Capítulo 1

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Es junio día 19 del año 2016, mi avión acaba de aterrizar en el aeropuerto de Ezeiza.
Al salir del avión,  me recibe un silencio de madrugada,  de esos silencios fríos que te invitan a abrazar a alguien. Camino por el pasillo que une el avión con la puerta de abordaje con mi equipaje de mano y mis ilusiones, que admito pesan más, mucho más que mi equipaje total.
Al entrar al aeropuerto debo pasar por el registro migratorio, la fila está vacía y en general no hay muchas personas en el lugar, solo los que recién aterrizamos y los trabajadores de turno.
Al llegar al registro migratorio me atiende un hombre joven, talvez de unos treinta y pico, de ojos verdes y cabello negro, hasta ese día uno de los hombres más apuesto que había visto.
Me atendió con mucha gracia, fue muy amable y paciente, supongo que al saber mi edad justificó mi nerviosismo

-¿Que edad tenés? -
-17-
-¿viajás sola?-
-Si-
-¿a qué venís a la Argentina?-
-vengo a visitar a una amiga-

Después de unas cuantas preguntas más me devolvió mis papeles y me deseó buena suerte

-tomá Giselle, recordá que en 90 días se acaba el periodo de turista, tenés que salir del país antes que termine ese periodo, o vas a tener que pagar una multa, o también podés iniciar el trámite del DNI-
-Está bien, muchas gracias-
-Bienvenida a la Argentina, que estés muy bien - recuerdo muy bien que le sonreí,  con la esperanza de volverlo a ver alguna otra vez.

Saliendo del aeropuerto me arropó con una intensidad abrumadora el frío del invierno que llegaba a la ciudad, recuerdo que Buenos Aires lució para mí una neblina gélida que me estremecia por completo.

Pagué un taxi hasta pueyrredón y corrientes, para llegar a mi destino, el apartamento de mi amiga.
Cuando llegué me recibió mi amiga y su compañero de clases, me recibieron con dos cálidos abrazos, me ayudaron a entrar las maletas al apartamento y como pudieron me contaron lo que debía saber de la ciudad.

Yo estaba tan emocionada de haber llegado que dejé de pensar, la emoción no cabía dentro de mí, quería correr por toda la ciudad y gritarle al mundo que yo acababa de llegar.

En la Ciudad De La Furia Donde viven las historias. Descúbrelo ahora