Pétalos de amor | LS

Capítulo 6

—¿Qué?

Fue lo primero que dijo Liam en cuanto vio a Harry y a un omega desconocido entrar al departamento.

—Así que ese omega sí existe — casi deja caer la taza de café que tiene en sus manos,— no me mal interpretes, pero por un momento pensé que ese omega era imaginario.

—Liam — murmuró apenado.

—No me culpes.

—Louis dormirá aquí por esta noche.

—¿Aquí, aquí?— frunció el ceño,— solo hay una cama y yo duermo en el sillón.

—Lo sé.

El alfa miró a su amigo, quien sostuvo la mano del omega con mucha sutileza. Tal parece no querer soltarlo nunca.

—Oh, ya entiendo. No los molestaré — le dio una sutil mirada al omega, quien lo miró de igual forma. Quería ir con él y darle la mano pero temía que su amigo le vaya a gruñir.—Un placer, Louis.

—Igual — respondió de inmediato.

—Por cierto, ¿no fuiste a ver a Niall?

Los ojos del alfa su iluminaron.—No hace mucho llegué. Cómo ya estás aquí y no quiero molestarte con tu amigo, pensé en ir a dormir con él, mi madre me dijo que Niall suele llorar un poco en las noches. También suele levantarse en la madrugada a comer todo tipo de cosas que encuentra en la nevera, ya sabes, sus antojos. Mi madre me contó que la hizo ir al supermercado a comprar mangos.

Harry soltó una leve risa.

—Entiendo, dale mis saludos.

Terminó de tomar lo que había en su taza, luego de eso fue a la habitación de Harry para tomar la ropa que había guardado en uno de los armarios de su amigo, al regresar a la sala vio a su amigo hablando con ese lindo omega del que no había dejado de hablar durante todo un mes.

La forma en la que Harry miraba a Louis era más que impresionante, lo veía como si fuese lo único en el mundo, como si fuese lo más bello en una galería de arte, lo mira como si fuese un pirata que ha encontrado el más grande tesoro. Harry mira a Louis de la misma forma en la que Liam miraba su omega.

Se despidió de su amigo y del omega que lo acompañaba, ellos le dieron una sonrisa.

Cuando se quedaron ellos solos, fue cuando Louis se quitó el gorro de su cabeza. Frunció el ceño al escuchar la risa del alfa.

—Tú cabello se ha alborotado. Déjame acomodarlo por ti — antes de tocar un solo cabello de Louis, espero a que éste le diera permiso para tocarlo.—Tú cabello es muy suave.

—Y eso que uso shampoo barato.

Soltó una risilla.

Acomodo el flequillo de Louis con tanta suavidad. Su mirada se centró en la corona de camelia que ha brotado de la cabeza del omega, sus dedos temblaron cuando tocó un pétalo de la camelia más cerca de su mano, vio cómo el omega cerró sus ojos en cuanto sintió el toque.

Hace tiempo vio a un beta al cual le habían brotado unas cuantas ramas de su cabeza, esas ramas estaban llenas de flores de cerezo, las cuales se veían lindas y perfectas. Ese chico no tenía miedo de mostrar esas ramas que tenía en la cabeza, parecía estar un poco orgulloso de ellas.

—Horribles.

—¿Que?

—Las camelias en mi cabeza, son horribles.

—No lo son, Louis. Son las más bellas — quiso contar las camelias que tenía en su cabeza, pero al final no lo hizo,— son las camelias más bellas que he visto en mi vida.