💔 𓄼 Rob, no recuerda nada acerca de su vida pasada desde que regresó del vacío. Su aspecto cambió y le causó muchas más inseguridades, de las que alguna vez tuvo y ahora debe aprender a superarlas para seguir adelante. Creía que toda su vida estuv...
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Lo atraparon... Ese par de niños lograron atraparlo. No sabía ni cómo debía reaccionar. Pues todo estaba muy oscuro. Era su fin, y eso lo llenó de temor nuevamente, pues nisiquiera tenía una explicación lógica que decir. Probablemente ya se había quedado sin un lugar a dónde ir.
No paso mucho tiempo para que ellos lograrán notar que había alguien más en medio de ellos, sus nervios lo habían delatado y en cuánto sintió cómo aquella linterna lo alumbró, entró en pánico y se escondió en uno de los rincones de aquel frío sótano. Con la esperanza de no ser descubierto. Pero sus nervios nuevamente lo delatarón y en cuánto menos lo espero, pequeñas parte de su estática comenzaron a manifestarse con locura. Soltando pequeñas chispas y luces en el proceso. Él gato y el pez, notaron esto.
No sabía que hacer. Su única reacción, había sido gritar asustado mientras cubría parte de su rostro y cuerpo. Ellos dos hicieron lo mismo. Y eso lo alteró aún más y en cuánto menos lo esperaron. Comenzó a correr cómo si esa fuera la solución a sus problemas. Y para su fortuna ellos dos comenzaron a seguirlo a pasos rápidos y astutos, cómo si de un criminal se tratase.
- ¡Alejense , niños raros! - Les grito Rob. Sin dejar atrás aquella persecusión que él mismo había provocado.
Los rayos del sol lo lastimaban en ese momento. El estar en aquel lugar, sin dudas, había afectado demasiado su vista por lo que de vez en cuando se torpezara con algunas cosas que se encontraban en su camino. Sus pies igual llegaban a enredarse entre ellos haciendo que se cayera y lastimara las rodillas en el proceso, mientras que su cuerpo y rostro seguían lanzando pequeños glitchs notables. Estaba cansado y eso que a penas y había corrido un par de cuadras. Quería quedarse a descansar y tomar aire. Pero ellos no paraban de seguirlo. ¿En que se había metido?...
Pasando un par de minutos. Paro finalmente por un par de segundos para tomar aire. Agachándose un poco y exhalando en busca de recuperarse por completo para seguir su camino y poder perderlos de vista. Pero lamentablemente, no fue así. Pues en cuánto menos lo espero. Aquel gato de pelaje azul, comenzó a lanzarle objetos para golpearlo. Cosa que no había funcionado, pues sólo logró taparle el camino con varios objetos. Ahora sí, había llegado a perdición y sabía que ya era hora de confesar todo.
- ¡Okey, okey!, ¡Ya!, ¡Me rindo! - Les grito. Ellos no esperaron ni un segundo para correr hacía él y tomarlo entre ambos. Agarrando sus brazos y llevándolo al parque a pasos lentos.
Rob tragaba duro en el proceso. Pensando en cómo debía explicar el motivo de sus actos. Pues nisiquiera se acordaba de aquella ciudad que había recorrido. Todo era tan extraño... Era cómo si nunca hubiera visto un lugar similar a ese en su vida. Pero a pesar de ello sentía cómo si fuera su hogar, un hogar que ni el mismo recordaba y al mismo tiempo lo hacía sentir incómodo por su peculiar rareza, sintiendo cómo si su sola presencia no encajara entre todas aquellas personas que ahora lo estaban viendo. Esas miradas, nuevamente lo hacían regresar a sus inseguridades, inseguridades que ni el mismo sabía cómo tratar. Enserio detestaba sentirse de esa manera. De esa manera tan incómoda y desesperada. Sintiendo cómo las personas lo juzgaban con tan sólo la mirada. Quería salir de ahí y esconderse dónde nadie más pudiera verlo.
