Arturo Aravena: La Guerra Civil

Prólogo

Que te hace definir tu mundo?, los colores, las personas, tus recuerdos?
Para mí son los recuerdos.
Veo a tu mundo ir y venir ignorante de lo que hay detrás del telón, detrás de la pantalla.
Verás, tu mundo no es como te lo pintan.
Los Homo Sappiens no son la raza dominante, existe otra raza humana tan antigua como ustedes pero distinta, los  Homo Tempus.
No lo saben pues estúpidamente siguieron el acuerdo en África hace miles de años y nos borraron de sus relatos. Para ustedes no existimos, pero aqui estamos y muchos de nosotros son sus reales dueños, no esos pelafustanes que se hacen llamar los súper ricos.
Los Tempus aprovecharon esa ignorancia y se apoderaron de su mundo hace milenios, orquestando guerras, invasiones y levantando imperios, siempre desde las sombras, detrás de la pantalla.
Durante siglos las cosas se mantuvieron quietas, hasta que los que no estábamos de acuerdo, levantamos la voz y un cruento enfrentamiento se desarrolló debajo de la historia que te contaron en el colegio.
Esta es la crónica de esa guerra civil y los que luchamos en ella.
Verás personajes familiares y la realidad de los hechos que no te han contado, en otras verás susesos que en verdad pasaron de forma distinta.
Seguro te preguntarás porqué los Tempus no salen a la luz y te diré porqué.
Somos sólo el 20 % total de tu especie, si supieran quienes somos podrían extinguirnos con facilidad y la reproducción de nuestra especie es bastante más limitada que la suya, más escasos  aún son los mestizos como Aravena y Cerrin, los cuales son temidos y odiados por mi gente.
También tenemos nuestras ventajas claro está, como una autoregenaracion celular  espontánea que nos permite vivir mucho más y elegir el momento exacto de nuestra muerte.
No sería más facil cooperar para que ambas especies humanas dieran lo mejor de si?, estoy de acuerdo, pero no creo que pase.
Estoy seguro que su capacidad limitada  para vivir llena de envidia a muchos de mi especie y la envidia es un pecado capital.
Escribo este diario con la intención de mostrarte que existe algo más allá de tus narices, que tengas valentía y que decidas sacarte la venda de los ojos, incluso aunque eso sea doloroso.

Juan Gallardo (Juan Valiente, esclavo liberto, llegado a América junto a Don Pedro de Valdivia)