The two sides of Laia

Reencuentros x2

Se giró lentamente ya que tenía mucho miedo de la persona que había detrás suya.
Zack.
Era Zack.
Laia paralizada fue la primera que inicio una conversación.
-¿Qué quieres de mí?- Dijo ella muy seria para que él no se diera cuenta de sus sentimientos.
-¿Que que quiero de ti?, vamos Laia, lo sabes perfectamente...-
La chica se le escapó una sonrisa tímida pero luego recupero su dignidad y su carácter que había estado trabajando durante tantos años y dijo.
-Ya te dije que el pasado es el pasado y no quiero volver a el.- Contesto ella con firmeza.
- He cambiado en serio.- Al decir esas palabras su expresión cambió. Se puso muy serio y parecía q lo decía con mucha honestidad y sinceridad.
Realmente daba la impresión de que de verdad había cambiado pero Laia sabía que él tiene más caras que un tetraedro así que no se fío.
-Si, ya, igual que cuando me dijiste que ibas a contarle la verdad a Michelle y no lo hiciste, como para fiarme de ti, si estuviera aquí Póker....-
Zack sonrió.
-Tu siempre con el mismo carácter, como me conoces lobita.- Dijo Zack.
-No voy a cambiar príncipe.-
Zack era el hijo del rey de los lobos, por lo tanto el era el príncipe.
- Solo he venido para que supieras que voy a volver en tu vida y que no me vas a poder superar... Nadie supera al príncipe de los lobos...-
Laia dio la conversación por terminada y se fue sin despedirse ya que pensó que él no se merecía ni una despedida.
Al volver a casa volvió a pasar por la discoteca y se reencontró con la  chica borracha.
Se chocó con ella y como estaba cerca de su cara la pudo ver. Era ella. Natalia. La misma. No se lo podía creer. Natalia era una chica de piel oscura, pelo rizado, aunque en esa época se había puesto el pelo lleno de trenzas, pelo negro, y muy alta.
Se reconocieron mutuamente. No se dijeron nada, simplemente de abrazaron.
-Ven a mi casa tenemos muuuucho de lo que hablar...- Dijo Laia con lágrimas de emoción, ya que Natalia había sido su mejor amiga durante toda su vida, pero, después de lo que sucedió, Laia pensaba que estaba muerta...