𝐏𝐄𝐑𝐅𝐄𝐂𝐓 | ❝ Ser feliz no es tener
una vida perfecta ❞
En donde Taylor Russell intentará que James Potter se enamore de ella, ¿qué podría salir mal?, al final de cuentas tenia una vida perfecta.
✧.-Merauders era: James...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
capitulo tres: ukelele
━━━━━━━━━━━━━━━━
TAYLOR SE ENCONTRABA ACOSTADA en su cama mientras miraba fijamente el techo de su habitación, Lily, Marlene y Sadie se encontraban en clase, a los merodeadores no los había visto desde hace dos horas, seguro que estaban planeando una broma. Por otro lado, la ultima clase de la castaña había terminado hace treinta minutos y estaba completamente aburrida.
De pronto un recuerdo llego a su memoria, lo que la hizo levantarse rápidamente e incarse a los pies de la cama para ver debajo de esta, estiro su mano y saco una caja un poco rectangular.
Al abrir aquella caja pudo visualizar un lindo ukelele, en la esquina de dicho instrumento se encontraban grabadas unas iniciales, ¨T.R¨, junto con un pequeño sello de la casa Hufflepuff.
La menor de las mellizas Russell pudo sentir como sus ojos comenzaban a cristalizarse, pero rápidamente se los froto para impedir que las lagrimas comenzaran a resbalarse por sus mejillas.
La castaña se puso de pie mientras tomaba el ukelele y salió de la habitación, cuando llego a la sala común pudo notar como Sebastián tenia intenciones de acercarse a hablarle pero lo ignoro, necesitaba estar sola.
Una vez que estuvo afuera de la torre de Ravenclaw comenzó a caminar por los pasillos del castillo, habían estudiantes que venían saliendo de sus clases o apenas iban a comenzarlas y se dirigían a sus aulas. Luego de caminar durante diez minutos por fin encontró un pasillo completamente solo, estaba muy cerca de las mazmorras, por lo que si algún Slytherin salía o entraba podía verla con facilidad, sin embargo, aquello no le importo.
Taylor se sentó en el suelo recargada en la pared mientras acomodaba el ukelele en su regazo, soltó un leve suspiro y comenzó a tocar las cuerdas del instrumento, sus manos temblaban pero la castaña intentaba relajarse.
Poco a poco se fue escuchando el sonido que formaban las cuerdas del instrumento al moverse, lo cual hizo sonreír a Taylor, desde los trece años que había dejado de tocar el ukelele y creía que había perdido la práctica.
—No sabia que tocabas el ukelele—una voz hizo que Taylor mirara rápidamente a su derecha, encontrándose con James Potter observándola con una leve sonrisa.
—Bueno... no lo toco desde los trece años—murmuró la castaña bajando un poco la mirada.
—¿Por que dejaste de hacerlo?—pregunto James mientras tomaba asiento junto a ella—Se nota que eres muy buena y que te hace feliz, tu no te diste cuenta pero tus ojos brillaban mientras mirabas el ukelele—hizo una pequeña pausa para alzar su mano y tomar un mechón del cabello de Taylor, para después acomodarlo detrás de su oreja—Pero también te vez triste, ¿qué sucede?
