Gloom

Capítulo X - Después de Media Noche

"Quise ser ayuda

Al sentir que me necesitaban,

Pero un vacío en mi pecho

Sin deberse gritaban; ¡Corre!

No te detenga ¡Corre!

Nada bueno sucede

Después de media noche."

Alto Duisternis, 10:10 P.M.

—Hiciste lo correcto —confirmó Frasier al estar sentado al lado de Nora en un sofá.— Él sabía que estaba haciendo las cosas mal. 

Nora asentía mientras pasaba una mano por su rostro para dejar de pensar en lo sucedido.

— Mi niña, ya esta por terminar la noche.—mencionó la abuela de Nora al momento que los invitados comenzaron a despedirse.

Así pasaron los minutos, todos se despidieron con cordialidad hasta que solo quedó Anne en compañía de Nora y Frasier.

— Son muy amables en el pueblo. —puntualizó Nora al mirar a su abuela regresar de cerrar la puerta principal.—Eso no pasa con nuestros vecinos.

— Viven pocas personas acá, por lo que todos conocen a todos —mencionó Anne, acercándose a su nieta con una sonrisa en su rostro.—Es mejor irnos a dormir, mañana sera un gran día.

— ¡Claro, claro! —afirmó Nora, devolviendo la sonrisa antes de tomarla de las manos. —¡Tu gran día! Me da gusto estar contigo y poder conocerte, abuela.

Frasier mantenía silencio mientras las miraba hablar, asintiendo de vez en cuando en el momento que posaban su atención en él sin prestar verdadera atención a lo que estaban diciendo.

En sus pensamiento solo estaba cumplir lo último que le faltaba para completar el plan que le había costado materializar más de cuatro meses; ya había logrado que Nora estuviera fuera de su casa y apartado a Michael del juego, solo faltaba estar con Nora y dejar salir el deseo y obsesión que tenía por hacerse con la intimidad de la "blanca oveja" desde más de cuatro meses.

— Amor —repuso Nora, sacando a Frasier de sus pensamientos dándole un toque en el hombro.

— ¿Si? ¿Sucede algo? —preguntó, fingiendo confusión.

— Es hora de dormir.

— ¡Ah! Sí. Disculpen, ya el cuerpo me esta pasando factura por el cansancio del día, lo más seguro es que caiga como roca al tocar la cama —mintió Frasier, mirando a Anne y luego a Nora.— Nos retiramos, que tenga una buena noche.

Anne devolvió los buenos deseos y después de mirarlos retirarse a sus habitaciones individuales se dirigió hasta su propia habitación a prepararse para el nuevo día. Quería dejar todo en su lugar, aquel era más que un simple día antes de su cumpleaños.

— Amor ¿Qué haces aquí? —preguntó Nora adormilada mientras pestañeaba para recuperar la vista.

— No podía dormir, ¿tienes espacio para otro en la cama? —le preguntó Frasier acercándose y dándole un beso en los labios mientras deslizaba su mano por la cintura de Nora, quien advirtió las intenciones de Frasier, y rápidamente intentó alejarse. 

— Amor, detente. —pidió, pero su novio no prestó atención a sus palabras y continuaba.

Intentando mantener la calma, pero a la vez estaba estremecida por las actitudes de Frasier, aunque era su novio sentía que no era lo correcto. Menos hacerlo en la casa de su abuela en la primera noche que estaban en ella. Además que siempre intentaba que sucediera de la nada y que ella estuviera dispuesta para él, cosa que aún no estaba pero sus manos la seguían tocando amenazando con bajar por su pelvis prontamente.