Capitulo 9: Patas arriba

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Ya son las diez y media de la noche, wow, estuvimos mas de dos horas limpiando el salón, ese Sam, me tiene harta, juro que si sigue así, lo tiraré desde un barranco y lo haré pasar como que solo fue un accidente (otra vez mis instintos asesinos están revelándose, calma Candace, calma) bueno, mañana debo hacer muchas cosas, tenemos el día libre así que aprovecharé de hacer las compras, haber si ese ice man me acompaña....

El maldito sonido del sitofono me despierta, levanto la cabeza y veo que es del cuarto de Sam, miro la hora, ¿es enserio?, pero si son las 6am. Me pongo la bata y mis pantuflas, una vez afuera de su cuarto golpeo la puerta, al no escuchar respuesta abro y asomo la cabeza, veo que esta sentado, y me mira -pasa- Me adentro en la habitación y me quedo a unos pasos de su cama -¿me llamo?- sonríe -si, quería que supieras que Ty vendrá en la noche con un par de amigas, si sabes a lo que me refiero- lo miro perpleja, este no aprende -esta bien, después de todo la casa no es mía, además hoy voy a hacer las compras, así que me tardare en llegar- su sonrisa desaparece -¿compras, tu sola?- -si, yo sola- -y ¿como planeas regresar?- no entiendo al punto que quiere llegar -bueno, tengo un par de piernas y no queda tan lejos- frunce el seno -¿no tan lejos?, pero si son poco mas de 5 cuadras, de no ninguna manera, yo te llevo- si no fuera porque estoy delante de el, me desplomo en la alfombra -¿que?- sonríe -yo te acompaño, después de todo ayer me ayudaste con el aceo a pesar de haber estado en malas condiciones- me sonrojo, wow, el... Nonono reaxiona, eso se llama cortesía -está bien, pero yo pleno ir a las 10, si es que es muy temprano para ti, digo usted, no se preocupe, puedo ir sola- luego de eso quedamos en que iba a estar listo a las 10 y que ivamos a ir juntos, después me retire de su habitación y me dirijo hasta la mía, creo que después de eso no podre consiliar el sueño....

Y así fue, no pegue un ojo en 3 horas, y como ya eran las 9, mejor me puse a hacer las cosas, así iría al supermercado tranquila, termine de hacer todo a las 9:40, me bañe, me vestí y me arregle y a las 10 ya estaba lista, me dirijo al salón y me encuentro sola, ¿donde está Sam? Voy a su cuarto y me lo encuentro durmiendo, sonrío tristemente, lo sabía, cierro la puerta de apoco para no hacer ruido, voy hasta el salón, tomo mis cosas y salgo de la casa, atravieso el jardín delantero y llego hasta la verja...

Aún no me decido si hacer pasta o arroz, llevo mas de media hora con ambos paquetes en cada mano, depronto una mano me toma por el hombro y me volteo con la esperanza de que San hubiera visto la nota que dejo, pero no, se trataba de Ty -tu,¿que haces por aquí?- sonrió y lo saludo de beso en la mejilla -pues tocan las compras, así que en eso estoy, pero aún no me decido que comprar, si llevar fideos o arroz- sigo mirando ambos paquetes y noto que sonríe a mi lado, lo miro -¿que?- le pregunto divertida -nada, solo es que te estas secando el cerebro por elegir- vuelvo mi vista hacia los objetos -es que no se que cocinar para hoy- -¿cocinaras hoy?- -si, ¿quieres acompañarnos?- su sonrisa se desvanece, ¿pero que... -no puedo lo lamento, sera para la próxima ¿si?, a todo esto donde esta el gilippolas de mi amigo- -se quedo en casa, abiamos acordado de venir juntos, pero se quedo dormido, así que lo deje y preferí venir sola- -pero, por lo que se ve son muchas bolsas, ¿como lo harás para volver a casa?- heche ambas bolsas al carrito que ya se estaba desbordando, faltaban muchas cosas en la casa así que hice una lista y creo que ya tengo todo -caminando, tan lejos no está- estalla en carcajadas y realmente no entiendo el porque de la mofa -por supuesto que no, yo te llevaré y sin reclamos- sonrió -gracias, eres muy amable- me sonríe de vuelta y me acompaña a la caja...

Llegamos a la verja de la mansión, saco las llaves y entramos, Ty estacionó el auto y me ayudó a sacar las bolsas, abrí la puerta de la casa y voy hasta la cocina a dejar las cosas, Ty me sigue de serca -bueno linda, espero verte en otro momento- me toma de la mejilla y deposita un suave beso, me sonrojo, el se separa a poco centímetros y se detiene un momento en mis labios, se muerde el inferior y me mira a los ojos, luego su vista vuelve a mi boca, se aproxima, de apoco, puedo sentir su cálido aliento, estamos tan cerca, tan... -mjhmm- de pronto un ruido llama nuestra atención, Sam -a si que aquí estabas- Ty se separa de mi y mira irritado a su amigo -tranquilo ¿si? Solo la traje hasta aquí, traía muchas bolsas y planeaba venirse caminando- Sam, molesto observa a su amigo de una manera que se resume solo en una palabra, furioso -bien, ya está aquí, creo que ya te puedes ir- Ty se ríe y se vuelve hacia mi -bien princesa, me voy, cualquier cosa no dudes en hablar conmigo- me vuelve a besar la mejilla y se marcha con la vista en alto, después de haber cerrado la puerta me dispuse a ordenar las cosas en la alacena, creo que Sam sigue ahí, me doy vuelta y estoy en lo correcto -¿quiere algo?- se acerca -no me vengas con eso ahora, sabías muy bien que te iba a acompañar yo, y te fuiste- esta a unos pasos de mi -bueno, no lo quise despertar, además ya está grandesito como para que lo anden despertando, aprenda a ser responsable- gire sobre mis talones y seguí con mi tarea, de pronto siento una mano grande y fuerte en mi muñeca, me gira y quedo de espaldas al mueble, me acorrala con su cuerpo y ya no hay escapatoria, me observa y sonríe seductora mente-¿desde cuando te volviste tan contestadora?- me mantengo firme -desde que usted ha decidido volverse un niño malcriado- se acerca mas a mi, estamos a centímetros -bueno, acostumbraste, porque seguiré así- -digo lo mismo- de pronto nuestras miradas se encuentran y ya no hay rastro de enfado alguno, solo somos el y yo en la habitación, su vista se desvía hacia mis labios y yo hago lo mismo, siento su aliento, y puedo notar que ha estado bebiendo, su respiración se agita al igual que la mia, nuestros pechos suben y bajan, se acerca mas a mi, estamos pegados el uno al otro, nuestros labios se aproximan, y justo cuando están a punto de tocarse, el teléfono suena, haciéndonos volver a la realidad, a la cruel realidad, en donde el es inalcanzable y donde yo no soy nada mas que un desperdicio de oxígeno.

Necesito saber como están, no lo pienso mas y los llamo, al cuarto bip contestan, -¿si? - es Candace -hola mi niña
¿como están?- -uhh... Ee... Bien- suena como si hubiera corrido una maratón -que gusto, solo quería saber como estaban- sonríe desde el otro lado -estamos bien- -bueno entonces los dejo- nos despedimos y corta, dios, necesito volver a casa, tengo un mal presentimiento, después de la reunión no e parado de pensar en si estarán bien -señora, la están esperando en la sala 2 y en la 4- Heimish, diooos no quiero más, estoy agotada.

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Bueno eso por ahora, pero como dice el dicho, algo es algo, gracias a to@s que siguen la historia y perdón por no haber escrito antes, pero estaba ocupadicima, odio matemáticas, eso by, les mando un beso con mushaa baba y nos leemos luego

La SirvientaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora