CREEK +18 one shots

Alone

Ha pasado un tiempo desde que no te he vuelto a ver sonreír quizá es mi culpa que tu bella sonrisa se haya apagado.

Los años que llevamos juntos han hecho que el estar juntos se vuelva una monotonía.

Estas acostumbrado que por la noche regrese cansado y simplemente me siente en aquel sillón que compramos juntos cuando nos mudamos juntos, prendo la televisión y junto con las voces de los locutores me duermo, dejándote abandonado en nuestra habitación donde me esperabas entre cálidas mantas.

Me aferro a que aún podemos salvar todo esto, sueles intentar revivir nuestra relación sin embargo soy un idiota que apenas lo nota, me enfado demasiado seguido debido al estrés y cansancio, solo te lastimo con palabras hirientes pero tu siempre sabes como devolverme los golpes.

-¡TU Y TU MALDITO CARACTER TUCKER ME ENFERMAN!- sueles gritarme.

A veces me dejas solo 2 o 4 días seguidos, te quedas en el almacén de la cafetería de tus padres, en esos días mi orgullo me impide irte a buscar, para traerte de vuelta a nuestro hogar.

Nuestras reconciliaciones son tan agridulces, sueles llegar con bolsas moradas debajo de tus preciosos ojos azules, tus ojos están hinchados de tanto llorar y se nota que llevas días sin probar bocado, simplemente abres la puerta para tirarte encima mío en el sillón y me dices lo mucho que me has extrañado, duele tanto porque el que debe disculparse soy yo, en cambio tu asumes la responsabilidad y te disculpas mientras besas mi mandíbula con vehemencia.

 En el hogar en el que crecí me enseñaron a no mostrar como me siento, pero junto a ti soy tan trasparente, cuando estamos acostados acaricias mi rostro, me miras directamente a los ojos, a traes mi rostros hasta tu pecho y simplemente me dices que todo estará bien.

Nada ni nadie puede hacerme daño si estás presente, soy un monstruo, una sanguijuela que extrae todo lo bueno de ti, todo ese amor, toda esa vida.

¿Cuándo he hecho algo parecido?, ¿Cuándo note lo mal que te sentías?, ¿En que momento te comenzaste a desvanecer?, siempre pienso egoístamente en lo que me sucede a mi y solo mi, pienso que recargo energías al verte, al abrazarte, al besarte y cuando nos volvemos uno pero en ningún momento fui yo quien estuvo para ti, siempre estuve ocupado, cansado y enfadado.

Días, meses, años juntos que nunca imagine que un día me fueras a dejar.

Ese día antes de salir a trabajar tu simplemente me abrazaste por la espalada y me dijiste

-¿Por qué no te quedas hoy? Esta lloviendo a fuera podrías enfermar, anda quédate conmigo y durmamos un poco más- me miraste suplicante.

Solo bese tu frente y negué.

-Tengo pendientes que terminar cariño- te abrace un poco más.

-Lo entiendo pero te necesito- suplicaste.

-Perdón pero se me hace tarde- me aparte.

Mientras caminaba por los pasillos del condominio de departamentos, te asomaste por la puerta gritándome.

-¡Craig, te amo!

Soy un idiota de lo peor, eso es poco para describir la horrible persona que soy.

Me considero un observador pero no puedo evitar culparme por no haber visto que el brillo de tus ojos había desaparecido, que las sonrisas sinceras eran remplazadas por falsas sonrisas y que la muerte se había enamorado de ti.

Fue doloroso, no hay palabras para explicar cuanto dolor y pesar sentí ese día, cuantas veces me culpe cuantas veces me golpee, las ganas que tenía de acompañarte, de volver a verte.