llévame a bailar

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Hace tiempo que no salgo a bailar. rollo una noche con mis amigas a bailar a un sitio. son cosas que vienen con el oficio, y últimamente sería casi imposible tener una noche de esas. si alguien conoce algún sitio así discreto donde pueda ir con mis amigas a bailar y pasarlo bien con cierta privacidad, estaría muy agradecida con que me dijera alguno (risas).

algo que yolanda había dicho en una entrevista hacía ya un par de meses acabó haciéndose realidad de una manera imprevisible y que acabó mejor de lo que alguna vez pudo imaginarse.


reuniones. ya era la tercera de aquella mañana y resultaba agotador. faltaban cuarenta minutos para el mediodía. se puso a mirar el móvil para que pasara todo lo rápido que se pudiera. tenía un wasap de la colau.-y esto?- los últimos meses llevaban escribiéndose casi cada semana por cuestiones de curro o simplemente por hablar, pero hacía alguna semana que no ocurría.

Hola yolanda. qué tal la mañana? supongo que liada, como de costumbre jaajajjaaj

nada, que creo que he encontrado un sitio que te interesaría mucho conocer. nos vemos en unas horas, no? bueno ya me dices si te apetece flor.

qué soft. ostia es verdad que esta tarde iba para barcelona por trabajo, aunque creía que no tenía nada agendado para hoy, sino que era a partir de mañana que tenían la serie de mítines esos a los que su partido le había pedido que acudiera.

Hola ada, es verdad que nos veíamos hoy. que ganas de verte- rectifica- de vernos en tu ciudad. y sí, por mí no hay inconveniente que me enseñes ese sitio tan interesante, a ver con qué me sales hoy ajjaajjajaj. un beso.

a saber.

cogió el ave con toda la desgana posible, no porque no quisiera ir, sino por el cansancio acumulado que cargaba desde hacía varios días. pero el ver a ada le consolaba un poco.

llegó a la estación ya casi atardeciendo, unas vistas preciosas de tonos rosas, anaranjados que parecía que le daban la bienvenida a esa ciudad que sentía ya como una casi casa, después de su amada galicia y la ruidosa madrid. había viajado con parte de su equipo, de los que se despidió al llegar a su hotel y entrar en su habitación, donde se tiró en la cama a mirar el wasap.

Oye ada, a que tipo de sitio vamos de copas? porque supongo que a estas horas nos iremos a tomar algo, espero que no sea otra reunión de esas de trabajo porque sino no voy eh jajajajaj.- borro lo que estaba escribiendo- Oye ada, qué tipo de ropa llevo para nuestro sitio secreto?

se fue duchando mientras.

Pues lo que te pondrías si fueras a tomar algo con las amigas. aunque ese no es del todo el plan. me dices el hotel y te paso a buscar? o no, mejor, te doy la dirección del lugar y te veo en la entrada. a las nueve me habías dicho, no?

un vestido negro liso y un abrigo grande gris a cuadros había sido su elección.

eran menos diez cuando salió del hotel y pilló un taxi hasta la entrada, llegando a las en punto, mira tú qué oportuno.

en la entrada estaba ella. ella. a ver que tampoco estaba pillada por ada, solo que bueno, cómo no alegrarse de ver una buena amiga. le cosquilleaban las plantas de los pies. la elección de su acompañante había sido un mono de tonos marrones con una chaqueta de cuero negra.

Pero bueno justo a tiempo. cómo andas yolanda?- se dieron un abrazo.

Ay que bueno verte de nuevo ada, espero que no lleves mucho esperando.

No no, si llegué hace un par de minutos. te parece si vamos entrando?

levantó la mirada desde los ojos de su interlocutora hacia el letrero del bar. Satanassa. sonaba interesante cuanto menos.

como las olas del marDonde viven las historias. Descúbrelo ahora