Capitulo 3

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Mientras daba vueltas en la cama se preguntaba así mismo cuando la culpa dejaría de perseguirlo, no podía dormir todo lo que veía en su cabeza en cuanto cerraba los ojos eran imágenes desalentadoras del caos del accidente. Veía los ojos sin vida y apagados de Christian, escuchaba la voz de Jade recriminando le por lo que había provocado.

Al día siguiente volvería a la escuela, su madre le había dicho que harían una pequeña ceremonia de despedida para su amigo y a pesar de que dijo que estaba listo para asistir no se sentía así en lo absoluto.

No había dormido desde que salió del hospital, suponía que tal vez era por la ausencia de sedantes en su sistema y la abstinencia lo estaba matando, necesitaba la tranquilidad que aquellos medicamentos le generaban, porque a pesar de que no hacían que todo dejara de doler hacia que fuera muchos mas fácil de sobrellevar.

No era posible tener un ataque de pánico si estaba demasiado drogado como para pensar.

-¿No vas a dormir?

Escucho una voz que venía de la esquina de su habitación, había tenido la sensación de que el estaba ahí observándolo pero eso no evito que se sorprendiera cuando lo escucho.

-No puedo hacerlo- Se enderezó en la cama.

-Con todo el ruido en tu cabeza no vas a poder conseguirlo nunca.

Le pareció curioso esa expresión pero no comento nada, porqué tenia razón sus pensamientos eran cada vez mas ruidosos, aunque creía que solo el los escuchaba.

-¿Puedes sentarte conmigo?- cuestionó un poco nervioso. A pesar de que le pareció extraño e incluso aterrador la presencia de el ser frente a el de cierta manera lo ayuda a no sentirse solo, a apagar el ruido en su cabeza cómo el había dicho.

El Ángel lo observo fijamente, debatiéndose entre hacerlo o no durante unos segundos hasta que al fin se acercó a él y se sentó en la orilla de su cama.

-Gracias- susurró cohibido y se recorrió un poco para dejarle más espacio.

-Ahora duérmete- había algo extraño en su forma de hablar sin ninguna emoción y a pesar de que sentía escalofríos cada que lo escuchaba no se sentía asustado. No quería dejar de escucharlo.

- ¿Te puedes quedar? Por favor- Se sentía estúpido pidiendo tal cosa seguramente tenía asuntos más importantes que resolver, cómo acabar con la pobreza o quizás la paz mundial. Pero aún así lo hizo. Se quedó y a pesar de que no menciono nada mas su simple compañía era mas que suficiente para Declan.

No supo en qué momento se quedó dormido pero en la mañana que despertó se dio cuenta de que el ser sobrenatural que lo había consolado durante la noche ya no estaba ni tampoco la calma que sintió junto a el.

No quería ir a la escuela, no sé sentía ni siquiera capaz de poner un pie en ese lugar sin llegar a enloquecer y perder el control de si mismo por completo.

Levantarse en la mañana nunca le había parecido tan difícil hasta ese día. El dolor emocional era tan grande que se reflejaba en dolor físico, haciéndolo sentir agotado.

Desayuno en silencio con sus padres, rehuyéndoles la mirada y evitando hablar. Debido a que el seguro no había remplazado el auto de su padre iría en bicicleta a la escuela así que tendría que salir de su casa antes de lo que acostumbraba a hacerlo. En realidad si lo pensaba bien prefería ir solo en bicicleta, que tener que compartir el auto con su padre, aun no estaba listo para hablar y sabia que eso era precisamente lo que Patrick intentaría.

Cuando subió a su habitación por sus cosas se percató de que el ambiente estaba un poco más frío de lo normal y cuando volteo hacia la cama noto que ahí parado a lado de la cama estaba su ángel, quien poso su mirada en el en cuanto entro.

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