- ¿Qué somos? Le preguntó Mailyn a Frederick, mientras yacía acurrucada en su pecho, luego de haber compartido largas horas de buen sexo.
- Mejores amigos. Le contestó sincero, acariciándole suavemente su negra cabellera.
Los ojos de ella se humedecieron, tenía la esperanza de escuchar otra respuesta. Es cierto que tiene mucho tiempo conociéndose, pero aproximadamente tenían 6 meses compartiendo sexo. Se llevaban superbién, hablaban a diario por WhatsApp, se cuidaban mutuamente, compartían secretos, risas, malos y agradables momentos. Pero, para ella estar con él, se había convertido en algo más que quitarse las ganas sexuales, más que una "mejor amiga", se había enamorado.
Lamentablemente, la respuesta a su pregunta le aclaro las dudas que tenía, para él, ella solo era la buena amiga con la cual compartir cama, secretos y fantasías.
Mailyn, se levantó de la cama, tratando qué las lágrimas que tenía acumulada en sus ojos no se derramarán. Él la miró alejarse de su lado y suspiro.
-¿Por qué necesitas etiquetar lo nuestro? Acaso, ¿No estamos bien así? Le preguntó.
Ella con voz molesta, le contestó:
-Descuida, entendí que únicamente me busca para follar. Soy la amiga con la cual desahogas tus penas y tus ganas. ¡Soy una maldita estúpida!
Él se levantó, se dirigió hacia ella y la abrazo por la espalda, oliendo el dulce olor a vainilla que siempre llevaba en su cabellera y qué le encantaba.
- Sabes que eso no es verdad. No te busco nada más por placer, aunque admito qué tener sexo contigo es fantástico. En realidad, no sé lo que somos y la verdad no me interesa ponerle un nombre a lo que tenemos. Solo sé que eres la primera persona a quién le escribo en la mañana y la última antes de irme a dormir. Eres la persona a quién recurro cuándo tengo problemas o cuando estoy feliz. Eres la persona con la que puedo dormir abrazado sin haber tenido sexo. Eres la persona con la que paso más tiempo. Mi confidente, mi amiga. ¿Por qué es tan necesario ponerle un estatus a esto?
- ¡Por qué te amo! Le dijo ella, entre lágrimas. -Necesito saber qué soy algo más para ti que una amiga con derecho a sexo. Necesito saber que sientes por mí. Que esto es algo más que vernos a escondidas. Que somos una pareja.
Frederick se alejó, tristemente le contestó:
- Lo siento pequeña, ¡No te puedo ofrecer algo más que esto por el momento!
Llena de rabia, impotencia y dolor, ella le pidió que se marchara.
Y fue así como acabo todo... Ella pensando qué él no la quería lo suficiente para etiquetar su relación ante la gente y Él, entendiendo que su forma de quererla, para ella no era suficiente.
Moraleja: "El hecho de que alguien no nos quiera cómo queremos, no significa que no nos quiera con todo su Ser"
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Los Relatos De Estrella
RandomEl libro que ahora mismo tienes en tus manos es un fiel reflejo de lo variante que puede lograr ser mi inspiración. En los Relatos de Estrella, Podrá encontrar en cada página, una historia diferente de la con la cual te puede, quizás, identificar. E...