I fucking hate you

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For everything you do, I'd like to swallow you (Por todo lo que haces, me gustaría tragarte)

And everyday I'm gonna blame you (Y todos los días voy a culparte)

Even if you justify every fucking bullshit lie, it only makes me want to break you (Incluso si justificas cada puta mentira de mierda, tan solo me da ganas de romperte)

No entiendo. No entiendo qué hace Baji viviendo justo en ese departamento. ¿Será que Takemichi siempre tuvo razón en decir que era un reverendo hijo de puta? Viniendo de alguien que practica yoga tiene que ser cierto, ¿no? ¿Lo habrá hecho a propósito Baji? Porque sabía que vivir ahí era una de mis metas. ¡Ahhh! ¡Qué broncaaa!

—No puedo hacer más que pensar en cómo me vino a cagar la vida. No puedo pensar en otra cosa. Encima ese forro tuvo el tupé de verse ofendido él. O sea... ÉL, ¿entendés? ¡Es un caradura!

—Vos sabés que yo siempre estuve de tu lado, Fuyu, pero creo que ustedes se deben una charla.

—Mitsuya, ¿qué boludez estás diciendo? —ya a estas alturas me cuesta contener la ira que me sale de adentro, y no mido el nivel de violencia con el que apoyo la cerveza en la barra. La gente mirándonos me hace dar cuenta de esto y bajo un poco la voz. Un poco. —Baji me fue infiel, ya conocés la historia. No le debo nada. En todo caso él me debe una disculpa a mí. Pff, pedirme disculpa es lo mínimo que puede hacer.

—Sí, y no te estoy contradiciendo, pero pasaron cinco años, y evidentemente te sigue afectando lo que pasó. Además, van a vivir uno al lado del otro ahora. Es decisión tuya si te querés hacer mala sangre o si querés estar en paz con vos mismo. ¿O no aprendiste nada viviendo con Take?

Me río. Si supiera que el señor Paz y Armonía putea como un sindicalista en plena protesta... Y más si se trata de Baji.

—Nada me va a sacar las ganas que tengo de cagarlo bien a piñas.

—Chifuyu...

—No lo voy a hacer. Dije que tengo ganas, nada más. Dejame soñar.

Mitsuya niega y le da un trago a su cerveza.

Cuando llego a casa, algo entonado por las cinco o seis cervezas que me tomé, no puedo evitar mirar la puerta del departamento de Baji. Ese se suponía que iba a ser mi departamento, y el muy hijo de puta lo compró. Ni siquiera lo alquiló, lo compró. ¿Cómo no lo voy a odiar? Él sabía que yo quería vivir ahí, y me cagó eso también.

Me río, porque nada me puede salir peor que esto y es demasiado tarde para llorar.

Cruzo la puerta y voy directo a mi dormitorio. Todavía hay cosas por acomodar, pero me desalentó tanto haberme enterado de que Baji es mi vecino, que de inmediato consideré mudarme de nuevo. Claro que sería muy difícil, ya que firmé un contrato de alquiler por dos años, y no puedo darme el lujo de romperlo. Ni me quiero imaginar toda la burocracia de mierda por la que tengo que pasar si quiero hacerlo, y seguramente tenga que pagar alguna multa o algo. Además, con mi trabajo no puedo tomarme tanto tiempo para mudanzas nuevas.

Takemichi todavía no sabe que Baji es mi vecino, y aunque tengo dudas de si contarle o no, si no lo hago, eventualmente se va a enterar, y Dios sabe que eso sería malo. Aunque, por otro lado, si le cuento ahora, alguna escena va a venir a hacer. Nunca le pudo perdonar a Baji el que me fuera infiel, y soy consciente de que Takemichi se fumó toda mi mierda cuando eso pasó, pero de verdad me gustaría vivir en paz, y aunque me da bronca que esto haya resultado así, es mi oportunidad para independizarme, y no quiero desaprovecharla. Por eso, le mando un mensaje a Mitsuya. O eso intento.

Mi ex es mi vecinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora