Narrador omnisciente.
La Sultana Hurrem siempre fue una mujer leal, jamás traiciono la confianza que suleiman le dió, pero él jamás supo valorar eso y aunque ella no lo demostrará, también tenía un orgullo y una dignidad, sabía que para sobrevivir en este palacio, no necesitaba eso, solo necesitaba el amor de el sultán y el mundo sería suyo, pero ella ya se había cansado de llorar y pedir que no la engañen.
Estaba acostumbrada a derribar a cada uno de sus enemigos, pero esta vez fue diferente, a ella le había llamado la atención cierto hombre, de hecho, siempre le había llamada la atención, desde la vez en que la compro para traerla a este palacio, pero trato de ocultarlo, diciendo así misma que si está en este maldito palacio tratando de sobrevivir era culpa de ese hombre.
No solo se trataba de ella, también tenía 2 hijos, Mehmet y Mihrimah, tenía que pensar en ellos, si ella se rendía, no tenía ninguna duda de que mehmet también sufriría esas consecuencias y eso es algo que ella jamás se perdonaría, Mihrimah estaría a salvo por qué es una mujer y no pone en peligro la sucesión del trono, pero aún así se preocupaba por ella, aunque sabía que ella tendrá las mejores cosas por ser la única hija de el sultán suleiman seguía preocupándose, por qué Mihrimah aún era una niña y necesitaba una madre, entonces ella no podía rendirse solo por qué si.
Ella ya tenía problemas con controlar sus emociones cuando ibrahim se casó con hatice, pero tuve que morder la lengua y quedarse callada por qué una sola palabra, costaría su vida y también la de sus hijos, pero ahora llego aquella princesa y sinceramente estaba más preocupada por la cercanía que mostraba con ibrahim que por qué vaya a los apocentos de suleiman, ella ya sabía que en cualquier momento esa princesa entraría a esos apocentos y no servía de nada detenerla, así que se encargaría de ella después, ahora solo le preocupa que aquella princesa también este interesada en ibrahim, sonaba ridículo, pero para ella no lo era.
La sultana Hurrem tenía suficiente con aguantar a la sultana hatice como para que una "princesa estúpida",como la llamaba ella, venga a revolotear esos sentimientos que ella ya creía perdidos.
Eso no era bueno para ella, pero tampoco era bueno para él, así que aunque ella no lo sepa, ambos tienen casi el mismo problema.
Ibrahim también desea a hurrem, pero sabe que es prohibida, a intentado de todo para sacarla de su cabeza, sin embargo, la imagen de ella ronda su cabeza todas las noches.
Su sonrisa, su caminar, su ojos, su cabello y sobre todo aquel cuerpo.
Ese cuerpo que ella posee, volvería loco a cualquier hombre y él no era la excepción, quizás si atracción hacia ella empezó ahí, pero con él tiempo dejo de ser simplemente deseo, aún así, él no se atrevió a intentar algo con ella.
¿Quien será el valiente que empiece con este peligro amor?
Puede ser ella, quien también está comenzando a perder la cordura por aquella princesa.
También puede ser él por qué cada vez se vuelve más difícil ver a su sultán y a la mujer que tanto desea juntos.
Así que ambos están en la misma situación, ambos comienzan a perder la poca paciencia que tenían y ambos están deseando estar juntos, aunque solo sea una vez.
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Amor peligroso (Borrador)
Short StoryDos personas que juraron odio a muerte ¿realmente sentirán eso?