Hyeri ya conocía lo que era amar a alguien, sólo que nunca de la manera en que Baekhyun le enseñó.
Dos desconocidos, tan frágiles como el papel.
Eran el uno para el otro, como lo es el avión al viento.
Pero, solo hace falta un poco de lluvia para...
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Hyeri Domingo anterior.
(...)
Estuve a punto de besar a Baekhyun un día antes del sexto aniversario con Joohyuk.
Y eso no era lo peor, tuve la intención de hacerlo.
¿Cómo podía alguien a quien conocía hace unos pocos meses, parecer fiable?
¿Cómo pude haber tenido las ganas de besarle?
Era domingo, y luego de ir a un restaurante a cenar con Joohyuk pasamos a un bar conocido, estuvimos una hora ahí aproximadamente. Pero todo seguía normal, toda la noche solamente oí las palabras de siempre salir de la boca de Joohyuk; las típicas frases de siempre. Y yo lo escuchaba.
Se nos habían pasado un poco las copas.
El día anterior, había llegado de su viaje; un día antes de lo supuesto. Lo supe cuando, apenas estuve en mi casa después de cenar con Baekhyun, mamá me preguntó asustada si ya había hablado con mi novio. Que había llamado, quería saber donde estaba: ella le dijo que con Yujin, teniendo nuestra noche de chicas.
Pero él no había mencionado una palabra sobre eso.
-Debiste verme frente a todos esos hombres, hubieras estado adorándome - Sus ojos brillaban con la misma emoción de un niño que descubre que hay regalos bajo el árbol navideño-. Debes estar muy orgullosa de mí -dijo antes de darle otro sorbo a su vaso.
-Me alegro mucho por ti - Pero en realidad, sólo pude pensar en la noche anterior con Baekhyun. Y mi estomago se apretó, porque la noche luego de irme de su casa, soñé con él.
Sus dedos acariciando lentamente mi piel, mis labios deseando más roce. Me sentí mal por Joohyuk, la culpa había estado ahogándome toda la velada. Así que, besé a mi novio.
Se alejó de mi al instante para seguir hablando. Lo sentí distante, frío.
Me convencí de que era lo que merecía.
-Claro que te alegras por mí, esto va estupendo, el miércoles por fin será la inauguración - Ese miércoles era mi cumpleaños-. Todo está yendo de maravilla, justo como debe ser - Con su mentón en alto observaba su alrededor, quería que lo vieran, que todos supieran que éramos inferiores.
Y yo estaba ahí, frente a él, y aún así, parecía no notarlo.
-Debiste haberme visto...-repitió mientras encendía un cigarrillo. Salió a fumar y me dejó sola en la barra. Sin poder evitarlo un par de lagrimas asomaron y cayeron por mis mejillas, me sentía horrible, nada justificaba lo que había dejado que pasara entre Baekhyun y yo.
Es que ni siquiera hubo beso, lo que estaba sintiendo por él, era lo que en verdad me llenaba de culpa.
-¿Deberíamos volver a casa, no crees? -dijo cinco minutos después.
