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Paso la vista por todo el baño, en busca de algún objeto con el cual poder defenderme. No puedo dejar que me descubran y por más de que fuera una oportunidad para salirme de todo esto, no puedo fallarle a Sunghoon. Por más que lo desee, no debo hacerlo. Bajo la toalla del cabello hasta mis partes íntimas al ver la puerta totalmente abierta y a una señora de avanzada edad.
—Oh, estabas aquí. —la anciana entra al baño y se para frente al lavamanos.— Pensé que estabas con los niños, Sunghoonie. —habla mientras lava sus manos.— ¿Luego iremos a jugar a las cartas con las chicas?
Más allá de la situación, siento la risa en mi subconsciente al imaginar al chico rodeado de ancianas y jugando cartas.
Cuando Seulgi cierra la llave se voltea hacia mí, haciendo que apriete las manos y vuelva a quedarme quieto. La puerta esta abierta también y si pasa alguien podría arruinar más la situación.
—¿Estás bien, hijo? —pregunta la mujer achicando más los ojos, intentando ver mejor.— Te noto más bajo, ¿Siempre fuiste así? —comenta y la veo barrer con la mirada todo mi ser, da algunos pasos y lleva una mano a mí rostro.— Sunghoon, ¿Qué crema estás usando? Tienes la cara super suave, hijo.
Tengo la ducha atrás y no puedo moverme, no puedo decir nada, literalmente estoy a punto de ser aniquilado cuando el mayor se entere que su abuela me descubrió.
—¿Te duele la garganta? —pregunta y baja su mano a mí cuello, trago tirando el cuerpo para atrás.— Deja que me pongo los anteojos y te reviso.
¡No! ¡No! ¡No! ¡Señora váyase!
La veo buscar sus anteojos entre su ropa, una vez que los tiene en la mano, veo a Sunghoon pasar por el pasillo. Este pasa de largo y muerdo mi labio, ¡Se fue! ¡Me dejó y ahora me van a descubrir! Por suerte, Seulgi se da cuenta que la cuerda del anteojo está suelta y se aleja para poder colocarla.
—¡Ahora sí! —habla victoriosa y vuelve a llevarlos hacia sus ojos.
—¿Abuela? —la voz ya conocida hace que mi organismo vuelva a llenar de aire los pulmones, viendo a Sunghoon en la puerta del baño.— ¿Por qué estás hablando con Sua?
La mujer se gira y mira a su nieto, a través de sus anteojos. Por suerte no logro ver mi estado.
—¿Sunghoon? —pregunta confundida.— Pero si yo estaba hablando con mi nieto, no pude equivocarme y confundir a tu novia contigo. —habla mientras se va girando y el mayor entra al baño para volver a girarla, así no puede verme.
—Te confundiste, abuela. —habla con una pequeña risa, lo veo girarse y guiñarme un ojo mientras guía a la mujer hacia la puerta. Seulgi parloteaba sobre otra cosa distinta como lo era jugar a las cartas, al parecer se había olvidado de la situación conmigo.
Una vez que salieron, me apresuro a cerrar la puerta y apoyarme contra ella, soltando un suspiro. Rápidamente termino de secar el cuerpo para ponerme ropa interior y una blusa, no puedo pasar por la misma situación dos veces.
—Sun, soy yo. Abre un poco. —escucho la voz del mayor y trago saliva una vez más, ¿Me dirá algo feo por lo que pasó? Yo no tengo la culpa, avisé que había alguien.. ¿Y si me dice que debo volver por no cumplir con los requisitos?— ¿Sunoo?
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El fotógrafo de papá - Sungsun
RomancePark Sunghoon trabaja para la empresa de su padre y convive con sus dos hijos, una niña y un niño, gemelos de 7 años. Kim Sunoo, un fotógrafo que se la ha pasado viajando por el mundo como mochilero desde los 21 años junto a su mejor amigo. ¿Qué pa...