💔 𓄼 Rob, no recuerda nada acerca de su vida pasada desde que regresó del vacío. Su aspecto cambió y le causó muchas más inseguridades, de las que alguna vez tuvo y ahora debe aprender a superarlas para seguir adelante. Creía que toda su vida estuv...
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No paso mucho, hasta que finalmente terminará de deslizarse por aquel barandal. Una vez que puso sus pies en el suelo, no dudo en correr rápidamente hacia el lugar dónde aquella creatura había caído. El sonido había sido algo fuerte, tal cómo si un pedazo de porcelana se cayera al suelo y se rompiera, por lo que no fue difícil localizarla. Sus quejidos eran un poco fuertes, esto hizo que Rob la encontrará fácilmente
— ¡Y-ya te tengo! ¡D-dime quien eres y que es lo que... — hizo una pequeña pausa una vez estuvo cerca. Dejando caer aquel fierro al suelo, haciendo que este soltará un leve sonido. Estaba sorprendido, de eso no había duda. — quieres... — Terminó finalmente. Acercándose un poco más.
El que creyó ser un chico... En realidad resultó siendo una chica. Una chica lobo. La cuál acariciaba levemente su cabeza ahora descubierta, debido a un leve golpe que se había echo al caer. Su cabello era lila con toques blancos al igual que su peluda cola, la cuál parecía estar echa de un tipo de terciopelo suave. Su pelaje era blanco, teniendo toques de morado claro en alguna partes. Vestía una capucha amarilla, la cual le quedaba un poco grande, completando con unos pantalones de mezclilla claro. Que sorpresa se había tomado Rob. Pues a parte de ser una chica, había sido la que lo había salvado de caer. Y eso era lo que lo sorprendía.
Ella, no decía nada, nisiquiera se había dado cuenta de su presencia. Sólo se disponía a sobar su cabeza y el tobillo que aparentemente se había roto al ser tan frágil tal porcelana. Pequeños quejidos habían salido y no tenía ni la menor idea de cómo iba a salir de ahí, pues apenas y podía moverse en ese momento. Las cosas que había tomado, se encontraban regadas a su alrededor. Rob, no dudo en tomarlas. Eran pocas, y quizás esa persecusión nisiquiera había valido la pena. Tenía planeado agarrar al golpes al supuesto ladrón. Pero, al parecer ese plan no se podía completar, pues el no quería golpear a una chica. Y mucho menos a alguien que aparentemente se había lastimado gravemente.
Su nariz se movió un poco, olfateando el aroma de aquel chico mitad glitch. Y dándose cuenta de su presencia finalmente. Rob, notó esto y no dudo en finalmente romper el hielo entre eambos. Su brazo paso levemente tras su nuca y pequeños movimientos nerviosos se hicieron presentes. Sin siquiera tener idea del porque se sentía así. Pero se veía en la necesidad de pedirle una disculpa por su actitud tan agresiva.
— Lo siento mucho. — La loba habló. Dejando con la palabra en la boca al otro.
— Espera... ¿Que dijiste?.
— Dije que lo siento mucho. Pido perdón por haber tomado cosas que no me pertenecen. — continuó. — Sé que no fue la manera correcta de conseguir las cosas. Pero la necesidad me hizo hacerlo... Sabiendo que estaba mal. Enserio lo lamento mucho... Si deseas golpearme, eres libre de hacerlo pues es lo que merezco. — su cabeza bajó. Dejando salir leves lágrimas por su sincero arrepentimiento. El cíclope logró notar esto.
— ¡Whoah, Whoah!. No te voy a golpear... O algo parecido. — le respondió corriendo hacía ella y poniéndose de cuclillas para estar a su altura y poder verla mejor. — Soy capaz de todo... Pero nunca de golpear a una chica o algo así. — continuó. Diciendo esto último en voz baja. — El que debería pedir perdón aquí soy yo... Por querer golpearte. Dejándome guiar por mis impulsos. Créeme que enserio lo siento. Pues gracias a mi... Te hiciste daño...
