. —dejó ambas cosas en la banca de madera y tomo las manos de su hyung.—Él no es como tú.
El ceño del pelinegro se frunció sin comprender. Su sorpresa fue más cuando sintió los delgados labios del menor sobre los suyos.
–Fui muy idiota al no notar cuanto me quieres, phi. Lo siento... —su labio inferior tembló, las lágrimas le nublaron la vista—No llores, no quiero verte llorar.
Susurró limpiando cada gota con su pulgar, Nat no podía dejar de llorar.
–Ahora entiendo las gafas de sol, las veces que estabas llorando porque sí, todo fue mi culpa...¿Cierto? —asintió dejando de llorar.—Te hice tanto daño.
Sus labios volvieron a sentir los ajenos, esta vez cerró sus ojos disfrutando del sabor que estos le ofrecían. Al final del corto beso sonrieron.
–¿Cómo te diste cuenta? —interrogó apoyando su frente en la contraria.
–P'Zee y Jimmy me golpearon, literalmente, diciéndome a cada golpe cuanto te estaba haciendo sufrir. —Nat se separó y arrugó su ceño.
–No te creo. —Max hizo un puchero y asintió.
–Es verdad, P'New los mandó.
–Deja las bromas, estamos hablando enserio.
–Es verdad, si quieres, pregunta a Jimmy. —sugirió sacando su móvil y marcando el número del alto.
–¿Sí?
–Me golpeaste junto a Panich para que "entrará en razón" y me diera cuenta de los sentimientos de Nat...¿Cierto?
–Sí, y lo haría otra vez si le haces sufrir, idiota.—la llamada se cortó, Nat observó a Max, este sonrió victorioso.
–Pegan fuerte ese par de postes. —iba a agregar algo más pero los brazos de Nat en su cuello no le dejaron.
–Ya sabes, no me puedes hacer sufrir de nuevo o ellos te golpearán.—rieron al separase. Max se inclinó un poco y le besó de nuevo.
–No te haré sufrir, no quiero y no puedo.—acarició ambas mejillas rojísimas y depositó un beso en su frente.—Te quiero, Natasitt.
–Yo te quiero más.
Siempre tuvo a un bonito amor enfrente, siempre le tuvo a su lado y no se dio cuenta. Ahora no dejaría que llorara de nuevo, bueno, al menos no de tristeza provocada por él.
Fin...ahora...algo claro...
Nunew amaba a ZeePruk y viceversa, Natasitt amaba a Max....y viceversa.
Todo estaba de vuelta a la normalidad y todos eran felices juntos...y se mantendría así por mucho, mucho tiempo
Fin
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Unknown|| ZeeNunew|MaxNat ✓
Фанфик─No recuerdo nada que tenga que ver contigo....─dijo frívolamente, aunque no quería sonar de esa forma. El rostro del chico enfrente suyo se bañó en lágrimas gruesas que demostraban su dolor ante tales palabras. ─Zee.....─susurró con el pecho dolien...