Hermione conoció a Draco cuando ambos tenían doce años, ella era nueva en la escuela y él había estado casi toda su vida en la misma estudiando. Al principio intercambiaron solo unas dos oraciones demasiado incómodas, Draco le había dado la bienvenida tratando de ser amable y ella solo le correspondió el gesto.
No tenían demasiado en común, sobre todo porque a veces Draco solía ser algo brusco en aquellos años. Más que todo, presumido, cegado por el deseo de ser el primer lugar en todo: la clase, los talleres extra curriculares o la popularidad. Pero Hermione se convirtió en un obstáculo para eso en cuanto a las calificaciones que fue obteniendo en la mayoría de asignaturas, fue así como de pronto el primer lugar se había encontrado disputado por ambos. No era una rivalidad como tal y si hubiese tenido un nombre sería una competencia silenciosa por diferentes objetivos.
Y como niños que eran, sus pasatiempos no siempre tenían que ver con estudiar. Fue Draco quien se fijó en Hermione aquella vez. Ella sostenía entre sus manos delgadas y pequeñas un libro que conocería en cualquier lado, el primer tomó de El Señor de los Anillos. Los ojos brillantes del niño solo reflejaban admiración y un incontrolable deseo de poder hablar sobre eso, ese sentimiento curioso cuando los gustos personales son también los gustos de alguien más.
Los amigos de Draco preferían los videojuegos, lo cual también estaba bien porque los disfrutaba pero ninguno de ellos tenía la intención mínima de leer algún libro por pura voluntad.No podía verse como un ñoño ante ellos, porque no era tan cool o lo que sea.
Nunca contó los pasos que dió ese día, solo que caminó con bastante prisa, sintiendo el corazón martillar en su pecho por el nerviosismo. Menos mal Hermione ignoró toda su anterior pelea en matemáticas porque ella incluso le pasó el libro, para que mirara la edición.
Al día siguiente Draco llevó al colegio los demás tomos que él tenía con el propósito de pasárselos a la niña. Luego de eso, cada vez que podían se juntaban a hablar de libros en los recesos, y luego se habían encontrado almorzando juntos, hasta que finalmente fueron unos come libros amantes de personajes ficticios y mundo fantasiosos.No se parecían en nada. Habían sido criados de maneras diferentes y mientras que para Hermione las apariencias no eran importantes, el entorno en que el abuelo Malfoy había criado a Draco le decía que todas esas cosas importaban. Desde cómo era una persona hasta con quienes se juntaba. Es extraño como a pesar de las grandes réplicas que podría recibir por juntarse con la hija de tan solo un par de dentistas, Draco quiso ir en contra de las normas. Fue la primera vez que hizo algo que su familia señalaría como escandaloso. Lo siguiente escandaloso que hizo fue darle un beso a un compañero, un niño que era tan bonito como distraído, Draco se sonrojo hasta las orejas, el chico se fue de la ciudad y nunca más supo de él.
Hermione tenía catorce años cuando su amigo le confesó como condena de muerte, que le gustaban los chicos.
—¿Te acuerdas de lo que le dijo Legolas a Gimli? —había dicho Hermione en respuesta aquella vez, los ojos grises lagrimosos le miraron con confusión. — Sería un honor para mí morir con un amigo. Y yo quiero que con eso entiendas: que te aprecio, hoy y para siempre.
Es algo increíble, pero los catorce años fueron sin lugar a duda la edad que marcaría por siempre grandes cosas en sus vidas.
En la casa de los Granger pasaban pijamadas cálidas. En una de ellas fue cuando descubrieron el nuevo lanzamiento digital "Harry Potter y los Cuatro Reinos", y juntos iniciaron aquella aventura. Página tras páginas devoraron los capítulos gratuitos antes de decidir comprar el libro. No bastaron muchos capítulos para que Draco aceptará que su personaje favorito era Harry, que tenía una debilidad con él y que todo lo que saliera de sus diálogos era la cosa más genial existiendo. Además fue cuando hizo un vergonzoso fanart.
Su amiga tenía más bien una debilidad con el rey Ron, el joven rey que solo estaba en busca de su hermana y aquella misma inclinación de debilidad estaba por Luna y su fascinante mente.
Eran dos niños que se hicieron amigos, crecieron juntos y juntos se aventuraron en el mundo que les esperaba. Quizá uno más preparado que otro para crecer y aceptar el paso del tiempo.
Lastimosamente la vida no solo se traba de noches comiendo papitas fritas o dulces masticables, viendo películas animadas o leyendo libros de fantasía. La vida era mucho más que solo Calabozos y Dragones. Y aquella cosa se había instalado en la mente de Draco de una manera silenciosa.
Se había acostumbrado a releer el libro de Harry Potter cada vez que estaba triste, angustiado o asustado por algo, en este caso había estado sintiendo las tres, al menos así era desde que cumplió los dieciséis.Hace pocas semanas atrás su padre se había acercado a hablarle sobre el futuro que le esperaba en Inglaterra, porque después de todo ese era su hogar y debía volver para dejar en alto el apellido Malfoy. Draco no estaba muy seguro de cómo hacer eso, su familia era sencilla y haber sido descendientes de nobles que murieron hace cuatro siglos atrás no era realmente algo que le importará.
—¿Hay algo que me quieras decir? —preguntó Hermione, mirándolo.
Una parte de Draco podría decir la verdad y la otra, podía simplemente mentir y decir que se quedó dormido muy tarde.
Prefirió mentir.
—Esta es mi cara de todas las mañanas, no te espantes. Ganas de estar aquí cero, ganas de estar en mi casa mil. —sonrió.
Pero el bicho que estaba creciendo en Draco no se marcharía, no si lo estaba escondiendo y callando. Como cualquier adolescente estaba presentando temor al futuro.
Tal vez el muchacho no estaba bromeando cuando pensó en estar en el mundo de Harry Potter, tal vez creyó erróneamente que por tener magia el personaje estaba libre de responsabilidades.N/A: Hola, hola, lamento decirles que esté capítulo ya iba por la mitad cuando me dí cuenta que parece un absurdo copiado del capítulo 2. Maldita sea, pero bueno, medio relleno medio no tanto. Después de todo, debe haber una razón por la que Draco deseé desesperadamente que un personaje ficticio sea real.
Gracias por leer, espero que en algo hayan podido disfrutar este capítulo u.u ✨✨✨

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Deseo que seas real
FanfictionDonde Draco esta obsesionado con un personaje literario. Y donde un simple deseo hace que su vida cambie, para bien o para mal. |Draco Malfoy × Harry Potter | PORTADA Y SEPARADOR HECHOS POR: @0H-C34S3R