Mentiría si dijera que esa contestación no me había dolido en absoluto.
—Bien...—contesté intentando que la voz no me temblara—entonces mantente alejado de mí.
De inmediato él se giró para mirarme.
—Eso te incluye a ti, me imagino. Porque después de la mierda que hiciste es normal que yo tampoco te quiera ver ni en pintura.
Tragué saliva. ¿Se trataba de una puta broma? ¿Qué se suponía que había hecho yo?
En ese instante mi enfado se convirtió en furia. ¿De verdad se atrevía a soltarme algo así?
Cerré los ojos mientras intentaba mantenerme serena.
—¿Perdona?
—Jamás te perdonaré. Así que me haces un favor, créeme.
—Perdona pero...¿Estás jugando a algo nuevamente?—le pregunté cruzada de brazos—De qué mierda me estás hablando.
—De que puedes pensar todo lo que quieras de mí, pero tú no eres mejor—dijo acercándose a mí de nuevo—Tu sabes lo que hiciste este verano, Caldwell.
—No tengo tiempo para esto, ¿Sabes?—dije confundida—Estás haciendo esto solamente para seguir la conversación. Y no pienso seguirte la corriente.
Imitó mi postura cruzándose de brazos y se quedó callado ante mí. La furia y los nerviosa me consumían. Volvía a tenerlo cerca de mí.
Dios, como lo odiaba.
—Voy a buscar a Fanny. Está tardando mucho...—balbuceé.
—Un segundo—dijo después de que pudiera esquivarle.
Me paré en seco.
—Devuélveme ese collar, ¿Quieres?—soltó.
Inmediatamente lo observé en mi cuello llevando mi mirada hacia abajo. Mis mejillas comenzaron a enrojecerse.
—De ninguna manera—solté firmemente—Un regalo es un regalo.
—Me repugna saber que llevas algo que otra persona podría llevar. Que otra chica que en verdad se merezca pueda lucirlo—dijo acercándose lentamente hacia a mi—Nos hago un favor a los dos.
Mierda, quería llorar.
Se quedó observándome durante un segundo. Yo deseé matarle con mis propias manos. Encima de que se había atrevido a ponerme los cuernos, ¿Debía humillarme de esa manera?
De repente, Fanny llegó por mi lado izquierdo.
—Dios siento haber tardado, me había encontrado con...—observó a Darien—¡Darien!—exclamó feliz.
Acto seguido le abrazó muy fuerte.
—Stef, me...ahogas...—dijo con dificultad. Ojalá lo hubiera ahogado.
—Lo siento, solo...—le soltó—Me alegro de que estés aquí. ¿Qué tal Francia?
—J'aime beaucoup. Le pays est incroyable, j'ai rencontré beaucoup de filles...—dijo. Le encantaba restregar su acento cada vez que podía.
Lo sabía bien, que le pedía que lo usara mientras teníamos relaciones algunas veces.
—Si...no te las des de sobrado—dijo rodando los ojos—Sabemos que sabes francés...
—Estuvo muy bien—repitió.
—¿Cómo es que no has hecho de las tuyas?—le preguntó—Siempre sueles traer un "capricho".
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Mi Tortuosa Debilidad © #2 {+18}
Novela Juvenil[SEGUNDO LIBRO DE LA SERIE: "MI DEBILIDAD 🔐"] El verano estaba a punto de finalizar y Cat Caldwell sabía que eso significaba enfrentarse a la cruda realidad: Muchos asuntos por resolver. Secretos pendientes que ocultar. Y muchas dudas en el aire. A...