02

3 0 0
                                    

Ari se encuentra rodeado de compañeros de trabajo, están en una reunión de marketing de la empresa de ropa de su padre, ella es la segunda al mando y una de las principales diseñadoras de la empresa.

Suena el teléfono, el tono personalizado le hace saber enseguida que es Jeremy, ella se levanta de su asiento y camina hacia el lobby para tener un poco de privacidad, la reunión toma una pausa.

—Hola bebé, ¿Paso algo? —Dice Ari sonriendo aunque él no pueda verla.
"Hola mol, este~. Voy a hacer una búsqueda a la montaña del lado sur de la ciudad, con tres sujetos." Dice él, ella sabe incluso los gestos que el hace cuando habla por teléfono.
—Me agrada que seas tan precavido siempre, déjame tomo un lápiz.... —Saca un lapicero y una libreta de su bolsillo, apolla su teléfono con el hombro para tener su manos libres para anotar. —Ok dime. —
"Uno se llama Oscar, dueño de la perra Rottwailer, otro se llama Víctor es alto y muy musculoso, otro Daniel de cabello largo, pálido. "Dice sin pausar.
—Ok, lo tengo, ten mucho cuidado mol. —
"Sí, te amo, cuidate." Cuelga el teléfono.

Esto lo hacen como medida de seguridad pues por algún accidente o se llega a perder. Aunque jamás lo han tenido que aplicar.

Ella vuelve a la reunión y su jornada de trabajo hasta casi las siete de la noche.

—¿Como fue la reunión, Ari? –Le pregunta la mujer refinada y de frondoso cabello rubio que acompañaba la mesa.
—Ay, mamá, todo un éxito, ya le pusimos nombre a la nueva línea de ropa y tenemos una pasarela en Francia. Iré con papá el sábado. —Dice Ari un poco emocionada.
—Sí, Leonor, nuestra hija es un genio, todos quedaron fascinados con las prendas que Ari hizo. —Dice el hombre al lado de Leonor, padre de Ari, llamado Raúl.
—Aunque el crédito no es sólo mío, Jeremy me dio muchas ideas en varios de los vestidos, sabe dibujar muy bien. —Se sonroja un poco.
—¿Cómo está el muchacho? —Pregunta Raúl después de bajar la porción de arroz con un vino.
—Esta muy bien, el sábado tiene un pelea, estaba buscando la forma de quedarme para verla, pero creo que no se va a poder. —Hace una mueca de disgustos.
—¿Pero a que hora es? —Pregunta Raúl.
—A las diez de la mañana pero se tardan un poquito más en iniciar... como a las once. —
—Bueno, puedes quedarte con él a ver la pelea y sales a las dos para Francia. Sí te dará tiempo. —
Ari pela los ojos de alegría, casi brinca a abrazar a su padre. —¡Haaa~! Gracias papá, ¡Te amo! ¡Te amo! —Le tira un beso de la emoción, ellos sonríen al ver la felicidad de su hija.
—Es más, él siempre gana y no queda tan aporreado, porque no te lo llevas y tienen un rato bonito en Francia después de las pasarelas? —Dice Leonor haciendo un gesto con las manos.
Ari abre sus ojos pero en seguida niega. —No puede, porque Jeremy no deja que nadie cuide a Luna y no le gusta la idea que la duerman para subirla al avión, a mí tampoco me gustaría en realidad. —
—Que pena... Bueno para cuando regreses entonces. —Dice Leonor terminando todos de comer, iba a levantarse pero Ari los detiene.
—Ma, pa, tengo algo que comentarles. —Siente un poco de nervio. Ellos esperan. —Saben, Jeremy y yo ya tenemos años juntos, se nos hace complicado el poder vernos tan pocas veces al mes, él me propuso vivir juntos.

Su dos padres se observan mutuamente, luego la miran.

—¿Qué quieres hacer? —Pregunta su madre con voz gentil.
—Mamá, yo amo a ese hombre, quiero verlo y estar con él y Luna, así sea por las noches. Yo quiero vivir en su casa. —Se sonroja mucho.
—Bueno hija, ya tú eres una mujer hecha y derecha, él es un buen muchacho, si piensan estar preparados para tomar este escalón yo te apoyo. —Dice Leonor, Raúl asiente sonriendo.
—¡De verdad muchas gracias! —Sale corriendo para abrazarlos con mucha energía.

Estaba feliz, su corazón está brincando de emisión ya no se contenía en contarle a Jeremy que mañana mismo saldría corriendo con sus maletas a su casa.

Las horas pasan, tiene una larga ducha, se pone su piyama y se recuesta, marca al teléfono de Jeremy y cae la contestadora, así todas las veces más que marcó, su corazón latía rápido, estaba ansiosa.

Marca el número de Cristián, el manager de Jeremy.

"Buenas noches, Ari. ¿Qué pasa?".
—Hola, Cris, ¿Sabes algo de Jeremy? Le estoy marcando y no contesta, pensé que estaría contigo. —
"No, solo supe que esta mañana fue a buscar un perro."
—Sí, yo hablé con él esta mañana pero no me ha escrito que regresó a casa ni nada. —
"Quizá se le haya pasado, a lo mejor está dormido, lleva entrenando muy duro por la pelea, más caminar con Luna todo el día se le debe hacer agotador".
—... Sí, tienes razón. Lo dejaré descanzar, mándale saludos a tu esposa y a los niños. —
"Ok, buenas noches Ari, cuídate. " Ari cuelga el teléfono y da un largo suspiro.

Por más que lo intento, su pecho no se quedaba quieto, como que su corazón le hablará, no pudo conciliar el sueño casi hasta la madrugada.

Se levantó más temprano de lo normal, se puso un vestido y apenas se peino, ignoró el maquillaje y tomo su auto para ir a casa de Jeremy. Para su sorpresa no estaba, no paro de tocar el timbre y llamarlo por unos largos minutos pero no contestaban. Lágrimas de preocupación salían involuntariamente de los ojos de ella, regresa a su casa y su padre estaba ya por salir, el semblante alegre de Raúl se desvaneció al ver el rostro pálido y húmedo de su hija, la abraza y ella empieza a sollozar mucho.
—¡Ariana! ¿Que pasa?. —Pregunta él muy preocupado.
—Jeremy no está en la casa papá, no me escribió anoche y lo fui a buscar y no estaba, ¡¿Y se le pasó algo?!— decía entre sollozos.
—Niña, niña, respira, calmate, quizá salió muy temprano a hacer algo o se quedó afuera por algo. —Le consuela.
—Pero no me responde el teléfono, él no es así, avisa siempre que sale y llega, papá, estoy asustada. —Leonor sale y puede escuchar lo último, sale a abrazarla también.
—Mi amor, vamos adentro por un té, calmate quizá su teléfono tiene problemas, esperemos un rato y seguro aparece mija.... —Logran hacer que entre y se relaje un poco, logran ir al trabajo y no pudo concentrarse nada en ello, algo le decía que Jeremy no estaba bien.

Jeremy este asustado, no puede ver nada, le quitan la capucha y puede ver aquellos dos sujetos que estaban en el tiroteó.

Estaba el hombre musculoso y calvo con tatuajes en el cuello, con su perro grande al lado que lo miraba como si quisese devorarlo vivo.

—¿Donde está Luna? —Aunque está muy asustado habla con calma.
—Eso no importa, lo que importa es todo lo que sepas de esos hombres que nos disparaban, mataron a varios de los nuestros, el que escapó era la pieza principal y tienes que contarnos todos. —Su voz es muy rasposa.
—Y-y-yo no sé nada. —titubea. —Yo solo estaba haciendo un servicio de búsqueda pero no sé nada de ellos.
—No te quieras pasar de listo marica. —Dice el otro sujeto sacando una navaja y poniendo el filo en su rostro.
—Lo juro, yo y mi perra nos dedicamos a buscar perros perdidos y estábamos buscando una Rottweiler en la montaña, juro que no dire nada de lo que pasó, déjenos ir. Se lo ruego. —Jeremy se acelera y la calma se le va poco a poco.
—En realidad, ya lo sabía, sé que no tienes nada que ver, solo tuviste mala suerte. Pero desgraciadamente no puedo dejarte ir. —Dice el hombre de los tatuajes haciendo una mueca.
—Has visto mucho y además tienes algo que me interesa, la nariz de tu perra es muy buena y a decir verdad la idea de esas mierdas fue excelente... Usar a tu perra para encontrarme astuto, no se esperarán que hagamos lo mismo. Bienvenido, soy el patrón Bruno... —Ese nombre Jeremy lo reconoció enseguida pero jamás lo había visto, ahora entiende en que líos se metió. —Trabjaras para mí, sin peros ni tonterías, si no quieres que a tu noviecita rica, toque los pisos del cielo. —

Jeremy siente que se le parte el corazón, su cabeza da vueltas, siente nauceas y lágrimas brotan deslizandose por sus mejillas... Sentía que su vida estaba siendo arrebatada por y para siempre.

__________________
Sabueso -02-
Perdido
Zerev.

SabuesoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora