como las olas del mar

otras políticas

El acto había ido estupendo. La gente súper involucrada, se sentían súper cómodas, la charla genial. La verdad que no podía haber ido mejor. Habían acabado hacía un rato, sobre la una menos veinte o así, y se estaban dirigiendo a la sede de la mónica oltra para poner en común impresiones y descansar un poquito, para luego salir a almorzar junticas.

Ya habían estado en la sala de reuniones ayer a la noche, en el pre-acto. Esta vez volvían entusiasmadas charlando en los coches. Cuando llegaron a la sede habían algunas personas del partido que las felicitaron por el acto por los pasillos. En la salita esa con la pizarrita y el mapita de la comunitat valenciana, que parecía un aula, se quitaron los abrigos y se sentaron con unos cafés y tilas.

Ha estado realmente bien, eh. La gente, el ambiente, ha sido lo más- mónica garcía estaba en uno de los sofás con un cafecito y con el brazo en el reposabrazos visiblemente cómoda.

Síi, no me esperaba este recibimiento. Ha sido súper cómodo hacer esto con ustedes, y el público tan metido en esto, es que me faltan palabras- dijo fatima hamed sentándose al lado de la garcía.

Totalmente fatima, tens tota la raó. Cuando estaba ahí hablando con el micro rodeada de ustedes era como si no fuese una cosa de estas políticas que hacemos normalmente, sino un encuentro con unas compañeras.- la oltra estaba ya en el sillón situado opuesto a los dos sofás, pudiendo estar como en círculo, viéndose unas a otras.

Ada se sirvió un té verde en una de las tacitas y se dirigió al sitio que quedaba restante, en el sofá al lado de yolanda.

Se me ha pasado volando. Ha sido ponernos a hablar y cuando me he querido dar cuenta el acto ya se estaba acabando. Incluso con los periodistas y la gente conocida de política que fue a vernos, o sea todo a pedir de boca.- ada.

Esperemos que sea el primero de muchos actos así, donde haya política bien hecha y compañeras en las que poder confíar- dijo yolanda mirando a sus compas y deteniéndose más al mirar a ada.

Estaban charlando tranquilamente, ya cómodas y sin las presiones de antes del acto. Estuvieron largo rato, donde ada ya estaba con el brazo apoyado detrás de yolanda en el sofá, yolanda con la mano apoyada en el muslo de ada.

Estás mejor de la barriga, Mónica?- le preguntó ada.

Ay sí compañera, son los nervios estos durante cosas importantes que se me desbarajusta la barriga. Pero nada, tot bé, gràcies per preocuparte.

Si hubieras visto la carita que tenía cuando volvía al sofá, estaba blanca la pobre- yolanda añadía de su amiga.

Estaba reguleta sí. Los nervios supongo. Pero tú también estabas algo inquieta al principio del acto, que cada vez que cantaban eso del presidenta presidenta se te ponía una carica parecida eh yolandis. Pobreta meua- oltra.

Ada la miraba con carita de amor. Le acariciaba el brazo en señal de cariño.

Yaa, es que me da apuriño mónica. Escuchar al público así de involucrado es que te toca de cerca, como que es el apoyo que te dan sabes? Aunque supongo que a algunas aquí como a la ada le corearán el de alcaldesa también, pero estará más que acostumbrada.- la miró de lado.

Bueno bueno, tampoco te creas- ada le devolvió la mirada entre risas.

Como a los tres cuartos de hora de conversación, mónica oltra avisa que se va a ir a fumar un cigarro fuera, y luego ya se irían al almuerzo ese que tenían planeado a las tres. La otra mónica saca la cajetilla del bolso como para ir con ella también, y dado que la garcía le estaba contando una cosa de anestesista a fátima, pues esta última también se levantó para ir con ellas.

No les importa que las dejemos aquí y nos vayamos fuera un ratete, no?

No se hagan molestia, nosotras seguimos conversando y ya luego nos vamos a comer, sin problema- ada estaba conteniendo la emoción que le hacía quedarse con la yolanda en el sofá haciendo manitas.

Las vieron salir de la sala charlando animadamente. Un rato dijeron que iban a tardar.

No sé cómo lo hacemos ada pero siempre nos quedamos las dos cerrando las fiestas- yolanda se sentó un poquito más cerca de ella.

Es que aquí es donde empieza lo realmente interesante, no crees?- se desabrochó el primer botón de la camisa.

Me has leído el pensamiento- la de pelo rubio se mordió el labio. Acortaron el poco espacio que las separaba, besándose con la confianza de las amantes reincidentes que eran. No era ni la primera ni la última vez que coincidían en algún evento político y acababan encontrando un momento para verse a solas. El tacto de la piel de una con la otra era posiblemente una de las cosas más adictivas que habían experimentado desde hacía un tiempo. Y no pensaban dejar de hacerlo.

Quizá tardaron veinte minutos, y ya volvían por el pasillo guardando las cajetillas y charlando de nosequé serie norteamericana. Era la oltra la que iba delante, fátima y la otra mónica iban unos pasos atrás. Tenía la mano en el pomo de la puerta, y al abrir explotó la burbuja en la que estaban las dos mujeres.

Mare meua xiques!- en un segundo la de pelo rubio se incorporó y se sentó en el sofá, dejando ver a la morena tumbada debajo suyo.

Joder mónica perdona.- se abrochó los botones de la camisa, ocultando el sujetador negro de encaje. Su acompañante se atusaba el pelo, con la cara totalmente roja.

Bueno, las esperamos fuera. Y tranquilas que no digo nada, eh, pero la próxima avisen- la de compromís les echó una mirada cómplice y cerró la puerta tras de sí. Se la escuchó hablar en el pasillo, además de pasos alejándose.

Hubo un par de segundos de silencio. yolanda se cubrió la cara con la camiseta y se empezó a reír.

Qué vergüenza ada- no podía evitar reírse con la situación.- le has visto la cara? que horrible de verdad jajajaajja

ada se unió a la carcajada.- Por un momento me he asustado, menos mal que era la oltra.

se dejaron caer en el respaldo del sofá. la gallega se terminó de abrochar los pantalones y la barcelonesa se ponía las zapatillas.

Tendríamos que hacer esto de otra manera quizá, no? Rollo que lo de hacerlo en un sitio público a mí también me pone, pero nos jugamos mucho.- yolanda se había levantado y se estaba poniendo la americana.

Pues sí yolanda, la verdad que tendríamos que mirarlo de otra manera. Te parece mejor si la próxima vez que nos dé este arranque nos vayamos a algún sitio más privado, como mi piso?- dijo ada.

Me parece estupendo. Aunque si es por ganas yo iría en este momento pero claro,,- yolanda se acercó a ada mientras esta guardaba unas cosas en el bolso- ahora tendríamos el almuerzo con las compañeras y tampoco es plan.- ada la miraba curiosa.

Pues si quieres, puedes venirte esta noche, así cenamos juntas,, y ya luego vemos.- yolanda le había rodeado el cuello con los brazos, rodeando con los suyos ada su cintura.

suena genial ada,- le dio un beso- yo llevo el vino.

se dieron un par de besos más, cogieron sus cosas y fueron a la entrada del edificio con las demás.