One Shots Fairy Tail

Alguien digno parte 2

Natsu:Princesa... Cierre los ojos y no los abra hasta que lo diga -dijo y la rubia hizo caso al instante, al ver qué está le hacía caso Natsu lanzo al ataque.

La rubia solo comenzaba a escuchar gritos, polpes y cortes de las espadas en el aire al ser empuñadas, le preocupaba su caballero, pese a saber que este había sido un gladiador con 3,400 peleas ganadas, no olvidaba que está vez peleaba contra mínimo 15 hombres, todos armadas y por lo que había visto el no traía su espada.

Temblaba esperando no escuchar el grito del pelirosa, más este jamás se escuchó, de hecho después de un tiempo que le parecieron horas no escucho nada, así que temerosa se negaba a abrir los ojos, seguiría así hasta que el le dijera que podría ver, más el repentino acercamiento de alguien detrás de ella la hizo temblar

Natsu:Tranquila, ya puede abrir sus ojos, solo le estoy quitando las sogas -informo y la rubia le hizo caso, abrió los ojos justo cuando el pelirosa cortaba con una espada las sogas que apricionaban a la rubia- listo es libre otra vez Prince...

Lucy:¡Natsu! -sin vergüenza o pensar siquiera en lo que hacía, la rubia se lanzó a abrazar al pelirosa- tuve miedo... -sollozo ocultando su cara en el pecho del sorpendido joven

Natsu:Ya no llo... llores no dejaré que vuelvas a pasar por esto -dijo nervioso pero abrazando con sus fuertes brazos a la rubia

Quien solo con esas palabras separa su cara del pecho del pelirosa, para verlo a el, al joven que solo hasta ahora veía lo guapo que era, lo fuerte, valiente y varonil que era, algo apenada bajo la cabeza más no deciso el abrazo, no en su lugar solo bajo su cabeza y miro a un lado, viendo así como todos los tripulantes y el guardia se encontraban inconscientes, heridos más no muertos o con heridas grabes, al verlos solo comenzó a servir como su corazón latía más fuerte y a admirar más al apuesto ex gladiador que la mantenía segura entre sus brazos.

Natsu:La llevaré devuelta al castillo -dijo intentando separarse más la rubia se negó

No quería soltarlo, no quería apartarse de él, se sentía segura y muy cómoda entre sus brazos.
Más la rubia no tuvo que separarse ya que al haber anclado el barco este fue alcanzado por el barco del Rey Makarov, quien al ver a todos inconcientes pero a su hija a salvo mientras era consolada por Natsu suspiró aliviado y sorpendido de las habilidades del pelirosa.

Más no era el único, Laxus y el resto de guardias que iban en el barco estaban igual de sorprendidos, nunca habían escuchado que un solo hombre acabará con al menos 15 hombres solo.
Al ver el barco y a su padre y hermano, Lucy sonrió feliz separandose un poco del pelirosa, el cual se acercó a la orilla del barco conectando una tabla para que la princesa logrará pasar al barco de su familia y por dónde está misma pasaron los guardias para inmovilizar a los culpables del secuestro.

Tras agradecer, dar un reconocimiento y la bendición del Rey a Natsu, volvieron a Magnolia, en donde comenzaba una nueva rutina y cambio, ya que a diferencia de antes la joven princesa se acercaba un poco más al pelirosa, quien a su vez y recordando sus pensamientos ante la belleza de la princesa se iba volviendo cada vez más tímido con ella pero más celoso en cuanto a quienes se acercaban a ella.

Lucy cada día incluso pensaba en escabullirse a la gran cocina del palacio con la ilusión de preparar una deliciosa comida a su apuesto caballero, siendo observada por unos confundidos Laxus y Makarov.

Así que así comenzó la rutina, Lucy preparando comidas, galletas o postres para Natsu (las cuales le daba cada vez que el terminaba de entrenar, también cuando la acompañaba a sus caminatas en los jardines o cuando lo convencía de ir de campo al bosque, siendo este último donde solía sentarse cerca de el), a lo cual el pelirosa cada vez se iba sonrojando y maravillado con la princesa, la cual siempre le brindaba miradas que jamás había recibido, risas muy dulces y sinceras, pero que más le maravilla a era la forma en la que está buscaba estar a su lado.

Esta conducta cada vez era más notoria incluso en el palacio, lo cual hizo que Natsu comenzará a pensar en sus repentinos sentimientos (o tal vez no tan repentinos) sabía que el quería a la princesa, más siempre se negó a siquiera pensar en algo con ella, ya que su deber era solo cuidarla no amarla, más las constantes palabras de ánimo y demostraciones de Lucy le hicieron pierden ante su razón, acepto que amaba a la princesa, acepto que añoraba estar con ella.

Por lo que un día, decidió no callar y enfrentar al Rey, quien al saber la situación quedó consternado.

Makarov:¿¡Tu... amas a mi hija!?

Natsu:Así es majestad, sin pensarlo o quererlo... Me enamoré de ella -dijo con honestidad- se que no merezco ni siquiera imaginar amarla, pero pese a que me resistí mi corazón decidió solo y ahora no hay vuelta atrás... Entenderé si me prohíbe volver a acercarme a la princesa Lucy

Makarov:Natsu desde que te conocí te tome apreció... Pero esto no es solo de si la amas o no, aunque el pueblo apoye la situación... Los consejeros jamás lo aceptarán y menos si han estado planeando un matrimonio arreglado con otro reino...

Natsu:Lo entiendo -dijo bajando la cabeza con dolor, aunque ya se lo imaginaba

Lucy:Me niego -dijo desde la entrada, haciendo que ambos hombres la vean- me niego a cualquier matrimonio arreglado -dijo firme viendo a su padre y caminando hasta estar junto a Natsu al que sin previo aviso abrazo por el brazo- no me casare con nadie que no sea Natsu

Sus palabras solo dejaron más sorprendidos a ambos hombres, quienes la veían sin dar crédito a sus oídos.

Makarov:¿Hija?

Lucy:Yo también amo a Natsu -decreto firme y afirmando su agarre- por lo tanto me niego a casarme con otro hombre que no sea el, no me importa que digan los ansiamos del consejo.

Makarov:Lucy hija...

Lucy:Si me obligan a casarme con alguien más yo... Me suicidare -decreto sin basilar y haciendo que ambos hombres se alteren.

Makarov:¡Pero hija!

Lucy:Si no puedo casarme con Natsu no me casare con nadie -y frente a unos sorprendidos Natsu y Makarov, Lucy saco un cuchillo y lo llevo a la altura de su corazón

Makarov:Está bien hija pueden casarse, pero deja ese cuchillo -pedia pálido junto a Natsu que se acercó a quitarle dicho objeto

Lucy sonrió y tirando el cuchillo se lanzó a los brazos de Natsu, quien aun sorprendido y desprevenido la sujeto por instinto y miro a Makarov.

Así bajo la orden de Makarov, Laxus y el prepararon el escenario perfecto para fingir la muerte de Lucy, al mismo tiempo que llevaban a cabo el retiro de Natsu y boda de la pareja.

Plan que se llena a la perfección y aunque el pueblo lamentaba la supuestamente "muerte" de la princesa Lucy.
Sin imaginar que en las afueras del pueblo, se comenzaba a vivir un feliz y válido hogar, comenzado por la pareja y que al cabo de un año, se unos a ellos una hermosa niña.

Lucy:Mi preciosa Nashi ¿Quieres ver a papá? -le preguntaba a la bebé recién nacida mientras la mecía en sus brazos

Natsu:¿Qué? ¡No yo no puedo cargarla! -decía alterado y temeroso, jamás había cargado un ser tan frágil, pequeño como su pequeña hija

Lucy:Oh papá está muy nerviosos cariño, pero hay que demostrarle que no pasará nada -le decía a su bebé mientras caminaba hacia Natsu, quien solo negaba con la cabeza y las manos

Sin decir nada, Lucy quedo frente a su esposo y sonriente depósito a la pequeña bebé en los brazos de su nervioso y temeroso padre, al mismo tiempo que le ayudaba a tomar la postura para sostener a la bebé.

Maravillado Natsu observaba a su hija, aquella pequeña que su amada esposa había dado vida en su vientre por el amor de ambos. Y así en silencio, emocionado y dichoso Natsu juraba por su vida y el amor que tenía a su esposa e hija, que sería digno de ser un padre y esposo que las protegería aún con su vida, día a día.
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NA:Perdonen que haya partes en la historia narradas o que pasan de forma rápida, la verdad estuve pensando mucho en esta idea, sabía que no me quedaría en un solo capítulo, pero no daba más para una historia larga, así que hice lo posible para poder hacerla en dos partes.