Versátiles

CAPÍTULO 4

     Se dirigieron cada uno con su auto hasta el motel más cercano que el GPS les marcaba. Al llegar y entrar en la recepción, Jimin fue quien pidió una habitación grande para los tres y luego de haber abonado en partes iguales, Jungkook tomó la llave de la habitación para dirigirse los tres hacia el ascensor.

     Cuando el elevador se detuvo en su piso, Jungkook abrió apresuradamente la puerta, y ni bien los tres pusieron un pie en la habitación, el pelinegro tomó el rostro de Jimin para plantar un salvaje beso en sus labios, empujando sus cuerpos hasta el centro del dormitorio.

     Jimin enredó un puñado de su oscuro cabello entre sus dedos, y atrayéndolo más hacia su boca, logró meter su ansiosa lengua en su cavidad bucal para que batallara con la contraria. Jungkook ladeaba su cabeza de un lado al otro para comerse a su antojo los gruesos labios del rubio, intercalando entre uno y otro, mientras iba desabrochando los botones que quedaban de su camisa, mientras aprovechaba para tocar la piel de su pecho.

     Taehyung luego de cerrar la puerta, se arrodilló primeramente detrás de Jimin, y deslizando sus manos hacia el botón de su pantalón, lo desprendió, y luego metió un pulgar a cada lado de su cintura para quitarle al mismo tiempo aquella prenda y su ropa interior.

     Quedando totalmente embobado observando el blanquecino y firme culo del mayor, Taehyung se relamió los labios antes de aplanar su lengua y lamer como un cachorro hambriento, toda la piel de sus nalgas y sus piernas de una en una, mientras con sus manos se bajaba el cierre de su pantalón para darle algo de liberación a su adolorido y erecto miembro.

     Jimin al sentir la cálida lengua del castaño golpear sobre su desnuda piel, paró con el placentero intercambio de saliva que estaba teniendo con Jungkook, y tirando suavemente su cabeza hacia atrás, soltó entrecortados jadeos al aire. Jungkook, que ya había terminado de desnudarlo, comenzó a quitarse su ya desabotonada camisa, sacándosela de un tirón para arrojarla al piso, y alejándose un poco del cuerpo de Jimin, se inclinó hasta la altura de su pecho para comenzar a lamer sus más que erectos pezones, provocando que el rubio se sostuviese de uno de sus hombros para no caer debido al placer que empezó a invadirlo de pies a cabeza, haciéndolo casi incapaz de razonar.

     Cuando Taehyung terminó de lamer y de dejar alguna que otra mordida en las fornidas piernas de Jimin, se dirigió al cuerpo del menor, y estando aun de rodillas, pasó a repetir el mismo procedimiento que con el rubio y así deshacerse de su pantalón y su ropa interior de un momento al otro. Su cara fue de fascinación al ver el grueso miembro de Jungkook rebotar sobre su muslo, haciéndolo babear y querer metérselo bien hasta el fondo de su garganta, pero antes de que pudiera hacerlo, el pelinegro lo llamó con su demandante voz.

     —Sube aquí, bonito. También quiero probarte —dijo, y el castaño obedientemente se irguió y se acercó a besar la ya hinchada boca del menor, tomándose el tiempo de lamer a su paso el piercing en su labio, antes de meter su lengua con profundidad en su boca y deslizarla sobre la contraria con intensidad.

     Jimin por su parte, se acuclilló entre medio de los dos y mientras observaba plácidamente el pasaje de saliva que los otros dos estaban teniendo, tomó con una de sus manos la erección de Jungkook para comenzar a masturbarla fervientemente, mientras con la otra terminaba de bajarle los pantalones a Taehyung.

     Teniendo ya los dos largos miembros a su disposición, los sostuvo por su base antes de llevarse el de Taehyung hasta su boca, rodeándolo concéntricamente con su ávida lengua y luego de respirar hondamente, lo terminó de hundir en el fondo de su garganta. Lo deslizó entre sus labios una y otra vez, apretando su boca contra su piel, sintiendo hasta el palpitar de sus venas golpear contra sus papilas gustativas.

     —¡Ahhh, Jimin! Tu boca es el puto paraíso... Mmggg —gemía el castaño contra los labios del pelinegro.

     El rubio sonrió complacientemente aun con la verga de Taehyung sobre sus labios, y luego de habérsela humedecido bien con su saliva, se la sacó de la boca haciendo un morboso y característico sonido.

     —Ahora es tú turno, bebé —y girando su rostro hacia el pene de Jungkook, lamió primero las gotas que brotaban por su punta antes de meterlo de lleno en su boca, succionándolo como si de un dulce caramelo se tratase.

     Taehyung bajó su rostro para observar al rubio llevarse la verga del pelinegro a sus labios y verla desaparecer en su boca sin problemas, y no pudo aguantar la tentación de seguir probando la piel de Jimin, por lo que tomándolo del cuello, lo levantó, dándole una lamida a sus labios

     —A la cama. Ahora —ordenó Taehyung con su gruesa voz.

     El mayor obedeció de inmediato y colocándose en el centro de esta, boca arriba, vio como sus dos bomboncitos se acercaba a su cuerpo con la lujuria clavada en su mirada. Jungkook, tomando sus piernas lo dobló por la mitad, dejando su precioso culo empinado y totalmente expuesto hacia arriba, mientras él se sentaba sobre sus rodillas, dejando su miembro a la altura de la boca de Jimin. Taehyung por su parte, pegó su pecho a la espalda del rubio, y separando sus nalgas para dejar al descubierto su fruncida entrada, soltó un escupitajo dando justo en su agujero para luego pasar la almohadilla de su pulgar de arriba abajo para humedecer su entrada.

     Jungkook clavó sus dedos sobre los muslos de Jimin para impedirle que cerrara las piernas, y buscando con su boca la punta de su erecto y largo miembro, lo fue deslizando por sus labios hasta que tuvo más de la mitad de su sólido pene rozándole las amígdalas. El pelinegro ahuecó sus mejillas para así asfixiar lo que había en su garganta, chupándolo todo a su paso mientras Taehyung bajaba su boca hacia la entrada del mayor, haciendo presión con sus labios sobre su tierna piel, y cuando su agujerito se dilató un poco por la excitación de estar siendo chupado por ambos lados, Taehyung aprovechó para hundir un poco de su lengua dentro de la cavidad de Jimin, saboreando sus paredes.

     — ¡Ohhh Dios! N-no paren... ohhh, no paren... por favor ¡Mmggg, así... Sii! — pidió desesperadamente el rubio entre jadeos.

     Y haciendo caso a su pedido, los dos jóvenes no sólo no pararon con su labor, sino que aumentaron el ritmo de sus succiones, logrando que Jimin pasara de jadeos a gritos que llenaron la habitación. El rubio sintió hasta vergüenza de estar vocalizando tan alto por lo que prefirió ocupar su boca en chupar el grueso falo de Jungkook, ejerciendo más presión en la punta, recorriendo el orificio de esta con su agitada lengua.

     Así pasaron los siguientes minutos hasta que Jungkook sacó de su boca el ya bien ensalivado pene del mayor, y retirando a su vez el suyo de los labios de Jimin, se desplomó sobre el colchón, extasiado de placer. Por su parte, Taehyung ayudó a Jimin a salir de la cama, y arrodillándose los dos en el borde de esta, el castaño jaló de las piernas al menor, hasta que la mitad de su cuerpo sobresalió de la misma.

     —Voltéate, bebito —demandó el castaño.

     Jungkook enseguida hizo caso y dejando su culo a disposición de los demás, enredó una porción de las sabanas en sus puños. Jimin, primeramente atrajo la boca de Taehyung hacia la suya para besarlo con ahínco, y luego tomándolo de la parte de atrás de su cuello, pegó la boca del castaño a la entrada del menor y en cuanto su lengua se paseó en círculos por su agujero, el rubio bajó su rostro hasta el culo de Jungkook, y separándole bien cada glúteo con sus manos, también sacó su lengua para chocarla sobre su orificio y sobre la del contrario, entremezclando sus salivas dentro y fuera de la entrada del ahora jadeante pelinegro.

     —¡Uumm!... S-si siguen así, voy a... mmgg, acabar antes de cogérmelos duramente a los dos —pronunció Jungkook, mirándolos por encima de su hombro.

     —No creas que seras el único aquí que va a enterrarse dentro de dos hombre esta noche, bombón —dijo Jimin, y luego mordió posesivamente una de sus nalgas.

     — Que bueno, porque yo también me los pienso coger arduamente a ambos — pronunció Taehyung para después volver a enredar su lengua con la del rubio sobre el húmedo orificio del menor.

     Y con esa promesa resonando en el aire y en la mente de cada uno de los tres, sabían que su noche recién estaba dando comienzo.