UNA DESPEDIDA EN PARIS

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En Una noche fría a finales de mayo, se encontraba Waleska sentada en un banco, mirando las parejas felices que transcurrían frente a la torre Eiffel.
Hermosa ciudad, París; Denominada ciudad del amor, donde cientos de parejas viajan para jurarse amor eterno en el puente Pont des Arts, donde colocan candados con sus nombres y botan la llave al río.

París, ciudad de visitar en compañía más, sin embargo, ella se encontraba sola fumándose un cigarrillo contemplando el panorama, mirando siluetas abrazadas ir y venir con enamoradas sonrisas en sus labios.

Imágenes que la hicieron recordar que un año atrás ella formó parte de esas parejas, también fue unas de esas mujeres embriagada de amor, que se perdía a través de la mirada de quien la acompañaba. Recordó también que aquel puente tenía un candado con sus nombres tallados, que ella también había jurado frente a la torre "Amarlo para siempre", ella también fue, Feliz.


Sintió cómo sus ojos se empañaban llenándose de lágrimas, miró al cielo tontamente buscando una señal que sabía que no encontraría, tontamente hizo ese viaje a París con la idea de sentirlo cerca, de verlo nuevamente. Se levantó del banco donde estaba sentada dándole una última calada a su cigarro y tirándolo al suelo, camino hacia al frente de la iluminada torre y sonrió tristemente, abrazándose a sí misma, se dijo:
- Prometí amarte siempre, y lo seguiré haciendo aunque ya no estés presenté. Dos años de tu partida y el dolor sigue latente. Sé que debo continuar con mi vida, así tú lo querrías, esta es la razón por la que hice este viaje, para prometerte que seré feliz, tan feliz como tú hubiese querido. Gracias, por tanto. ¡Descansa en paz amor mío!

Limpiando las lágrimas que mojaron sus rosadas, sus mejillas se retiró del lugar, mientras la luna llena, observando su nostalgia, tras las nubes cargada de lluvia, se escondía.

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