CARTA #1

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En muchas ocasiones solemos pensar que el comienzo de un hecho siempre traerá algo positivo para nuestra vida, bien, hoy decido decir que aquello es lo más absurdo que se puede llegar a decir una vez en esta vida tan cruel y vacía.

¿Por qué? Porque este comienzo nunca es bueno, aunque yo como ser humano no soy un ser supremo que puedo determinar con exactitud cuando algo es sumamente bueno o no, puedo determinar con seguridad que conocerte fue lo más malo de esta vida, y no lo digo porque te odio ya que esto no es así, sino que, ¿podrías imaginarte siquiera el sufrimiento que trajiste a mi vida? Estoy más que segura que nunca lograrías pensar sobre aquello porque debo de aprender a aceptar que no todos son buenas personas como yo lo soy, y sé que puede sonar muy egocéntrico que se autodenomina como una persona así a mi persona, pero desde hoy comenzaré a decir todo aquello que es verdad y que en el pasado no me atreví a decirlo para evitar lastimarte aún así cuando me lo estaba haciendo a mí misma.

¿Debemos? ¿Debo? Sí, debo, porque al final de cuentas estamos hablando de mí, así que, debo decirte muchas cosas, demasiadas, me desahogare a través de estas cartas que siendo sincera no sé si estas mismas logren algún día ser leídas por ti. Pero no importa esto por el momento, aquí vamos.

Siempre creí que tener con quién compartir era sumamente importante para darle sentido a la vida de alguien, es decir, estar solo o sola no estaba tan bueno después de todo, porque si era así, ¿con quién podríamos compartir secretos, aventuras y momentos inolvidables? Sí, me refiero al sentido amoroso. Tener tu amor, tu otra mitad, la persona correcta, la persona destinada para ti.

Hoy con lágrimas en mis claros ojos odio tener este sentimiento y profundo dolor en el pecho, no logró determinar en sí donde es la zona que me provoca tanto dolor, por ende he decidido llamarlo un corazón oficialmente roto. El mismo corazón que te entregué y te encargaste de romper.

Sé que no está bien darte a conocer las palabras que cruzan por mi mente porque pueden llegar a ser crueles para tu persona pero como decidí ser sincera, te echo la culpa de mi corazón roto, tú eres el culpable. Fuiste la persona por la que intenté hacer de todo, incluso reparar tu corazón, ya que tú lo tenías roto primero, y luego me lo rompiste a mí.

Quizás no sepa tus motivos por lo que me hiciste aquello, o quizás si los sepa y no los quiera aceptar, pero una cosa de la que estoy segura es que ya no esperaré más por ti, tú fuiste el que sepultaste lo mucho que te amaba, tu sepultaste mis sentimientos, y no los pienso desenterrar los dejaré descansar en su tumba y no los perturbaré más al pensarte, porque me lastima, tú me lastimas. 

¡NO QUIERO SER SU REEMPLAZO!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora