Capitulo VI

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_❝Al final, no estamos tan lejos uno del otro, los dos vemos la misma luna, ¿No es cierto?❞_

☯️

—¡Por los Dioses, eres la más genial de todas!—

Cyrene estaba atónita por el cumplido del dios mensajero, sus mejillas ardían, y en su estómago había una sensación que jamás había tenido.

¿Q-Que dices?—

Dijo mirandolo a los ojos.

—¡Eres increíble, es encerio! Eres especial de una manera única, ¿¡Que puedes hacer con tus poderes!?—

Bu-Bueno, puedo levantar o mover objetos, crear ilusiones y saber los pensamientos de las otras personas.

Hermes sonrío emocionado.

—¡Mira mis pensamientos!—

Cyrene negó, Hermes la miró extrañado infló sus mejillas en un puchero.

El era tiernamente infantil.

—¡Oh, vamos, Cyrene, por favor!—

Hermes comenzó a decir "Por favor" muchísimas veces, Cyrene solo podía verlo atonita.

—¡Esta bien!¡Verte a ti es como ver a un niñote!—

El semidiós dio un grito de alegría, Cyrene se levantó y se sentó al lado de él.

—Dame tu mano

El peliavellana le dio la mano, Cyrene la miraba, inconscientemente, comenzó a acariciar la palma de esta.

Era tan suave, era grande comparada a la delicada mano que Cyrene poseía, tenía alguna que otra cicatriz, por los duros trabajos a los cuales era enviado por su padre.

—¿Así se hace?—

Cyrene despertó de su transe y sus mejillas se tiñeron de un color rojo carmesí.

—L-lo siento, uhmm, aquí vamos—

Cyrene tomó la mano de Hermes, cerró los ojos y un fuerte viento hizo que las cortinas se movieron de forma violenta y las velas se apagaran, dejando en total oscuridad al salón. Cuando Cyrene abrió los ojos, estaban teñidos de un color violeta por completo, destellaban en la actual oscuridad del salón.

Hermes solo miraba la escena, atónito.

De repente, el viento se detuvo, las velas volvieron a encenderse y los ojos de Cyrene volvieron a la normalidad.

—Y.. ¿Qué viste?—

Cyrene lo miro a los ojos.

—Aun te duele que Zeus y Hera te hayan castigado por culpa de Quelona, amas a tus hermanos. Hera es como tu madre, la respetas y aprecias como si en verdad lo fuera, a veces lloras, por que tu padre te grita o regaña.... te sientes solo—

Cyrene no podía creerlo, en el fondo, Hermes era igual a ella, sentía lo mismo.

—Te sientes solo, Hermes...—

Hermes la miró con pena.

—Si, un poco, pero intento no recordarlo, me concentro en mi trabajo, en mis hermanos, mi padre.—

—¿Y no te concentras en ti?—

Hermes hizo una mueca de curiosidad.

—Creo que no—

𝐓𝐡𝐞 𝐌𝐨𝐨𝐧 𝐚𝐧𝐝 𝐓𝐡𝐞 𝐑𝐢𝐯𝐞𝐫 ||𝐻𝑒𝑟𝑚𝑒𝑠 𝐵𝑙𝑜𝑜𝑑 𝑜𝑓 𝑍𝑒𝑢𝑠Donde viven las historias. Descúbrelo ahora