Capitulo 4: Primer día

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Me despedí a eso de las 7am de mi mamá,  se la llevan al Standup conservator, es el mejor del estado, al menos estaré tranquila al saber que está en un buen lugar, me presente a eso de las 8am nuevamente en la graan verja, lista para mi primer día, un momento ¿de verdad estoy lista?, eso del aceo es pan comido, pero me preocupa el tema de su hijo,  aún no le he visto, pero me da muy mala espina. Al igual que la vez anterior: un chirrido y entro, no puedo dejar de admirar esta casa, además, el sol se cola por los techos de la mansión y le da un aura celestial,  toco la puerta, como la vez anterior,  y nuevamente me topo con Heimish,  dios,  pero este hombre no sonrie, no me importa, le sonrío yo y me da el paso -señorita, ¿sigame por favor?, la llevaré hasta su cuarto- comenzo a caminar por el pasillo del primer piso, pasamos 7 habitaciones, pero a medida que avanzábamos las habitaciones ivan perdiendo su encanto,  llegamos a la décima habitacion, tenía solo una puerta y era la ultima del pasillo, abrió la puerta, era como mi casa, al entrar habia una alfombra y luego un peldaño, a partir de ahí comenzaba la habitación,  tenía mi propia cocina, pero en versión "mini", un baño una cama y un  velador, pero había una última puerta -esa señorita es la puerta que da al patio trasero, ahi esta el hipódromo,  la lavandería y el tendedero- un momento,  ¿hipódromo , con caballos y todo eso? Me di una bofetada mental, claro que si -¿puedo...- me dice que si con la cabeza y voy directo hacia la puerta, al abrirla, una brisa acaricia mi rostro, olía a menta, rosas y una infinidad de plantas, el pastizal,  como siempre verde, a lo lejos pude distinguir un caballo, blanco como la nieve, tenía una gracia al galopar,  atravesé el parque verde y me encontré con unas vallas cafés y siete caballos, incluyendo al blanco, habia uno de color capuchino con la cril negra, otro negro completo, había uno que parecia una vaca, con manchas cafés y blancas, otro beish, otro medio amarillo y por último uno recién nacido, flaquito y débil, iva agarrado a la cola del manchadito, por lo que supuse que la manchada es hembra,  como me encantan los animales,  nunca pude tener uno,  por el tema del espacio y porque mi mamá es bastante alérgica,  me vuelvo sobre mis talones y veo a Heimish que hace una seña para que vaya, me mando otra carrera de vuelta y llego hasta él -creo que la señora le ha dicho lo que tiene que hacer, su uniforme esta sobre la cama y su equipaje en la habitación, la dejo para que se acomode, pero rápido,  que empieza de inmediato- tras decir eso se va y me deja sola, lo primero que hago es desempacar, luego hago un poco de aceo, mientras estoy haciendo la cama,  me doy cuenta que sobre ella hay una especie de sitofono, no se para que será, pero luego lo descubriré,  al terminar,  veo el uniforme que está tendido en la cama, limpio y planchado,  lo cojo y voy al baño para cambiarme, cuando vuelvo a la habitación veo que me he dejado algo sobre la cama, es una cofia, blanca, voy hasta el baño otra vez, me hago un tomate y me la pongo, justo cuando estoy terminando, el sitofono que esta sobre mi cama comienza a sonar, me acerco hasta el y veo que una lucesita se prende y dice habitacion 4, ¿y donde está la habitación 4? Me entra el nervio y ya me quiero morir, cuando voy dando vueltas por la estancia,  me fijo que hay un papel en la puerta de mi pieza, es un mapa de la mansión,  busco la habitación 4: segundo piso 4 puerta a la derecha, corro por la mansión y en menos de un minuto llego, toco la puerta sutilmente -pase- tomo ambos pomos, los giro lentamente y me encuentro con una estancia en la oscuridad absoluta,  he visto como lo hacen en las peliculas, donde las criadas van hasta las cortinas y las habren, hago lo que me tengo en mente y aprovecho de ver como es realmente la habitación,  murallas grises, muebles oscuros, la puerta por este lado es oscura también,  una cama king y alguien tumbado ahí,  creo que es el hijo de la Señora -¿ha llamado señor?- aún recuerdo lo que me dijo Valeria,  osea, la señora,  debo tratar a todos de Señor,  el joven despega la cara perezosamente de la almohada y cuando lo puedo distinguir bien... no puede ser, me llevo las manos a la boca -Sam- ...

Sigo preocupada por Candace, la he dejado sola ésta mañana,  bueno no del todo sola, está a cargo de Heimish, solo espero que Sam no sea tan bruto con ella, como lo fue con las otras muchachas, y también espero que ella tenga tolerancia y que lo aguante.

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La SirvientaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora