Hace dos meses fue que descubrí tu traición, pero Dios, sólo él sabe lo que me dolió saber aquello, después de conectar todos los acontecimientos y puntos me di cuenta que siempre lo supe, de manera indirecta pero aún así lo supe. Y me dolió aún más saber aquello, saber que a pesar de que una voz en mi cabeza me gritaba que me alejara decidí confiar en ti.
Por esa misma razón es la que llegó a pensar que fue mi culpa, y pienso, me como la cabeza pensando y logró reflexionar que no lo es, que no es mi culpa. Soy consciente que ejecute las acciones de la manera correcta, di lo mejor de mí, te abrí un lugar en mi vida y mi corazón, yo no pude ser la culpable, ¿o sí?
Porque todos merecemos la mejor versión de alguien, y yo fui la tuya.
Puedes llegar a creer que todas estas cartas son todo un insulto pero no lo son, sólo son el desahogo de mi pobre corazón dolido.
Dos meses atrás también descubrí a ella, ¿a la persona por la que me dejaste, la que me cambiaste o la que me utilizaste? Así es, a la misma.
Aquella por la cual me heriste tanto porque nunca pudiste superarla, es que de hecho nunca lo intentaste, todo era un bucle, un callejón oscuro sin salida, fue todo aquello de lo que intenté salvarte. Fue en vano porque el que no quería salvarte eras tú. Y lo entendí tarde, muy tarde, lo hice cuando ya estaba destrozada.
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¡NO QUIERO SER SU REEMPLAZO!
Short StoryEl amor también nos hace mal pero no queremos aceptarlo. Créditos en la portada a @Suca_08