One And Only // Adaptación Emiliaco

2

Intento no sollozar y mierda, llorar en silencio es más doloroso, abrazo mis rodillas y me muerdo mis labios para que no salgo ningún sonido.

¿Porqué me tenía que gustar éste hijo de puta? ¿Porqué no cualquier otro chico? Mierda, mierda, mierda.

- ¿Joaquín? ¿Joaquín? - Oigo a Diego, abro la puerta del cubículo dónde estoy y miro a Diego, me mira y sus ojos se abren cómo platos. - Joaco, ¿amor, qué pasó? - Me dice arrodillándose a mi lado y me envuelve con sus brazos.

- Me dejó plantado... - Susurro contra su pecho.

- ¿Emilio?

- Sí... - Sollozo.

- No entiendo, Joaquín, me tienes que explicar que pasó... - Dice mientras acaricia mi espalda.

- El viernes me llevó a mi casa y yo le había dicho que quizás nos podríamos ver el fin de semana y...y cuándo llegamos a mi casa, me besó y me dijo que si me gustaría salir éste fin, yo le dije que si...y nos besamos de nuevo y...y yo...yo fuí el sábado al Starbucks, pero él no...y yo lo esperé por 2 horas...y no fué...y.... - Digo muy rápido entre sollozos, y Diego me presiona más fuerte contra su cuerpo.

- ¿Ni siquiera te llamó?

- No... - Gimoteo, y mi cuerpo empieza a temblar.

- Joaquín, vamos amor, tranquilízate... - Dice mientras acaricia mi espalda. La puerta principal del baño se abre y yo alzo la mirada. Niko.

- ¿Qué pasó? ¿Qué te hizo ese hijo de puta? - Gruñe Niko.

- Nada... -Sollozo, Niko nos mira y se arrodilla frente a nosotros y me abraza. - Si no regresan a la clase, los puede desaprobar. - Susurro, ya más calmado.

- Tú eres más importante. - Me dice Niko y limpia las lágrimas de mis mejillas, Diego asiente.

- Gracias chicos, pero no quiero que reprueben el curso por mi culpa, ya estoy bien, enserio. - Digo, y me levanto del suelo. Se miran y luego me miran a mí.

- ¿Seguro? - Pregunta Diego, sonrió y asiento.

- Sí, voy a vagar por ahí, hasta mi próxima clase y en el receso me cambiaré de clase, no es la gran cosa, ya saben que todo lo hago un drama... - Digo y suelto una risita. Se levantan, me abrazan y se van. Suspiro y me miro en el espejo.

Soy tan torpe, cómo pude creer que yo le interesaba. Tomo aire, abro el grifo y me lavo la cara, acomodo mi cabello, e intento sonreír. Por supuesto, fallando miserablemente.

Camino por los pasillos, ahora tengo clase de francés, ¿para qué me vá a servir el francés en la vida? Exacto. Para nada.

- ¡Hola Joaquín! - Grita Paola saltando delante de mí. ¿Qué cosa con ésta tipa?

- Hey. - Murmuro, y sigo caminando.

- Bueno, te preguntarás porque te estoy hablando...

- La verdad no...

- Que gracioso. - Dice y pasa su brazo alrededor de mi brazo, frunzo el ceño. - Te vengo a invitar a mi fiesta, irás, ¿cierto?

- No sé, no creo que pueda, justo ese día estoy ocupado.

- Pero no te he dicho el día...

- Todos los días de éste año estaré ocupado, linda, lo siento. - Digo, me libero de su brazo, y sigo caminando.

Paso por el salón de música y lo que veo me deja de piedra. Emilio y Germán juntos. Besándose. Quiero correr e irme, pero mis pies no funcionan y me quedo mirándolos.

Se separan y Emilio le sonríe, pero su mirada se cruza con la mía y su sonrisa se borra. Giro sobre mis talones y sigo caminando, pero ahora ya no hacía mi clase de francés, ahora hacía el estacionamiento. Tomo aire y controlo mis ganas de llorar. Ya no voy a llorar por ese imbécil.

- ¡Joaquín! - Oigo que gritan, volteo y veo a Emilio caminando hacía mí.

- ¿Si, profesor Osorio? ¿Tengo clase con usted?

- ¿Qué? No. ¿Qué dices?

- ¿Porqué otro motivo usted querría hablar conmigo si no?

- ¿Qué pasó en la mañana? ¿porqué reaccionaste así?

- Estoy en mis días. - Le gruño y abro la puerta de mi auto, arquea una ceja.

- Lo digo enserio, ¿porqué reaccionaste así?

- No hay un porqué, sólo reaccioné y listo.

- Joaquín, amor, dime porqué...

- En tu jodida vida me vuelvas a llamar amor, ¿entiendes? - Le gruño, me mira y frunce el ceño.

- ¿Me vas a decir que mierda te pasa ó quieres que te lo saque a besos? - Dice con una sonrisa de lado y jala de mi muñeca hacía él, mis mejillas arden y miro hacía todos los lados para ver si alguien nos mira, pero no, sólo estamos nosotros dos en el estacionamiento.

- Me dejaste plantado y hace un rato te estabas besando con Germán, ¿no es motivo suficiente para ya no querer ni estar cerca de tí? - Susurro con un nudo en la garganta e intento hacer que me suelte, pero no puedo.

- Pero no me has dejado explicarte. - Me dice y acaricia mi mejilla, lo miro por largos minutos. Sus profundos ojos café logrando que mi corazón se acelere y que me rinda ante lo que pide silenciosamente.

- Te escucho...

- Aquí no, vamos a otro lado...

- ¿A dónde?

- Vamos a mi apartamento, ¿sí? - Pregunta y limpia las lágrimas de mis mejillas. No me había dado cuenta que estaba llorando.

- Está bien... - Susurro, sonríe, me toma de la mano, cierro la puerta de mi auto, colocándole el seguro y caminamos hasta su auto, en la zona de profesores.

Seguimos con otro capítulo.

¿Les está gustando la adaptación?

Hasta el próximo capítulo AlbertXioW.