𝐼𝑁𝑇𝑅𝑂. ༄

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Fecha de publicación: 14/ 05/2022

📌P—A—R—T—E———2📌

NO SIGAS LEYENDO SI NO LEÍSTE EL PRIMER LIBRO COMPLETO. ES NECESARIO PARA LEER ESTE!

DESLIZANDO LA FOTO DE ARRIBA, TIENEN UNA CANCIÓN 💫 QUE LA VERDAD, ME INSPIRÓ MUCHO CUANDO ESTUVE ESCRIBIENDO LA INTRO Y SIENTO QUE QUEDARÍA GENIAL EN LA ESCENA. CLIQUEN SI QUIEREN
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Quien diría que volvería a estar a tu lado de ésta manera—dijo una voz masculina mientras tenía los ojos cerrados—Comiendo un maldito pudding de la máquina, mientras te encuentras en una camilla, luchando por despertar.

No podía contestarle. Apenas me reconocía a mí misma. Lo único que podía hacer era escuchar, pero hasta eso, era imposible. Suponía que esto no iba a recordarlo. Pero lo único que podía hacer era oír aquella voz.

Sigo sin...—soltó un suspiro—Sin poder asimilar que estés aquí. Que hayas hecho eso, que lleves haciéndolo bastante tiempo. Y que nadie lo supiera. Bueno...—dijo—Ese día que me enteré...debí haber hecho algo. Tenía que habérselo dicho a todos. Entonces, no estarías aquí.

Me frustraba no poder contestar nada. Ni siquiera sabía porqué estaba aquí. Qué me había pasado o...quién estaba ahí acompañándome. Solo sabía que era un chico. Y literalmente, apenas recordaba mi nombre.

El chico se silenció un momento. Pero de nuevo, oí su voz.

—Me prometiste que dejarías de hacerlo...—balbuceó—¿Acaso tengo yo la culpa? ¿Es culpa mía? Porque de serlo, te prometo que no me lo perdonaría jamás...

Ninguna parte de mi cuerpo me respondía, ningún recuerdo o algo que pudiera aclararme la razón por la que estaba aquí...llegaba a mi mente.

Ya no sé si puedes oírme...—balbuceó—Llevo horas aquí sentado, esperando una palabra, algo que alivie lo que estoy sintiendo ahora mismo. Pero...no has dicho nada. Y eso no es buena señal.

Oí como se alejaba y después oí un sonido, como de plástico. Luego se acercó.

Es tarde—me informó—Estoy aquí a espaldas de tu madre. Pero ella volverá y entonces tendré que marcharme. Porque tengo prohibido verte y...—suspiró—Yo solo necesitaba verte.

Pegó su silla a mi lado.

No puedo dormir—prosiguió—Me pidieron que no me metiera y me olvidara de tu existencia. Stef me lo pidió pero solo...no pude. Estoy muriéndome, Caterina. Por lo que...—dijo—Abre los ojos. Y haz que me vaya aliviado. Dime que...estás bien. Para poderme ir tranquilo—musitó—Insúltame, grítame...cualquier cosa. Solo...dime algo.

Pero yo...no podía contestarle. No estaba en mi mano, no podía abrir los ojos. Algo no estaba yendo bien, en mí. ¿Qué me había sucedido?

Por favor...—me suplicó—Dime algo. Lo que sea. Porque...—su voz comenzó a cambiar, parecía a punto de llorar—..necesito oír de nuevo tu voz. Necesito...—agarró mi mano—...que despiertes.

Entrelazó sus dedos con los míos. No podía procesar bien ninguna de sus palabras. No podía hacer lo que me pedía.

Mira yo...sé que estás escuchándome Cat...—soltó después de unos minutos en silencio.

Estaba atrapada en una especie de limbo, en un lugar donde simplemente me encontraba petrificada. No podía hacer ni una cosa ni la otra.

Se me va a acabar el tiempo. Y necesito decirte algo—dijo con lentitud—Y...lo único que necesito de ti es que me escuches atentamente...

Por su voz, notaba el esfuerzo que estaba haciendo en decirme todo esto.

Yo te amo, Caterina—soltó con la voz quebrada—Te amo. Te amo desde el momento en que volví aquí. Desde mi pacto con Brisa, desde que te percibí observándome por la ventana mientras llegaba a mi nueva casa. Desde ese momento supe que algo sucedería entre nosotros. Que jugaríamos con fuego, que no podría controlarme y que acabaría perdiendo.
Que acabaría enamorándome de ti más de lo que estuve un año atrás. Que acabarías conmigo.

Suspiró hondo después de aquellas palabras y prosiguió.

—Me niego a perderte a ti también...—me soltó—Puede que ya no me quieras a tu lado...—dijo—Pero yo estaré bien, siempre que tú...lo estés. Sea al precio, que sea...—declaró—Y es por eso que yo...lo haré. Me obligaré a mí mismo a dejar de sentir todo lo que siento por ti. Si lo mejor es dejar que estés con otro, es lo que haré. Solo necesito, te pido, te ruego...—dijo—Que despiertes. Que vuelvas a ser tú, que...—me susurró—Necesito verte aunque sea en la distancia.

Después de aquel discurso, sentí un efímero beso en mi mejilla. Luego, se alejó. Y después de un minuto largo, volvió a hablar.

Tengo que...marcharme—dijo con la voz temblorosa—Te ruego que si no es a mi, a alguien, le des una señal de que vas a recuperarte. Sé que estás ahí. Sé que eres fuerte. Cumpliré mi palabra. Te lo prometo, Catwoman...—terminó de hablar.

De repente, sentí su mano soltarse de la mía. Sentí como se alejaba. Sentí como volvía a quedarme sola en esa habitación otra vez.

Y por alguna razón, cuando oí la puerta, sentí un gran vacío en mí. Como si estuviera comenzando algún tipo de pesadilla. Como si estuviera perdiendo algo muy, muy importante para mi.

Y yo no pudiera hacer nada para evitarlo.

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Hey! Si estoy subiendo la segunda parte es porque MSD tiene 300k lecturas ya! Para mi es motivo de celebración. ¿Y que mejor celebración que subir la siguiente parte? ¿Os imaginais esa escena en algún capitulo? Espero seguir amasando fans de esta historia. Y que sigáis las aventuras de Cat y Darien.

Porque...¿Quien no quiere un Carter en sus vidas? Seguramente el tiempo en que no ha estado lo habéis echado mucho de menos.

Y no os preocupéis, que vienen con fuerza.

Disfrutad de esta segunda parte.

—CRIS💜
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Mi Tortuosa Debilidad © #2 {+18} Donde viven las historias. Descúbrelo ahora