CAPÍTULO 6 (FINAL)

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     Una inolvidable noche. Así la recordaban los tres cada vez que cerraban sus ojos y traían a su mente ese vívido momento en el cual, sus cuerpos se fundían con los ajenos de forma tan esplendorosa.

     Pero... ¿Quién había estado mejor?

     Jimin no lo supo. Ni Jungkook. Ni tampoco Taehyung.

     Se les hacía totalmente imposible decidirse por uno de ellos cada vez que rememoraban lo bien que se habían sentido al estar dentro del otro, gozando de sus besos, sus lamidas, sus caricias, sus gemidos.

     Más allá de lo carnal, también estaba el hecho de que se agradaban muchísimo, más de lo que alguna vez se imaginaron, pues veían en el otro, o los otros, las cualidades perfectas para considerar la posibilidad de llevar una relación más formal.

     Asi que... ¿Cómo elegir teniendo tan buenos candidatos?

     "Desempate sexual" pensó cada uno. Ciertamente el haber tenido sexo los tres al mismo tiempo no les daba la posibilidad de evaluar las capacidades individuales de sus citas, así que con esa idea en mente fue que prosiguieron a pactar sus siguientes encuentros.

     Taehyung revisando las recomendaciones de la aplicación, decidió invitar a Jungkook a que tuvieran una cita en un museo de arte moderno, ya que ambos disfrutaban en sus tiempos libres de pintar cuadros para decorar sus propios departamentos.

     La confirmación del menor no se hizo esperar, así que encontrándose puntualmente a las 7:00 PM en la puerta del establecimiento, comenzaron a recorrerlo en su totalidad, deleitándose con las pinturas en papel y lápiz tan realistas que se exhibían.

     Acercándose al final del último pasillo, Jungkook se detuvo a observar el retrato de un hombre desnudo con hermosas proporciones anatómicas, acostado sobre el césped, cubriendo sus partes íntimas con distintas clases de flores en una amplia gama de colores. Sintiendo curiosidad por ver quién era el artista, se agachó un poco para poder leer mejor su nombre.

     — ¿Te gustaría que te pintara así, bebé? — le susurró Taehyung suavemente sobre su oído, mientras apoyaba descaradamente su entrepierna sobre el trasero del pelinegro.

     —Me gustaría que me hicieras tantas cosas —respondió seductoramente Jungkook, girando su rostro para quedar más cerca de sus labios.

     Y solo bastó con esa provocación para que ambos terminaran teniendo sexo en el departamento del menor, haciendo rechinar tanto la cama contra el piso, que los vecinos de Jungkook golpearon a su puerta para pedirle que sea más silencioso a la hora de correr los muebles de su apartamento.

     Decir que la pasaron mal sería una absoluta mentira ya que era evidente que había muy buena conexión entre ellos. Pero... faltaba algo.

     Cinco días después de esa cita, Jungkook invitó a Jimin a que pasaran una divertida noche en un parque de atracciones que, según lo que la aplicación indicaba, tenía la típica oferta del "2x1". El rubio aceptó gustosamente respondiéndole un enorme "¡Sí!" a través del chat de la aplicación.

     Una vez en el parque, se montaron en varias atracciones, dejando para el final "La mansión maldita" que consistía en subirse dentro de un ascensor el cual se paseaba por varios pisos, habiendo en cada uno, un espectro o ente diferente que se acercaba con velocidad hacia las puertas del elevador con la intensión de "atrapar" a quienes estuvieran en su interior.

     —¡Mierda! ¡Casi me muero de un puto infarto! —dijo Jimin, recuperando el aire en sus pulmones luego de que se les apareciera una forma semi humana negra arrastrándose por el piso.

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