Sobre un gran campo lleno de flores Yma se encontraba caminando, no había la necesidad de saber un tiempo, ya que ella solo estaba.
Tomaba grandes respiraciones para llenar sus pulmones de ese esplendido aroma. Los "nardos" causaban estragos sobre ella, el olor dulzón la mareaba, pero no había nada más placentero que estar junto ahí en ese momento.
Pronto tuvo que salir de su ensoñación al escuchar la hierba siendo aplastada por unos pasos.
-Es muy hermoso, no lo crees- Yma murmuró entre dientes.
-Todas estas flores han crecido bastante bien- Se dio la vuelta lentamente para encarar a la persona que se mantenía a su espalda.
Silas se encontraba más esplendoroso que nunca, iba vestido todo de lino. Él siempre quitaba el aliento.
Ella solo pudo mencionar, - Oh, sí viniste-. A lo que el sarcásticamente contestó. - ¿en serio incluso lo dices, acaso no me ves ya aquí?
No mencionaron nada más y como si fuera inercia se pusieron a caminar.
-Crees que me encuentre bien- preguntó Silas. Ella tardó tiempo en meditar y decir, -no es que te encuentres bien, sino que lo hagas bien; nunca conoces el trasfondo de tus propias palabras, y no, no estarás bien porque al principio nunca los haces bien. Es lo único que puedo decirte.
Yma casi nunca demostraba lo que en realidad era, pero hasta ese día Silas pudo ver una sonrisa en el rostro de ella.
-No estes triste, hoy es un día muy feliz. Creo que estas lo suficientemente preparado para descender después de tanto tiempo te convertiste en lo deseado por muchos-. Silas solo observaba como su pequeña nariz se movía al hablar; en lo más profundo aún se preguntaba cómo era que el poder de algo tan grande estuviera sobre sus hombros, una gran responsabilidad. Que duro debe de ser,lo consumia tanto el sentimieto que pensaba en estrecharla fuertemente en sus brazos, pero a pesar de ser considerado en estar pensando en ella, su rencor a su ser persistía aún más.
-Estoy muy orgullosa de ti-; es ahí cuando ella de verdad lo miro, e inmediatamente noto el brillo de aquellos ojos lila de Silas, no se lo esperaba. Al parecer seguía siendo muy ingenuo, porque funciono para que bajara su guardia.
Se le había olvidado que ella era cualquier divinidad que representara el humano.
- ¿Qué quieres decir con eso? - Silas recobro su postura. -Eres una pieza muy valiosa para mí, después de tanto tiempo es lo que puedo decir, eres mío, mi creación. Y que a pesar de todo lo que me recriminas la respuesta la tienes tú, en realidad nada te hace tan especial. Solo que vienes en una presentación un tanto diferente-.
En realidad, pensó que ese día era demasiado extraño ya que después de decir ella aquellas palabras se soltó a reír como una verdadera maniaca. El chiste muy pronto él lo llegaría a entender.
Y otra cosa sin sentido salió de sus labios, -no, incluso si no sabías, escogiste ser esto. Ser para ellos y acompañarme a mí-. Yma termino de decir con un suspiro, -pero ahora ya no es así, tienes la oportunidad de ser quien quieras ser, la libertad estaba más cercana de lo que creías. El destino lo forjé así porque todo tiene que estar en su lugar, no lo olvides Silas-.
Aunque para ella en esa rencarnación le hubiera gustado ayudarlo más, no se le permitía, a pesar de que sabia como iban a terminarlas cosas. Aquellos títulos que tenía concedían un silencio perpetuo, resignadamente tuvo que dejarlo todo fluir porque lo amaba.
Sí, al final para él todo había salido bien, y no tenía idea de cuanto lo iba a extrañar. Ella solo había confiado en ellos siempre y lo sentía.
-Todo aquel resentimiento y odio guárdalo para más tarde, ella te está esperando-.
Yma no fue la única que recibió sorpresas en simples palabras ya que Silas en realidad no tenía nada que decir después de todo, se sentía extrañamente feliz.
-Te vere de nuevo, lo aseguro- sin contener las lágrimas Silas se acercó un poco más.
Y entre esa agotadora perlo lejana cercanía Yma contestó...
-Siempre quise verte llorar de felicidad, es suficiente ahora que lo he visto. Digamos adiós aquí, no pares y vete de aquí, ve ahí y ama sin parar. Vive felizmente así-
Algo nuevamente la sorprendió ya que él contestó, -cuando me vaya, estarás sola de nuevo. -
El aliento de Yma salió de su cuerpo, pero logro decir que no, no lo estaría. Ella en realidad nunca ha estado sola, además que siempre estaría con él de alguna manera, siempre estaría cuidándolo.
Es más que en algún momento se volverían reunir ahí.
-Sonríe es lo último que te demando-. Y lo único que hubo después fue un intercambio de sonrisas.
-Adiós Silas-. Casi grito sin voz cuando él ya se encontraba en la lejanía.
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Holaaaaa!
Este capitulo puede llegar a ser un poco confuso pero decidí dar el final en el inicio, bueno algo así. Próximamente sabrán a que me refiero.
Estoy emocionada con ustedes queridas lectoras, ahora sí se viene lo bueno.
Muchas gracias por leer.
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Parcialmente vulnerable ante ti
Ciencia FicciónAnimate a leerme, sí quieres conocerme. Sí es así bienvenides a estas nuevas paginas...