Deseo que seas real

SEIS

Estaba todo cubierto por una espesa capa de humo, un humo tan espeso capaz de cegar la vista, y nublar la razón, el mayor temor era que aquel humo también era capaz de consumir los Sueños. Harry Potter lo conocía muy bien, había escuchado historias aterradoras sobre aquel humo, de como niños perdían la capacidad de soñar en santiamén. Era aterrador, porque a diferencia de quien no sueña nunca, cuando un soñador pierde sus sueños pierde la vida. La imaginación habita justo allí y por eso mismo el Humo tenía hambre de ese poder tan grande e infinito en el mundo, porque podía durar para siempre — a veces, de un bocado se desvanecía—.

—Harry Potter y los Cuatro Reinos.

Lo antinatural siempre tiene su forma de manifestarse. Los detalles de la naturaleza que envocan algo que va más allá de lo naturalmente ordenado por las leyes invisibles del mundo siempre tiene cómo expresar las circustancias que desplazan su seguridad.
Draco estaba durmiendo tranquilo, luego de una tarde entre pensamientos espantosos y miedos inevitables. ¿Quién puede culpar el desesperado deseo de evitar que el tiempo avancé? De crecer y de junto a ello, arrastrar un montón de expectativas que parecen ser inalcanzables. Bueno, Draco incluso debería comprender que no existe un tiempo para las pasiones, para sentarse a ver una buena película ya sea de acción o simplemente desvelarse a lo tonto viendo caricaturas. No existe nada que garantice que a cierta edad ver Naruto, dibujar, inventar mundo imaginarios o amar Harry Potter y los Cuatro Reinos es advertencia de delirio.

Pero Draco es joven y el eslabón social de la vida adulta parece hacerle sentir imposible de encajar incluso antes de intentarlo. De allí su palpitante deseo.

"Deseo que seas real", un grito irónicamente silencioso a un personaje irreal.

Y como de todas formas Draco ya se había dormido, no escuchó ni sintió la lluvia caer furiosa sobre la noche. Golpeando con pequeñas gotas la ventana, tratando de entrar o derribar de alguna forma a la vocecita que quiso atravesar Mundos que no deberían ni tocarse. La lluvia es demasiado altanera para creer que un adolescente —que ama en particular ese sonido—, se iba a despertar solo porque ella se pronunciaba. Ni el viento soplando fuerte impidio que el sueño dejará a Draco, cansado desde adentro haciendo crecer sus miedos lo suficientemente grandes para que alcanzarán el tamaño de un edificio.
La noche es inquietante para los que permanecieron despiertos, algo estaba yendo mal en ese momento.

Una advertencia de lo que estaría por venir.

Cuando Draco despertó a la mañana siguiente tenía varios mensajes de texto de Hermione, quien le señalaba que la noche se sintió un poco aterradora. Que una sencilla lluvia había traído consigo un viento fuerte, que casi parecía murmuar en una lengua inexistente. Draco sonrió ante la exageración de su amiga, de la idea de que el cielo se estaba cayendo y él, tan cansado que estaba no tuvo el valor de contemplar tan importante hazaña. Abrió la ventana de su habitación, las calles estaban llenas de pozas de agua, el cielo nublado y los árboles aún con hojas que goteaban. Bueno, sí había escuchado un poco de la lluvia pero la imagino como una lluvia suave. Caminó hasta la cocina, en pantuflas listo para servirse un delicioso desayuno apropiado para el clima y para complementar se sentaría en la sala frente al televisor para ver alguna buena película. Una de Disney, quizá, para reírse un rato o puede ser que viera Brother Bear porque también está medio perido con su futuro como el protagonista. Es probable que Hermione sea su hermana no de sangre.