EL NIÑO DE LA PLAY
Yo conozco a un probador de juegos, sí, una de esas profesiones que oyes hablar en la tele y que siempre te dan envidia, pues eso, que he tenido una cita con un empleado de "Electronic Arts". Rollos del trabajo que le conocí y como me paso de simpática pues la he liado y me he visto envuelta en una quedada con un tío amigo del novio de una boda que he organizado.
No está mal, los prefiero con un aire más desgarbado, pero todo es cosa de llevarle un par de veces a Marrakech y le devolvemos con un espíritu más libre.
Nuestra cita fue bastante normal, se pasaron las horas volando y como conclusión sacamos que le hubiera gustado darme un beso, tocarme y que quiere conocerme más (que bonito, que romántico,... esto agranda mi conexión con el carácter humano, jolin, lo que estoy aprendiendo últimamente).
No he vuelto a quedar con él, hay veces que ves las cosas claras y no quieres seguir adelante.
El apasionante mundo de las citas, con lo bien que se está en casa, una buena peli, unas palomitas, un rico martini, ehhhh, ya que sexualmente estoy de capa caida, ya no quiero llevarme más desilusiones, me he prometido a mí misma que si lo que hay que probar no me llama la atención una vez que me he puesto en situación, agarro la ropa, me visto y me largo, que ya no estamos para "es chiquita pero juguetona", "yo aguanto nena" y a los 5 minutos se baja el calibre del taladro, "de verdad que no sé que me pasa", otras frases como "no se ha quejado nunca nadie", no,no,no,no, me niego, no quiero echar por tierra a los hombres en general, pero sinceramente lo único que busca una mujer es que nos acordemos de la cara del tío por su sonrisa y complicidad en plena faena que la de éxtasis cuando llega arriba.
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Kilo y cuarto de Chorizo
RomanceRelatos de mi vida amorosa que me llevan a plantearme el porque unas tienen principes y otras solo conseguimos chorizos.