CARTA #2

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Tres semanas sufriendo en silencio, aunque ya dije que la culpa es tuya no puedo evitar echarme también a mi dicha culpa, con el pasar de los días he pensado demasiado, y...

¿Y si la culpable soy yo?

Digo, ¿podría ser la culpable de que esto no funcionara? ¿Esto? Sí, aquello que teníamos o por lo menos que yo pensé que sí, que lo teníamos.

Aunque no puedo evitar tener este tipo de pensamiento he aprendido a evitarlos, evitar, eres el mejor en evitar algo de lo que no querías hablar, una red flag de la cual a estas alturas me vengo a dar cuenta, quita con fiereza la lágrima que comenzaba a rodar por mis mejillas a punto de llegar a este hoja donde esta este escrito puesto.

Pero tengo esperanzas porque podré seguir adelante sin ti.

Ahora me duele, me quema y me lastima pero pronto no lo hará.

Y después de soltarte seré capaz de ser feliz por mi cuenta y sobre todo lejos de ti. 

¡NO QUIERO SER SU REEMPLAZO!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora