¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
La noche era lúgubre, las estrellas se ocultaban tras las nubes de color gris, parecía que en cualquier momento la carga de los algodones grisáceos se rompería en millones de fragmentos acuosos, sin embargo, el agua que en estos momentos caía al suelo no pertenecía a la lluvia, si no a las brillantes lágrimas de Wang Yibo.
El camino frente a él se desenfocaba como el lente de una cámara fotográfica, todo enfrente suyo le era confuso, corría con todas sus fuerzas, pero por alguna extraña razón se sentía pesado, como si se hundiera en los abismos oceánicos, sometido a presiones descomunales sobre su cuerpo.
De repente Yibo es sujetado del hombro, haciendo que sus miradas, al igual que dos corrientes oceánicas se encontraran causando precipitaciones.
— ¿Qué fue eso?— preguntó una voz desconcertada proveniente del pelinegro.
Justo como Yibo temía.
El mayor lo miraba desentendido de la situación, esperando una respuesta, pero el castaño no la tenía.
El menor estaba sufriendo una crisis existencial, realmente amaba el chico de la sonrisa de nieve, como le apodó por lo bello de su expresión al sonreír, asemejándose a un paraíso nevado, no frío pero si precioso.
En este momento ¿que era más importante? ¿Tan difícil era tener la aprobación de su hermano y a la persona que amaba?
Un sudor frio se condesaba en gotas sobre su frente, su manzana de adán se deslizaba de arriba abajo denotando la ansiedad que en ese momento estaba sintiendo, millones de pensamientos invadieron su cabeza pero sólo uno escapo entre sus labios hacía el chico de la sonrisa de nieve.
—No podemos estar juntos— susurró decepcionado, sin percatarse de que lo había pronunciado.
El pelinegro lo miró confundido.
—Creo que estas confundiendo las cosas— le respondió a secas, un brillo inusual se vislumbraba sobre los labios del Xiao Zhan, era el efímero rastro húmedo de la saliva del menor.
—Vine porque recordaba haberte visto en este parque, tu hermano está muy preocupado por ti— acortó la distancia entre ambos para generar confianza y romper el silencio, pero el castaño volvió a posar sus labios sobre el chico de la sonrisa de nieve.
Este roce entre labios fue distinto al anterior, más marcado al contacto, por unos instantes el mundo a su alrededor desapreció, haciendo que Zhan se dejara llevar por el beso, el cual poco a poco se iba intensificando. No fue hasta que una lengua intrusa en su cavidad bucal lo hizo despertar del trance.
"Mierda" pensó Zhan. "¿Por qué sentí esto con éste chico? ¿Y no con su hermano? Se supone que no soy así, justo hoy he besado dos chicos que aparte son hermanos"
Éste beso fue diferente, ambos lo sentían, sin embargo no podía pasar a más.
"Estoy tratando con su hermano en un plan más serio y Yibo es menor que yo"
