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Se levantó más temprano de lo provisto. El plan era levantarse a las ocho, pero los nervios apenas la habían dejado dormir así que se despertó a las cuatro. Se quedó por horas sentada en la sala de su apartamento mirando las blancas y vacías paredes. Aún no había cogido su teléfono pues era demasiado temprano. Después de prepararse un café y comerse un sándwich decidió coger el teléfono. Camino hasta su cuarto y lo desconectó del cargador. Tenía unos diez mensajes y eso la hizo sonreír sin darse cuenta. Podían ser mensajes de distintas personas, pero había una gran probabilidad de que todos fueran de su madre. Madison pico WhatsApp y al entrar vio que los diez mensajes eran de su mamá. Eran los mismos mensajes de siempre "que duermas bien" "¿estas despierta?" "Descansa" "buenos días".

Su mamá era una de las personas más importantes para ella. Su madre era la única persona que siempre le ayudó en la escuela y quien siempre le apoyo en todo. A su padre nunca le había agradado la idea de verla como futbolista porque ya tenía un hijo que lo era, pero luego con el tiempo lo fue aceptando. Su mamá por otro lado nunca dudo de ella y siempre había estado ahí para todo.
Madison miró el chat de su hermano y sintió un balde de agua fría por la espalda cuando vio que le había dejado en leído. Se aguantó las ganas de llorar y volvió a apagar el teléfono. Lo dejo en la cama y se puso a recoger las cosas para el entretenimiento.

Llegaron las siete de la mañana y por la ventana ya se podía ver el sol salir. Ya había bastante luz para decir que era de día y aunque ya había desayuno hacía unas horas el estómago le estaba sonando (aunque podía ser por los nervios). Cuando se iba a sentar en el sofá recibió una llamada de Fletcher.

- ¿Hola? - contestó.

- Buenos días Madison, si es que te puedo llamar por tu nombre - se río Thomas desde la otra línea.

- jajaja....no importa-

- Bien eh, te acabo de enviar al chófer a buscarte (sí, tienes chófer ahora). No te preocupes si no has desayunado, esta mañana llame a una de las mejores cafeterías de Londres para que te preparará uno de tus desayunos favoritos. El desayuno está en la parte de atrás y también hay jugo de naranja. No podré estar contigo hoy por asuntos pendientes, pero Derek, tu nuevo ayudante, estará contigo. -

- ¿mi que? -

- Tengo que colgar, pero te deseo toda la suerte del mundo. Hablamos en la noche -

Luego de la llamada Madison recogió todo para irse. Salió del edificio y para su sorpresa se encontró con un BMW esperando por ella. Un chico que estaba al lado del conductor le hizo señas y bajo la ventana.

- Señorita Lewandowski, es un placer conocerla. Yo soy Derek Monaghan, tu ayudante - dijo el chico extendiendole la mano desde la ventana.

Madison se acercó tímidamente a la ventana y lo saludó.

- ¿Puedes entrar? No quiero que llegues tarde al entrenamiento -

Madison se subió a la parte trasera que era totalmente genial. Como ya su representante le había dicho se encontraba una bandeja con un rico desayuno y jugo fresco de naranja. Cuando tenía nervios casi nunca comía, pero esta vez no podía desperdiciar una oportunidad como y esa y más que el desayuno se veía extremadamente delicioso así que camino ial campo de entrenamiento se dedicó a devorar su delciosos desayuno. Se dio cuenta de que habían llegado cuando vio el gran edifico y todo el tráfico.

- Ya llegamos, Señorita. Espero que te haya gustado el desayuno ¿estaba rico? - preguntó Derek mirándola por el espejo de al frente.

- Mi estomago no puede mentir, estaba delicioso - río Madison mirando por la ventana.

El lugar era extraordinario. Se veía mucho mejor que en Bayern Munich. Afuera estaba su entrenadora esperándola y algunas de sus nuevas compañeras. A Madison se le hizo como un nudo en el estómago de los nervios. Suspiro tan fuerte que Derek noto que estaba nerviosa.

𝑺𝒉𝒆'𝒔 𝒂 𝒈𝒐𝒂𝒍𝒌𝒆𝒆𝒑𝒆𝒓 | Mason Mount Donde viven las historias. Descúbrelo ahora