Pétalos de amor | LS

Capítulo 3

Louis está sufriendo.

Le pidió a Harry que lo dejase antes de llegar a su negocio ya que sintió la sensación de que estaba a punto de vomitar. Lo menos que él quería era que, Harry lo viese en ese estado. No quería vomitar el auto de Harry que probablemente se enojaria con él y le diría que no quería volver a verlo nunca.

Ha estado caminando con un fuerte dolor en su estómago, tiene una mano en su estómago mientras que con la otra se apoya en la pared para evitar caer. Sabe que, en cualquier momento vomitara todo lo que tiene en su estomago, no podra soportarlo por mucho tiempo.

Hubo una ocasión en la que se obligó a no vomitar estando en público, como resultado, se desmayó de dolor por lo que terminó en el hospital más cercano. Los doctores le dijeron que, si volvía a aguantarse las ganas de vomitar podría morir. Como respuesta, Louis le dijo que de todos modos morirá en unos meses.

Louis realmente está sufriendo.

Ayer por la mañana vio a la persona que lo rechazó, su cabello estaba muy bien peinado hacia atrás, no tenía ni un solo cabello desordenado. Su ropa siempre limpia y elegante, pese a que no tiene tanto dinero, siempre se ha tomado la molestia de comprar ropa de marca de segunda mano, la cual no le sale ni barata pero tampoco cara. Louis sintió una punzada en su pecho en cuanto la vio, incluso trató de ocultarse, aunque más bien salió corriendo para evitar ser visto.

Jamás creyó que vería de nuevo a esa persona, por varios días creyó que se había ido de la ciudad, pero cuando la vio ayer en el supermercado, comprando barras integrales se dio cuenta de que sus pensamientos a veces eran infantiles.

Al llegar a la tienda donde trabaja corrió lo más rápido que pudo, abrió con fuerza la puerta del baño y sin más se puso de rodillas frente al inodoro para así poder vomitar los pétalos rosados que le han estado lastimando.

Sintió algo grueso atascarse en su garganta, esto ocasionó que tosiera sin parar, las primeras gotas de sangre salieron debido a lo que Louis tenía atascado en su garganta. Respiro con mucha lentitud, su pecho comenzó a doler. Llevo uno de sus dedos hacia su boca para así poder soltar lo que tiene en su garganta, movió su dedo un poco ocasionando que le diera asco, segundos después vomito.

Una pequeña camelia rosada con manchas de sangre era lo que estaba en su garganta, esa camelia era tan pequeña como los lotos blancos que le habían salido a Harry en su muñeca. Louis trago saliva y vio esa pequeña flor indefensa en el inodoro de su baño, era tan linda, se veía suave y seguramente tenía olor a sangre.

Cualquier persona que vea esa camelia pensara que es linda y que no es capaz de dañar a nadie.

Es una completa broma decir que, esa diminuta camelia casi me mata.

Se puso de pie, limpio su boca y se miró en el espejo redondo que tiene en ese baño. Sus ojos están rojos debido a las lágrimas que se le acumularon, sus labios también tienen un pequeño tono rojizo.

Es lindo. Siempre ha sabido que es muy lindo.

Jamás tuvo una baja autoestima, sin embargo, cuando alguien más le dice que es lindo Louis simplemente piensa que le mienten.

Hasta las personas lindas pueden llegar a ser rechazadas. Siguió mirándose en el espejo.

Nunca en su vida creyó darle una camelia a una persona para expresar sus sentimientos, sin embargo lo hizo. No puede decir que no se arrepiente por habérsele declarado a la persona que le gustaba, porque en realidad no se arrepiente, nunca en su vida se ha arrepentido de nada. Aún puede recordar ese día, ambos estaban cenando en un restaurante como era habitual, Louis estaba nervioso porque, ¿cuando han visto a un Omega declarársele a alguien?, normalmente son los alfas quienes toman esa iniciativa, Louis quiso dejar eso de lado y darlo todo.